La prensa libanesa dice que Hobeika grab¨® sus acusaciones sobre Sabra y Chatila

Las acusaciones secretas de Elie Hobeika sobre las matanzas de palestinos en Sabra y Chatila, en las que implica a las fuerzas israel¨ªes y al actual primer ministro, Ariel Sharon, se encuentran en un lugar seguro. El ex ministro liban¨¦s y antiguo responsable de las milicias cristianas -Fuerzas Libane-sas-, que fue asesinado el jueves por un coche bomba en Beirut, tuvo la precauci¨®n de grabar su testimonio y entregarlo a personas de su 'confianza', para que lo hicieran llegar ante el tribunal belga que estudia la posibilidad de admitir una querella criminal contra Sharon.

Las cintas con las confesiones de Elie Hobeika, en las que explica de viva voz su versi¨®n de lo sucedido en los campos de refugiados de Sabra y Chatila, junto con otras pruebas documentales se encuentran en manos de un n¨²mero indeterminado de albaceas del ex ministro, aseguraban ayer diversos medios de informaci¨®n libaneses, entre ellos el peri¨®dico editado en Beirut, The Daily Star, que cita como prueba de la existencia de esa documentaci¨®n una conversaci¨®n mantenida con el ex ministro dos meses atr¨¢s.

La prueba m¨¢s importante y trascendente del legado de Hobeika lo constituye al parecer una cinta de v¨ªdeo, que grabaron los propios milicianos de Hobeika, miembros de las Fuerzas Libanesas, en 1982 al entrar en los campos de refugiados de Sabra y Chatila, en la que se pueden ver extendidos en las calles numerosos cuerpos de palestinos muertos. Seg¨²n Hobeika, ¨¦stas son pruebas evidentes de que la matanza fue llevada a t¨¦rmino por las fuerzas israel¨ªes encargadas de la custodia de los dos enclaves y no por sus hombres.

Seg¨²n fuentes libanesas la interpretaci¨®n de estas cintas de v¨ªdeo y la lectura de los testimonios recogidos por Hobeika constituyen una carga de profundidad que podr¨ªa acabar con la vida pol¨ªtica de Sharon. Con todas estas pruebas quedar¨ªa probada la culpabilidad directa del primer ministro israel¨ª -entonces ministro de Defensa-, en esta matanza. La responsabilidad indirecta de Ariel Sharon qued¨® ya probada a trav¨¦s de la comisi¨®n de investigaci¨®n abierta en 1983 por los propios israel¨ªes, lo que le oblig¨® a dejar su cargo en el Gobierno.

Ayer mientras todo Beirut especulaba sobre el contenido de los 'papeles secretos' de Hobeika, los restos de este se?or de la guerra, que sirvi¨® a israel¨ªes y sirios, permanec¨ªan en la iglesia de Mak Takla, en el mismo barrio de Hazmiye donde viv¨ªa y a poco menos de 300 metros de donde fue asesinado por un coche bomba. El f¨¦retro con su cad¨¢ver hab¨ªa sido trasladado desde el hospital del Sagrado Coraz¨®n a la iglesia, a hombros de algunos de los seguidores de su milicia ya disuelta. En la fachada de la casa del ex ministro se hab¨ªan colocado dos enormes retratos del difunto, junto a otro inmenso cartel, en el que se pod¨ªa leer: 'Lo mataron para que no revelara la verdad'.

Por su parte la polic¨ªa en la capital libanesa trata de buscar las pistas de los asesinos. La tarea es ardua. La primera gran pregunta a la que se enfrentan las fuerzas de seguridad es c¨®mo los autores del atentado pudieron realizar la operaci¨®n. La explosi¨®n que acab¨® con su vida y la de sus tres guardaespaldas se efectu¨® en un punto no habitual de su trayecto desde su domicilio a la oficina. Raramente sol¨ªa pasar su coche por ese camino, pero por razones a¨²n por explicar, el coche sigui¨® aquella ma?ana un nuevo e inesperado recorrido. Los detectives no descartan que se hubieran apostado asimismo otros coches bomba en accesos alternativos. O algo m¨¢s simple, que el veh¨ªculo trampa, le hubiera estado siguiendo, desde el momento en que abandon¨® su domicilio.

Pero todo esto parec¨ªa ayer marginal. El gran debate es otro: la supuesta responsabilidad de Israel en este asesinato. Los l¨ªderes pol¨ªticos de L¨ªbano insisten en acusar a los servicios secretos israel¨ªes de estar detr¨¢s del atentado. La prensa libanesa tambi¨¦n, en especial el peri¨®dico en lengua ¨¢rabe As Safir, pr¨®ximo a Siria, mostraba ayer desde sus p¨¢ginas su inquietud por el 'retorno de las liquidaciones pol¨ªticas, de los atentados y de los coches trampa, ya que ello quiere decir que hay c¨¦lulas durmientes dispuestas a ejecutar los designios de Israel'.

Estas acusaciones, sin embargo, no parecen inquietar a Israel, y mucho menos al primer ministro, Ariel Sharon, quien a trav¨¦s de sus portavoces ha calificado estas insinuaciones de 'rid¨ªculas'.