'La historia de la m¨²sica es otra'
La historia de la m¨²sica se ensancha, se estira, da mucho de s¨ª ¨²ltimamente. Gran parte de culpa en esto la tienen m¨²sicos j¨®venes como Fabio Biondi (Palermo, 1961). El artista italiano es un refresco que se agradece en un mundo en el que la exploraci¨®n se hace cada vez m¨¢s necesaria para darle vida y color a creaciones paridas hace 300 a?os y m¨¢s. Biondi se ha convertido en un impulsor del barroco y ahora de otras ¨¦pocas dentro de los vientos de la Corriente Aut¨¦ntica, que reivindica la interpretaci¨®n de las piezas con instrumentos de ¨¦poca, con su grupo Europa Galante. 'Nuestra formaci¨®n nace en 1989 con m¨²sicos que buscamos m¨¢s o menos los mismos objetivos, no tanto una filosof¨ªa, que ser¨ªa por nuestra parte algo pretencioso, pero s¨ª un lenguaje y una forma de hacer com¨²n', asegura.
Sus acercamientos a compositores como Vivaldi, Scarlatti, Haendel o Bach suenan vivos de una riqueza inexplorada, como se podr¨¢ comprobar en la gira que a partir del 4 de febrero emprenden por seis ciudades espa?olas: Zaragoza (d¨ªa 4), Sevilla (5), A Coru?a (6), Bilbao (7), Salamanca (8) y Barcelona (11). O en los dos discos que ha lanzado ¨²ltimamente con Las cuatro estaciones, de Vivaldi, y el Stabat Mater del m¨²sico italiano, ¨²ltimos ejemplos de los 33 que han grabado en 12 a?os.
Uno de los ejes de la carrera de Biondi es la investigaci¨®n. Y dentro de ¨¦sta, ha encontrado un aut¨¦ntico fil¨®n en Espa?a, donde m¨²sicos como Corselli, Scarlatti o el propio Vivaldi tuvieron mucho predicamento. 'Durante largo tiempo se ha pensado que en la Corte madrile?a de los siglos XVII y XVIII se compon¨ªa una m¨²sica poco audaz, sin ansia de progresi¨®n y producto de ser una Corte lejana', relata Biondi. 'Pero no es verdad. En Viena y en Madrid es donde se moderniza la m¨²sica', cuenta.
Biondi, m¨²sico risue?o, de espa?ol fluido y con un flequillo corto que le da aspecto de joven patricio en los tiempos del imperio, sostiene que el impulso modernizador azuzado por la Corte espa?ola desemboca en Mozart. 'Ahora tendemos a analizar el barroco como un movimiento ¨²nico, pero dentro de ¨¦ste exist¨ªan diversas corrientes. En una direcci¨®n estaban los defensores de una vieja escuela y otra nueva. Los representantes de la renovaci¨®n se pod¨ªan encontrar en N¨¢poles, por ejemplo, entre ellos estaban Vinci, Pergolesi. Por su parte, int¨¦rpretes como Farinelli, El Castrado, ten¨ªa mucha presencia en la nueva Corte borb¨®nica de Madrid y foment¨® en ella esos nuevos aires que a su vez, posteriormente, influyen de manera decisiva en las ¨®peras de Mozart', arguye.
Al fin y al cabo, las artes
siempre han sido un gran aparato de promoci¨®n para los poderosos y, en eso, otros reinos le han ganado la partida a Espa?a o a Portugal, donde, seg¨²n Biondi, tambi¨¦n soplaban nuevos aires. 'La historia de la m¨²sica es territorio de la propaganda del poder. La realidad de lo ocurrido es otra'. Y Biondi pone ejemplos. 'En el conservatorio aprendimos que en una orquesta, la divisi¨®n entre violonchelos y contrabajos se hizo en tiempos de Beethoven y ahora he podido comprobar que Corselli ya la implant¨®'.
