Un estudio incide en fortalecer la autoestima del alumno para evitar conductas agresivas
La investigaci¨®n detecta diferencias culturales en la tendencia a estos comportamientos
Un estudio de la Universidad de M¨¢laga revela que las conductas agresivas de los alumnos est¨¢n relacionadas con la imagen que el propio escolar tiene de s¨ª mismo, por lo que las pol¨ªticas educativas deber¨¢n encaminarse a fomentar la autoestima en lugar de corregir la violencia una vez cometida.
La conducta agresiva o la predisposici¨®n a ¨¦sta en alumnos de Primaria y Secundaria est¨¢ ¨ªntimamente relacionada con el nivel de autoestima de cada persona. Esta es la conclusi¨®n general de un estudio dirigido por el catedr¨¢tico de Teor¨ªa de la Educaci¨®n de la Universidad de M¨¢laga, Jos¨¦ Manuel Esteve. As¨ª, las directrices educativas que busquen la reducci¨®n de agresiones en el ¨¢mbito escolar deben encaminarse a un trabajo previo y de refuerzo de la imagen que el alumno tiene de s¨ª mismo en lugar de limitarse a intervenciones represivas despu¨¦s de ser cometidas las ofensas. Los cimientos para que un ni?o se encuentre feliz con su propia persona superan la barrera de la escuela y han de levantarse desde la familia y el c¨ªrculo de amigos.
El trabajo confirma que los estudiantes que 'se sienten infravalorados, faltos de afecto, que no son aceptados por los dem¨¢s y que son objeto de burlas o de marginaci¨®n por compa?eros, profesores o familiares son los que m¨¢s tienden a utilizar conductas agresivas, mientras que conforme aumenta el autoconcepto [autoestima], cuanto m¨¢s se valoran ellos mismos, estos comportamientos desaparecen'. Las actitudes difieren seg¨²n el g¨¦nero, siendo las alumnas menos proclives a la violencia.
Los resultados del estudio se extraen de las respuestas de 482 estudiantes de Melilla y otros 1.404 del Campo de Gibraltar (L¨ªnea de la Concepci¨®n, San Roque y Algeciras) como exponentes de interculturalidad en las aulas con cristianos, musulmanes, hebreos, gitanos e hijos de matrimonios hispano-musulmanes. A pesar de que los niveles de amor propio son paralelos de una cultura a otra, las conductas violentas son desiguales de una zona geogr¨¢fica a otra, ya que los alumnos del Campo de Gibraltar justifican m¨¢s f¨¢cilmente la agresi¨®n y la consideran socialmente m¨¢s aceptable que los melillenses, con una diferencia de casi seis puntos.
Diferencias culturales
En referencia a las peculiaridades culturales en la zona del Campo de Gibraltar, ¨²nica de las dos zonas donde se incluye al colectivo gitano, Esteve explica que los representantes de esta etnia superan al resto de grupos en la justificaci¨®n de la agresi¨®n. La diferencia con el grupo hispano-musulm¨¢n casi alcanza los 10 puntos. Adem¨¢s, los alumnos roman¨ªes se sienten m¨¢s capaces para efectuar ataques, con respuestas que los sit¨²an tres puntos por encima de los hispano-musulmanes, los que se consideran menos aptos para ser violentos.
En la misma direcci¨®n, las encuestas revelan que los ni?os gitanos encuentran m¨¢s dificultades para reprimirse y no agredir en una situaci¨®n conflictiva.
La investigaci¨®n no relaciona estos datos del colectivo gitano con el nivel de autoestima que tienen los escolares y lanza la hip¨®tesis de que esta tendencia a justificar la violencia sea el resultado de la transmisi¨®n cultural. Por tanto, Esteve aboga por analizar el legado de valores de padre a hijo.
Sobre la poblaci¨®n melillense en la que s¨ª se han incluido alumnos hebreos, estos son, seg¨²n la investigaci¨®n, son los que menos justifican la agresi¨®n, los que consideran m¨¢s negativa una acci¨®n violenta y los que menos mecanismos psicol¨®gicos tienen para reaccionar de forma agresiva. En Melilla, el grupo m¨¢s proclive a conductas violentas es el musulm¨¢n, seg¨²n el estudio. La interpretaci¨®n de estos resultados es equiparable a la circunstancia de los alumnos gitanos en el Campo de Gibraltar, por lo que la agresividad puede ser producto de la transmisi¨®n cultural.
Los alumnos del Campo de Gibraltar, sean hebreos, cristianos, musulmanes o hispano-musulmanes, se ven igual de capaces para agredir. Adem¨¢s, demuestran las mismas capacidades para no atacar en contextos que lo propicien.
A pesar de que Andaluc¨ªa cuenta con programas de interculturalidad 'excelentes', estas directrices 'no est¨¢n suficientemente difundidas y la gran masa de profesores no los conocen', concluye Esteve.
V¨¢ndalos intimidatorios
Los alumnos ecuatorianos que acuden al IES Miguel de Cervantes, de Sevilla, son las ¨²ltimas v¨ªctimas de las agresiones vand¨¢licas que se suceden en el centro desde que comenz¨® el curso y que no han sido atajadas a pesar de las reiteradas denuncias y quejas de los responsables del instituto a la Delegaci¨®n Provincial de Educaci¨®n. El mobiliario fue inicialmente el blanco predilecto de los ataques de un grupo de j¨®venes. La vicedirectora del instituto, Rosa Llamazares, calcula que s¨®lo en reposici¨®n de cristales se han gastado desde entonces unos 4.200 euros (alrededor de 700.000 pesetas), pero la situaci¨®n ha empeorado a la vuelta de las vacaciones de Navidad.
Llamazares explica que se intensificaron las agresiones f¨ªsicas contra algunos alumnos -dos de ellos tuvieron que recibir asistencia m¨¦dica- y, en los ¨²ltimos d¨ªas, contra los cuatro ecuatorianos escolarizados entre 640 estudiantes. J. P. A., de 16 a?os, ha sido el m¨¢s perjudicado del grupo: recibi¨® pu?etazos y amenazas a la salida de clase. Sus padres, avisados desde el centro para que acudiesen a recogerlo, no corrieron mejor suerte: fueron recibidos a naranjazo limpio por la pandilla juvenil. A pesar de ello, la familia opt¨® por no denunciar el hecho a la polic¨ªa.
Desde entonces, Llamazares ha optado por escoltar a diario la salida de los alumnos ecuatorianos, despu¨¦s de comprobar que la respuesta policial llega tarde o resulta insuficiente. 'El polic¨ªa de proximidad los ahuyent¨® los primeros d¨ªas, pero luego tambi¨¦n comenzaron a lanzarle naranjas', se?ala.
El temor que sienten los escolares, amedrentados ante el grupo que salta la tapia durante el recreo y que luego les espera a la salida de clase, ha empujado a los estudiantes a convocar un encierro para hoy, que cuenta con el apoyo del profesorado y los padres. Reivindican protecci¨®n policial para disuadir a los agresores con el objetivo de que la vida del centro vuelva a la normalidad. Por otra parte, la asociaci¨®n de padres y madres del colegio p¨²blico Calvo Sotelo, de Sevilla, se concentrar¨¢ hoy para exigir un servicio de vigilancia por las tardes que permita las actividades extraescolares, informa Europa Press.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.