El Kremlin reconquista la televisi¨®n
El presidente Putin da un duro golpe a la libertad de expresi¨®n al poner bajo su control los canales de la televisi¨®n rusa
Las perspectivas para la democracia en Rusia han sufrido un duro golpe esta semana con la clausura de la cadena de televisi¨®n TV6. Ante la apat¨ªa de la sociedad, el Kremlin ha completado la conquista de las cuatro principales cadenas televisivas de difusi¨®n nacional. Unas transmisiones deportivas de lujo, y adem¨¢s gratis, reemplazan desde el 22 de enero, a la cr¨ªtica cadena. El resto de la oferta televisiva nacional son programas modelados en funci¨®n de la comodidad del presidente Vlad¨ªmir Putin (RTR y ORT, controladas ambas por el Estado, y NTV, dependiente ahora del monopolio estatal de gas).
El talante autoritario de un r¨¦gimen, que cada vez est¨¢ m¨¢s controlado por ex funcionarios de seguridad, es la l¨ªnea argumental m¨¢s importante de las muchas que se entrelazan en las peripecias de TV6. En este canal se refugi¨® el a?o pasado el equipo de periodistas dirigido por Yevgueni Kiseliov, tras su expulsi¨®n de NTV. En la dramaturgia de la lucha por el poder, el cierre de TV6 es el cap¨ªtulo m¨¢s reciente de la venganza de Putin contra los dos ¨²nicos oligarcas de la ¨¦poca de Bor¨ªs Yeltsin que no renunciaron a su influencia pol¨ªtica ni se plegaron al nuevo orden jer¨¢rquico. Despu¨¦s de que Vlad¨ªmir Gusinski fuera despose¨ªdo de su imperio informativo, le ha tocado el turno ahora a Bor¨ªs Berezovski, el accionista mayoritario de TV6. Ambos magnates han huido al extranjero, ya que Rusia ha recurrido a la Interpol para extraditar a Gusinski y apresar¨ªa a Berezovski si ¨¦ste se atreviera a cruzar la frontera.
Una investigaci¨®n de la ¨²ltima cadena cerrada implicaba al Gobierno en los atentados de 1999
Al silenciar las dos ¨²nicas cadenas nacionales independientes del Estado, las autoridades rusas han intentado mantener la apariencia de legalidad. Putin se pone por encima de lo que cataloga como 'conflictos de intereses econ¨®micos'. Pero la voluntad que el presidente transmite por canales 'informales' es la pauta para los tribunales.
Gusinski y Berezovski se beneficiaron de las prebendas con las que Yeltsin premi¨® el apoyo recibido. Hoy, el Kremlin sigue repartiendo prebendas, pero el estilo ha cambiado: los nuevos oligarcas ya no ventilan en p¨²blico sus materiales comprometedores. Ahora muchos a?oran esta pr¨¢ctica que ayudaba a entender sus equilibrios de fuerzas.
'En ning¨²n pa¨ªs democr¨¢tico las autoridades se permiten escupir a la cara de millones de televidentes', afirma el analista Vlad¨ªmir Pozner, comentando la clausura de TV6. La sociedad est¨¢ 'totalmente indefensa' ante los 'ama?os irresponsables y las manipulaciones propagand¨ªsticas de las autoridades', dice el parlamentario Vlad¨ªmir Rizhkov.
Tanto en el caso de NTV como de TV6, los propagandistas del r¨¦gimen tratan de confundir a Occidente con detalles formales irrelevantes. En Rusia, la ley se aplica de forma arbitraria para eliminar a los rivales y los jueces y fiscales dependen de una estructura de poder que converge en el Kremlin. Para cerrar TV6 se ha utilizado a un accionista minoritario que solicit¨® liquidar la compa?¨ªa por falta de rentabilidad. Pese a que ¨¦sta ahora es rentable, el Tribunal Supremo de Arbitraje dio la raz¨®n al demandante de acuerdo con la letra de una ley que ya no rige, e ignor¨® su esp¨ªritu, que es el de proteger los intereses econ¨®micos del accionista minoritario. En privado, el presidente del tribunal, Veniam¨ªn Y¨¢kovlev, reconoci¨® haber sido presionado desde el Kremlin. En p¨²blico, lo ha negado.
'Hemos retrocedido muchos a?os', dice la analista Anna Kachk¨¢yeva, a quien preocupan sobre todo las consecuencias que el cierre de TV6 tiene en provincias y para la expresi¨®n de la alternativa democr¨¢tica. TV6 posee una red de 156 centros de emisi¨®n regionales, que alcanza a m¨¢s de 80 millones de espectadores. Estos canales, que intercalaban el programa de TV6 con su propia producci¨®n y publicidad, sufren ahora las secuelas econ¨®micas y pol¨ªticas del cierre. Los caciques provinciales, animados por el ejemplo de Mosc¨², pueden intensificar el control que ya ejercen sobre los medios locales.
En un pa¨ªs tan vasto como Rusia, la televisi¨®n es fundamental. Los peri¨®dicos liberales de referencia tienen tiradas relativamente bajas y problemas de distribuci¨®n. Izvestia, que pertenece al financiero Vlad¨ªmir Potanin, Nezav¨ªsimaia Gazeta y Kommersant, propiedad de Berezovski, algunos semanarios cr¨ªticos, supervivientes de la perestroika, y los restos del imperio de Gusinski no pueden contrarrestar los mensajes televisivos que llegan a las aldeas, cruciales en cualquier campa?a electoral.
La atrofia del pluralismo informativo en Rusia tiene que ver con los retrocesos en las libertades desde que Putin lleg¨® al poder. Los servicios secretos, de los que procede Putin, no toleran que la sociedad pida cuentas por asuntos que les competen, como la lucha contra la corrupci¨®n, la criminalidad o la guerra en Chechenia. Para Sergu¨¦i Yushenkov, dirigente de un nuevo partido liberal apoyado por Berezovski, Putin est¨¢ poniendo en pr¨¢ctica la 'doctrina de la seguridad informativa' cuyo fin es 'construir un Estado policiaco-burocr¨¢tico'. Seg¨²n Berezovski, el equipo de TV6 preparaba una investigaci¨®n que involucraba al Servicio Federal de Seguridad (FSB) en las explosiones de viviendas en 1999, donde hubo centenares de muertos. Ahora el director del FSB, Nikol¨¢i P¨¢trushev, acusa al magnate de financiar a 'los terroristas' chechenos.
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