Contra los demonios en palacios de Gaud¨ª

Entre las hordas de japoneses que acribillan a flashes la obra de Gaud¨ª en Barcelona alg¨²n d¨ªa estuvieron los padres de la saga Resident Evil. Con sus recuerdos listos para revelar volvieron a Capcom, su empresa, y dieron a luz los espectaculares escenarios que abrazan su ¨²ltima creaci¨®n: Devil May Cry. La obra del genial arquitecto catal¨¢n se mezcla con la imaginaci¨®n de ¨¦stos, tambi¨¦n, genios de los videojuegos para dar forma al tenebroso castillo del demonio Mundus donde Dante, el protagonista, deber¨¢ intentar cumplir con su ¨²nico objetivo en la vida.

El usuario vivir¨¢ una interesante etapa de la vida de este investigador que, entre caso y caso, intenta resolver el asesinato de su madre y su hermano, al tiempo que busca la forma de acabar de una vez con todos los demonios del mundo. Providencialmente un d¨ªa se persona ante ¨¦l Trish, una rubia despampanante que, tras comprobar que Dante posee las dotes m¨¢gicas que se le suponen, lo ofrece viajar hasta el castillo del gran demonio Mundus, para acabar con ¨¦l. Demasiada casualidad. Quiz¨¢ sea una emboscada.

Con unos gr¨¢ficos tridimensionales impresionantes y con un sistema de c¨¢maras fijas para observar la acci¨®n que transfieren un estilo cinematogr¨¢fico marca de la casa, el jugador se adentrar¨¢ en una aventura en la que deber¨¢ eliminar pr¨¢cticamente a todo lo que respire. La munici¨®n no es problema: es infinita. La cuesti¨®n es hacerlo bonito, a la altura del decorado. Por ello Devil May Cry premia con extras a quien consigue no s¨®lo matar al bicho de turno, sino que adem¨¢s lo hace elegantemente, elev¨¢ndolo a golpe de espada, por ejemplo, y remat¨¢ndolo en el aire con un certero disparo.

A medida que transcurre la historia Dante ver¨¢ c¨®mo poco a poco se despierta un poder demon¨ªaco interior que le permite volar un rato o disparar rayos, entre otras cosas.

Tanto por el gui¨®n, como por los gr¨¢ficos, los personajes, las armas y la acci¨®n, Devil May Cry es un objeto de deseo. No obstante, distintos errores de mercadotecnia casi dan al traste con una obra genial. De entrada, el t¨ªtulo se lanz¨® s¨®lo en ingl¨¦s, hecho que ha indignado a los jugadores japoneses. El acabose es la edici¨®n europea en la que, por culpa de un acuerdo entre EA y Capcom, se ha impedido la inclusi¨®n del selector a 60 Hz, lo que obliga a jugar con bandas negras en la pantalla, adem¨¢s del consabido sonido en ingl¨¦s.