Los colombianos se muestran esc¨¦pticos sobre las conversaciones de paz

'Gan¨® la Colombia humilde, los desplazados, es un paso al futuro', exclamaba el lunes F¨¦lix D¨ªaz en el foro de debate sobre el proceso de paz en Colombia de la emisora Radio Caracol. Una de las pocas reacciones entusiastas al pacto alcanzado en la medianoche del domingo d¨ªa 20 entre el Gobierno presidido por Andr¨¦s Pastrana y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ej¨¦rcito del Pueblo, las FARC-EP.

Los motivos de la decepci¨®n que se respira en Internet sobre el ¨²ltimo episodio de un proceso de tres a?os se resumen en la siguiente reflexi¨®n: 'Las negociaciones deben enfocarse en los temas fundamentales que traer¨¢n la paz y no emplear m¨¢s tiempo discutiendo los mecanismos de las negociaciones. Los colombianos deben darse cuenta de que sin cambios estructurales no habr¨¢ paz'. Opini¨®n formulada por la ONG Colombia Support Network, que denuncia la violencia ejercida por todas las partes en conflicto: grupos guerrilleros, paramilitares, pol¨ªticos y el Ej¨¦rcito.

De hecho, el Gobierno y las FARC casi rompieron este mes los tratos por una cuesti¨®n de m¨¦todo, el calendario negociador; s¨®lo al ponerse de acuerdo sobre ¨¦ste se salv¨® el lunes el proceso. 'Las FARC s¨®lo quieren salvar la zona neutral o 'de despeje' (los 42.000 kil¨®metros cuadrados cedidos en noviembre de 1998 a la guerrilla para iniciar las conversaciones) se lamenta un lector de El Tiempo de Bogot¨¢.

Las vueltas en c¨ªrculo, sin llegar a puerto alguno, dadas en el ¨²ltimo mes, han llevado al hast¨ªo ciudadano, expresado en los sondeos en la red de medios como la citada Radio Caracol. A la cuesti¨®n: '?Conf¨ªa que de la reuni¨®n entre Gobierno y FARC saldr¨¢n resultados positivos?' Un abrumador 95% contestaba 'No'. Pero el mismo porcentaje pensaba que las negociaciones no deben romperse si las FARC no aceptan una tregua, prolongada ahora al 7 de abril.

El dif¨ªcil fin de los asesinatos, los secuestros y la extorsi¨®n lleva a la desesperanza: 'La soluci¨®n al conflicto a¨²n est¨¢ lejos. Los di¨¢logos han perdido su rumbo, si alguna vez lo tuvieron. Es incre¨ªble como la guerrilla ha manipulado a su antojo y conveniencia la zona de despeje. Y el Gobierno ha sido d¨¦bil en todo y, especialmente, en el manejo de la paz. Paz que anhelamos la mayor¨ªa de los ciudadanos comunes y corrientes, pero, al parecer, no es conveniente para los grupos insurgentes', denuncia Bernardo Solano en Patria Grande, web calificada por diversos medios como una de las mejores dedicada a Latinoam¨¦rica en Internet, que toma su nombre del ideal unificador de Jos¨¦ Mart¨ª. La ciudadan¨ªa tambi¨¦n es cr¨ªtica con Andr¨¦s Pastrana: en un sondeo de El Espectador, los lectores califican su gesti¨®n en el Gobierno como buena un 10%; regular, el 8% y mala, un abrumador 82%.

Ni siquiera Manuel Marulanda V¨¦lez, Tirofijo, jefe de las FARC, tiene mucha fe en las conversaciones. En febrero afirmaba en Colombia Popular, un servicio informativo de los insurgentes con sede en Berl¨ªn: 'Los delegados del presidente siempre llegaron a los contactos con las manos atadas y la orientaci¨®n precisa de no ceder en nada'. De hecho el calendario casi ha dado al traste con las conversaciones. En el desbloqueo del mismo insiste Burn, una p¨¢gina alternativa de los estudiantes de la Universidad de California, que aporta numerosos enlaces.