Precisamente, el descubrimiento de Corselli ha sido una de las ¨²ltimas alegr¨ªas de este m¨²sico. Antes de la pasada Navidad, en un concierto que ofreci¨® con su formaci¨®n en Madrid, inclu¨ªa villancicos de este compositor, que en octubre tambi¨¦n fue reivindicado por Jordi Savall en la versi¨®n de la ¨®pera Farnace que hizo en el teatro de la Zarzuela. El m¨²sico catal¨¢n junt¨® piezas de Corselli en un espect¨¢culo basado en las partituras de Vivaldi principalmente. 'En los villancicos encontramos una sencilla idea arm¨®nica, pero despu¨¦s de mucho tocarlos vemos que no es nada convencional y que dentro est¨¢ presente un proyecto de lenguaje diferente'.
Una de las cosas que llaman la atenci¨®n a este m¨²sico de lo que se hac¨ªa en Espa?a en ¨¦pocas del barroco es el mestizaje. 'Corselli mezcla lo que se hac¨ªa en Francia con el lenguaje italiano; la genialidad de Bocherini consiste en a?adir a lo franc¨¦s y lo italiano tambi¨¦n la m¨²sica popular espa?ola, su secreto es que es poli¨¦drico. Los dos grandes pilares de la m¨²sica alemana, Bach y Mozart, basan su arte en la mezcla'.
Pero la contribuci¨®n de Europa Galante a la recuperaci¨®n de las esencias no se limita al barroco. Ya empiezan a explorar los inicios del romanticismo. Acaban de impulsar la versi¨®n aut¨¦ntica de la ¨®pera Norma, de Bellini, uno de los principales exponentes del belcantismo. 'Lo vamos a hacer en marzo en Parma bas¨¢ndonos en la edici¨®n original de la partitura y en las primeras dos versiones para canto y piano', afirma. Biondi cree que la irrupci¨®n de los m¨²sicos criados art¨ªsticamente en la Corriente Aut¨¦ntica hacia el mundo de la ¨®pera puede aportar cosas nuevas. 'En primer lugar, nuestro rigor, ¨¦sa es la clave de nuestra filosof¨ªa y nuestra mentalidad', cuenta como vendiendo imagen de marca.
De todas formas no es la primera ¨®pera en la que se adentra Europa Galante. Es su primera experiencia en el belcantismo, pero no en el g¨¦nero. Ya probaron con obras de Scarlatti como El triunfo del honor y La princesa fiel, adem¨¢s de otras de Vivaldi como Bayazet o el Orfeo de Monteverdi. 'Nuestra idea del rigor, en el sentido t¨¦cnico, tiene que ver con la idea misma del lenguaje, de la vocalidad de la obra, la relaci¨®n entre lo que ocurre en escena y la voz'.
Cuidar el patrimonio
FABIO BIONDI no da cr¨¦dito a las dificultades que encuentran los m¨²sicos en Espa?a para investigar el patrimonio musical. Cuando le cuentan que Jordi Savall intent¨® recuperar unos villancicos marineros que estaban en el archivo de una di¨®cesis espa?ola y que encontr¨® todo tipo de trabas, hasta el punto de que le fue imposible hacerlo, le hacen los ojos chirivitas. La recuperaci¨®n del legado musical en toda Europa es algo natural y bien organizado. Pa¨ªses como Alemania, Francia, Reino Unido, tienen sus fondos bien catalogados, por un m¨®dico precio hacen copia de lo que se les demande y lo env¨ªan. El caso es que la m¨²sica suene y no se pudra. 'La organizaci¨®n del patrimonio musical, su catalogaci¨®n y las facilidades para acceder al mismo son la gran asignatura pendiente en Espa?a', aseguraba Jordi Savall el pasado oto?o en Madrid cuando se le entrevist¨® por motivo del estreno de Farnace. Biondi agrega que en Italia todo funciona bien en ese sentido, salvo en algunos lugares como N¨¢poles. 'All¨ª hace falta una mejor catalogaci¨®n, pero es el ¨²nico sitio donde se puede poner una pega', dice.
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