Nueva York se rinde al baile flamenco de un pu?ado de grandes figuras

El pasado jueves comenz¨® en Washington el Flamenco Festival USA 2002, que est¨¢ siendo un acontecimiento cultural en Estados Unidos. Sobre todo en las ciudades en que se celebran los 17 conciertos y espect¨¢culos programados, que son ya 18 porque en Boston tuvieron que ampliar a dos el n¨²mero de funciones de la Gala de Andaluc¨ªa, por agotarse con gran antelaci¨®n las localidades para la primera de ellas anunciada.

Las entradas est¨¢n vendidas totalmente desde antes de comenzar el festival. Y los precios no son baratos, desde luego.

Lleno absoluto, pues, en el primero de los tres espect¨¢culos que se celebran en Nueva York. El City Center es una hermosa sala de teatro, la m¨¢s prestigiosa en el ¨¢mbito de la danza y la de mayor aforo, m¨¢s de 2.000 localidades. A la organizaci¨®n le cuesta diariamente 38.000 d¨®lares, es decir, m¨¢s de 42.500 euros. L¨®gicamente, sin una fuerte esponsorizaci¨®n -la Junta de Andaluc¨ªa, Instituto Cervantes, hotel Roger Smith de Nueva York, Ministerio de Cultura, Consulado General de Espa?a en Nueva York-, un festival como ¨¦ste ser¨ªa imposible.

A la primera sesi¨®n de la Gala de Andaluc¨ªa asisti¨® un p¨²blico a primera vista importante, muy vestido, aparentemente circunspecto. Digo aparentemente porque a la hora de la verdad, la de los ?bravos! y las ovaciones, muchos tambi¨¦n se desmelenaron. Hab¨ªa asimismo muchos aficionados y profesionales del flamenco, que en Nueva York son verdadera cantidad.

Gala de Andaluc¨ªa -un t¨ªtulo que puede sonar a espa?olada, pero que no lo es, pues se trata de un espect¨¢culo serio y bien articulado por su productor, Miguel Mar¨ªn- pretende dar una panor¨¢mica de las distintas tendencias en el baile flamenco actual. El eje de la misma son cuatro grandes figuras de este arte: Israel Galv¨¢n, paradigma para muchos del baile del futuro. Es, efectivamente, el m¨¢s avanzado de nuestros bailaores. Mar¨ªa Pag¨¦s, que recuper¨® la coreograf¨ªa de El perro andaluz, volvi¨® a interpretarla con una refinada perfecci¨®n, acompa?ada por un excelente grupo, en el que ella es una m¨¢s. Manuela Carrasco fue protagonista del baile m¨¢s racial, que le vali¨® ser jaleada de principio a fin, brillando su estampa de flamencona al viejo estilo. Eduardo Serrano, El G¨¹ito, puso el clasicismo de su sole¨¢, siempre una joya que ¨¦l hace magistralmente, despacito y con temple admirables.