Los ¨²ltimos disparos
?lex de la Iglesia rueda en Almer¨ªa su homenaje a los 'spaguetti-westerns'
Ha llovido mucho desde que Almer¨ªa reclamara la atenci¨®n de corresponsales nacionales e internacionales atra¨ªdos por la estancia en la ciudad de figuras como Henry Fonda, Claudia Cardinale, Orson Welles, Burt Reynolds, Fernando Lamas, Jason Robards y, c¨®mo no, Clint Eastwood. Aquella ¨¦poca no tard¨® en denominarse como la d¨¦cada dorada de la producci¨®n cinematogr¨¢fica almeriense. Se calcula que s¨®lo en esos diez a?os se rodaron unas 157 pel¨ªculas. Pero hubo una, Tierra brutal (1961), coproducci¨®n hispano-norteamericana de Michael Carreras, que abri¨® la veda a lo que no tardar¨ªa en convertirse en f¨¢brica a destajo de los llamados spaghetti western o el Oeste de producci¨®n hispano-italiana. Almer¨ªa brill¨® con luz propia en el cine gracias al aumento de costes y la competencia de la televisi¨®n en Hollywood. Fue as¨ª como surgieron los westerns realizados por Sergio Leone con Clint Eastwood en los que se destilaba una estilizada violencia y crueldad, con tramas complicadas y fieles a la idea del destino.
?lex de la Iglesia comenz¨® a rodar ayer en Almer¨ªa 800 balas, el ¨²ltimo tributo filmado a aquellos a?os y sus protagonistas: actores y extras de Almer¨ªa que vivieron con esperanza y fascinaci¨®n una ¨¦poca que como vino, desapareci¨®. La acci¨®n se desencadena cuando Carlos, un ni?o de Madrid encarnado por Luis Castro, decide viajar hasta Almer¨ªa en busca de su abuelo Juli¨¢n, Sancho Gracia, de quien sabe que viv¨ªa de rodar pel¨ªculas con su padre en el desierto. La trama se complica cuando su madre, Carmen Maura, acude en su busca y descubre, por casualidad, las bonanzas clim¨¢ticas y las posibilidades econ¨®micas y paisaj¨ªsticas de la provincia para ubicar el negocio de un parque de atracciones con su socio Scott, Eusebio Poncela, en el poblado del Oeste que anta?o serv¨ªa de decorado.
Como confes¨® el cineasta en la fiesta de presentaci¨®n del rodaje d¨ªas atr¨¢s, el embri¨®n del gui¨®n que tambi¨¦n firma Jorge Guerricaechevarr¨ªa surgi¨® a partir de una visita a los m¨ªticos decorados del oeste de Almer¨ªa. 'Descubrimos que algunos de los actores especialistas viv¨ªan all¨ª permanentemente, con el sombrero vaquero y con las botas con espuelas puestas. Todos ten¨ªan alguna an¨¦cdota que contar', dijo De la Iglesia.
Pero el sexto largometraje del cineasta vasco, con un presupuesto de unos cinco millones de euros, no va a dejar a nadie indiferente y el propio De la Iglesia lo advirti¨® el pasado jueves: 'Refleja la realidad social, es seria. A mi madre le va a gustar'. No por casualidad, el gui¨®n hace una parada en uno de los miles de invernaderos del Poniente almeriense que practican la agricultura intensiva bajo pl¨¢stico a los que el personaje de Juli¨¢n acude en busca de extras para su show en el poblado del oeste. Una avalancha de inmigrantes le sigue, sin pensarlo dos veces, corriendo tras su caballo y abandonando las plantaciones como si del propio infierno se tratara.
Un rom¨¢ntico con pistolas
El papel encarnado por Sancho Gracia centraliza la historia de 800 balas con el perfil de un hombre -actor especialista de los rodajes del oeste- que vive anclado en el pasado. Su nieto, Carlos, decide viajar a ese pasado en el que su padre perdi¨® la vida mientras trabajaba en el rodaje de una escena peligrosa. 'Esa figura que interpreta Sancho Gracia existe en Almer¨ªa, sin duda. Son descendientes de los que empezaron en esto del cine, como yo', explica Juan Fern¨¢ndez (35 a?os) un transportista de rodajes desde los a?os 80, al igual que lo hiciera su padre en la d¨¦cada de los 60. 'Son personas que se lo jugaron todo a una carta y siempre hicieron esto: se quedaron estancados en el cine y en Almer¨ªa no te puedes permitir eso', apunta. En un arrebato justiciero por defender lo suyo y a los suyos, el personaje de Juli¨¢n acude a una armer¨ªa a comprar 800 balas 'de las de verdad' para frenar las pretensiones mercantilistas que amenazan con transformar su poblado en un parque de atracciones. De la Iglesia ha preparado un final apote¨®sico con intervenci¨®n de los Geos, la Guardia Civil y el Ej¨¦rcito para asediar la ciudad de mentirijilla. 'Quiz¨¢ la pel¨ªcula haga que el p¨²blico tenga otra visi¨®n de lo que era Almer¨ªa y la gente del cine. En general, era gente con buena disposici¨®n para trabajar y dispuestos a lo que hiciera falta por el cine y por Almer¨ªa, pero sin permitir que se abusara de ellos', apunta Juan Fern¨¢ndez. 800 balas se antoja un c¨®ctel que combina a la perfecci¨®n la codicia, la traici¨®n, el honor mancillado o la necesidad de venganza presentados anta?o en los spaghetti-westerns como ingredientes indispensables. Han transcurrido s¨®lo cuatro a?os desde que el actor Sancho Gracia pisara Almer¨ªa por ¨²ltima vez para protagonizar otro western que, en aquella ocasi¨®n, dirigi¨® Bill Corcoran con un gui¨®n de Inmanol Uribe y Gene Quintano, The long kill (El largo camino de la venganza). Sin duda, la excepci¨®n de una regla que demuestra que los a?os dorados del cine en Almer¨ªa se esfumaron porque desapareci¨® el inter¨¦s por este tipo de g¨¦nero cinematogr¨¢fico.
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