El carnicero de los campos palestinos
Elie Hobeika era temido por muchos y odiado por todos. Le sobraban enemigos, v¨ªctimas de sus brutalidades o de sus traiciones pol¨ªticas, con motivos para querer asesinarle. Los primeros eran los palestinos. Le consideraban el brazo ejecutor de la matanza de los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila, en la periferia de Beirut, en los que fueron asesinados en septiembre de 1982 cerca de 2.000 palestinos.
Hobeika era entonces el jefe del servicio de inteligencia de las Fuerzas Libanesas (FL), la principal milicia cristiana, cuyos hombres penetraron en los campamentos y perpetraron la matanza. Una comisi¨®n de investigaci¨®n israel¨ª estableci¨® en 1983 que ¨¦l no entr¨® en Sabra y Chatila, pero que los milicianos que estaban dentro le ped¨ªan instrucciones por radio. ?l siempre se declar¨® inocente.
Interlocutor de los israel¨ªes durante aquellos a?os, Hobeika conoc¨ªa al entonces ministro de Defensa, Ariel Sharon, al que la misma comisi¨®n declar¨® indirectamente responsable de la matanza porque el Ej¨¦rcito israel¨ª franque¨® el paso y permaneci¨® de brazos cruzados mientras se asesinaban palestinos. ?Sab¨ªa Hobeika algo m¨¢s sobre la culpabilidad del actual primer ministro de Israel? Es la hip¨®tesis que esgrimen ahora palestinos y libaneses para acusar al Mossad, el servicio secreto israel¨ª, del atentado.
Sus propios correligionarios cristianos ten¨ªan motivos para vengarse. Jefe supremo de la milicia en mayo de 1985, Hobeika les traicion¨® firmando un pacto en Damasco, en 1985, con sus enemigos shi¨ªes y drusos. Indignado por la felon¨ªa, su lugarteniente, Samir Geagea, lo derroc¨® en diciembre de ese a?o y el Ej¨¦rcito liban¨¦s, a las ¨®rdenes del presidente Amin Gemayel, hizo fracasar sus violentos intentos por reconquistar el poder.
Hobeika se refugi¨® entonces en la ciudad de Zahl¨¦, cerca de la frontera siria, donde goz¨® de la protecci¨®n de Damasco hasta que el final de la guerra civil libanesa, en 1990, le permiti¨® volver a la pol¨ªtica. Ocup¨® varias carteras ministeriales en los sucesivos gobiernos libaneses mientras Geagea, su segundo, que no se pudo beneficiar de la amnist¨ªa, permanece encarcelado desde hace ocho a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Matanza Sabra y Chatila
- Ariel Sharon
- Elie Hobeika
- Guerra L¨ªbano
- L¨ªbano
- B¨¦lgica
- Pol¨ªtica exterior
- Territorios palestinos
- Israel
- Matanza civiles
- Campos refugiados
- Oriente pr¨®ximo
- Geopol¨ªtica
- Guerra
- Acci¨®n militar
- Europa occidental
- Europa
- Gente
- Asia
- Relaciones exteriores
- Conflictos
- Terrorismo
- Sucesos
- Pol¨ªtica
- Sociedad