Conducir sin m¨®vil
La represi¨®n, siempre que sea proporcionada, es inherente a cualquier norma, y m¨¢s a una sobre seguridad vial, cuyo fin ¨²ltimo es evitar que el coche sea utilizado como un arma contra vidas propias y ajenas. La nueva Ley de Seguridad Vial, que sustituye desde ayer a la vigente desde marzo de 1990 en Espa?a, refuerza esta l¨ªnea. Aunque denunciada en su momento como excesivamente represora, la anterior ley contribuy¨® en sus casi doce a?os de vigencia a disminuir -dentro de los terribles m¨¢rgenes en que se sigue moviendo- la sangr¨ªa de muertos en la carretera: de 6.095 en 1989, un a?o antes de su entrada en vigor, a los poco m¨¢s de 4.000 en 2001. En ese tiempo Espa?a ha conseguido dejar de ser el pa¨ªs europeo con el ¨ªndice m¨¢s elevado de accidentes mortales de tr¨¢fico, aunque siga figurando en los primeros puestos.
Se refuerza el esp¨ªritu de rigor, que result¨® eficaz en la anterior ley, pese a su incumplimiento por una minor¨ªa recalcitrante de conductores. Pero abunda en el mismo defecto: la voracidad recaudatoria. No s¨®lo mantiene las multas a distancia sin notificaci¨®n inmediata al conductor -en caso de riesgos innecesarios para la circulaci¨®n o por infracciones captadas por c¨¢maras de televisi¨®n-, sino que ampl¨ªa hasta un a?o el plazo de prescripci¨®n de las sanciones con el objetivo de facilitar su cobro, aunque con el riesgo de aumentar la inseguridad jur¨ªdica del infractor y de vulnerar el derecho a un proceso r¨¢pido. No puede decirse que el factor educativo o el preventivo brillen en la nueva ley con mayor fulgor que en la anterior -se sigue tolerando la pr¨¢ctica del agente agazapado con libreta de multas en la mano-, aunque lo tiene en cuenta en el supuesto m¨¢s grave: la retirada definitiva del carn¨¦. El conductor que sufra esa sanci¨®n -el reincidente con tres infracciones muy graves durante dos a?os- podr¨¢ redimirse si acepta realizar un curso de reciclaje u 'otras medidas reeducadoras', todav¨ªa por determinar reglamentariamente.
Las sanciones previstas en la nueva ley son duras en general, pero congruentes: no se puede superar en un 50% la velocidad m¨¢xima autorizada -180 km/h en autov¨ªa, 150 en carretera y 80 en v¨ªas urbanas- o conducir con una mano en el m¨®vil o un o¨ªdo tapado por un auricular, sin que a ese conductor que pone en peligro su vida y la de los dem¨¢s se le retire de la circulaci¨®n una temporada. Ahora bien, la represi¨®n no es suficiente. La prevenci¨®n y la educaci¨®n siguen siendo a medio plazo la mejor inversi¨®n en seguridad vial, sin olvidar la constante mejora de las v¨ªas de comunicaci¨®n exigible a un pa¨ªs desarrollado.
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