Cara a cara contra la pederastia
Nuevas t¨¦cnicas de reconocimiento facial intentan localizar a ni?os desaparecidos
La polic¨ªa brit¨¢nica ha emprendido una ruta realmente novedosa para facilitar la identificaci¨®n y posible localizalizaci¨®n de los menores de edad que caen v¨ªctimas de la industria pornogr¨¢fica. A trav¨¦s de la aplicaci¨®n de las nuevas t¨¦cnicas de reconocimiento facial, y con la ayuda de la tecnolog¨ªa m¨¢s sofisticada, la Brigada Nacional del Crimen (NCS, en sus siglas en ingl¨¦s)ha puesto en marcha un programa de investigaci¨®n que conf¨ªa en poner nombre y apellido a las im¨¢genes de ni?os que las redes de pederastas distribuyen por Internet.
La investigaci¨®n se centra de momento en los ni?os brit¨¢nicos, pero su objetivo final es identificar a los menores de cualquier pa¨ªs que sufren abusos sexuales y cuyas fotograf¨ªas circulan por el ciberespacio.
La polic¨ªa brit¨¢nica aspira a crear una base de datos que pueda ser utilizada internacionalmente
El primer paso consiste en la creaci¨®n de una base de datos con unos tres millones de im¨¢genes de ni?os que la polic¨ªa brit¨¢nica ha requisado tras el desmantelamiento de redes internacionales de pederastas. Estas im¨¢genes se comparar¨¢n inform¨¢ticamente con fotograf¨ªas de menores desaparecidos con el objetivo de identificar y localizar a la v¨ªctima. Esta ruta podr¨ªa conducir igualmente hasta el agresor y autor de las pel¨ªculas infantiles pornogr¨¢ficas.
La Brigada Nacional del Crimen trabaja con dos paquetes inform¨¢ticos desarrollados por la empresa canadiense Imagis Technologies. Un software se centra en los aspectos faciales de la persona fotografiada, y el segundo, en el campo de fondo de la misma fotograf¨ªa.
Una portavoz de la brigada resalt¨® esta semana que los detalles del escenario donde posan las v¨ªctimas de los pederastas pueden ser determinantes en la identificaci¨®n y localizaci¨®n del autor de las im¨¢genes.
Los programas detectan cientos de 'posiciones de fuentes de luz' y miden detalles como el ¨¢ngulo de la cabeza, la distancia entre los ojos o la forma de la cara, seg¨²n explic¨® a The New York Times el responsable tecnol¨®gico de la firma canadiense, Andy Amanovich. Esta informaci¨®n se almacena con su descripci¨®n matem¨¢tica en el ordenador y cada registro forma la clave distintiva y ¨²nica de la cara de un individuo, comparable con las huellas dactilares que hace a?os se recog¨ªan en los carn¨¦s espa?oles de identidad.
Los investigadores brit¨¢nicos aspiran a crear una base de datos centralizada y reconocida internacionalmente. Podr¨ªa estar localizada en la sede de Interpol o Europol y ser accesible a trav¨¦s de codigos de identificaci¨®n seguros (passwords). Con Internet, la pornograf¨ªa infantil no se detiene ante fronteras f¨ªsicas.
Del mismo modo, los cuerpos de polic¨ªa nacionales podr¨¢n en el futuro volcar en la base central de datos sus respectivos archivos de fotograf¨ªas sospechosas y acceder al fondo com¨²n en la investigaci¨®n de ni?os desaparecidos o de presuntos pederastas.
La tecnolog¨ªa de reconocimiento facial se aplica con mayor frecuencia en la lucha contra el crimen a menor escala, en los cajeros autom¨¢ticos de las entidades bancarias, en tiendas y zonas comerciales. En un programa piloto, un ayuntamiento de Londres ha instalado un software en c¨¢maras de televisi¨®n de circuito cerrado que pueden detectar la presencia en la zona de reconocidos delincuentes. Cuando el sistema identifica una cara con una entrada del registro informatizado de criminales, salta la alarma en comisar¨ªa. Los grandes almacenes Liberty operan, al parecer, con un sistema similar, llamado Satnet, para protegerse contra los robos.
Tambi¨¦n en las gasolineras est¨¢ previsto utilizar este sistema. En estos establecimientos se conectan las c¨¢maras de vigilancia a una base de datos en la que est¨¢n registradas las personas con antedecentes policiales e incluso las que hayan cometido delitos en ese mismo local. La c¨¢mara manda la informaci¨®n de los clientes que entran a la gasolinera al ordenador y, si coincide su imagen o la matr¨ªcula de su coche con la informaci¨®n de alguno de los registrados, salta la alarma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.