El avance imparable del grupo de Agag

La llegada, directamente al equipo de titulares y para arrancar el juego, del hijo de Adolfo Su¨¢rez pese a que acaba de incorporarse al Partido Popular, es, para muchos militantes de la vieja guardia, una muestra m¨¢s del avance imparable de j¨®venes (cada vez menos) dirigentes del PP entre los que destaca el futuro yerno del presidente del Gobierno, Alejandro Agag.

Aunque Su¨¢rez Illana pretende minimizar la relevancia de su pertenencia a ese club de elegidos, el denominado Grupo de Becerril, lo cierto es que el propio Agag le invit¨® antes de entrar en el PP a varias de sus reuniones. Como grupo se dieron a conocer por organizar una comida anual de unos 60 militantes con ese perfil en la localidad madrile?a de Becerril de la Sierra. Lo m¨¢s selecto del club est¨¢ integrado s¨®lo por una docena de cuadros medios populares que, ya sin publicidad, mantiene comidas peri¨®dicas con altos cargos de la Administraci¨®n y del mundo de la econom¨ªa y las finanzas.

A la vieja guardia le incomoda ver c¨®mo alguien llega a la direcci¨®n en unos d¨ªas

Sean o no un lobby, su creciente relevancia -cuentan con la simpat¨ªa expresa de Aznar y el impulso de fontaneros suyos en La Moncloa, como Carlos Aragon¨¦s o Alfredo Timmermans- tiene bastante molesta a la vieja guardia. Su experiencia en lo dif¨ªcil que es avanzar posiciones en un partido les hace muy inc¨®modo ver c¨®mo alguien se afilia y llega a la direcci¨®n del PP en unos d¨ªas.

Fue el propio Agag, mucho antes de apuntar como futuro yerno de Aznar y cuando s¨®lo era uno de sus asistentes en Presidencia del Gobierno, uno de los promotores del grupo, que gusta denominarse como 'el banquillo del banquillo', para dar as¨ª idea de que son los j¨®venes en formaci¨®n que podr¨ªan disputar el liderazgo incluso a la actual direcci¨®n socialista en el hipot¨¦tico, y para el PP muy improbable, caso de que pudieran ganarles unas elecciones.

Presumen de ser j¨®venes pero sobradamente preparados. Jorge Moragas, diplom¨¢tico de 36 a?os y, desde ayer, responsable de relaciones internacionales, es otro de sus representantes. Trabaja en La Moncloa desde 1995 y se cuenta que, cuando en 1996 lleg¨® Aznar y Moragas se present¨® al nuevo presidente junto a otros funcionarios, ¨¦ste le dijo: 'As¨ª que eres catal¨¢n. Muy interesante en estos tiempos que corren'.

A cambio, lo de banquillo es cada vez menos cierto. Como demuestra la relevancia de otros integrantes como Sigfrido H¨¦rraez, concejal en Madrid, o los diputados Ram¨®n Moreno y Alejandro Ballesteros.