De pachanga a la final
El Deportivo paga su desidia con un empate ante Figueres, pero nunca temi¨® por su pase
Cuando a¨²n expiraba enero, se hizo verano en Riazor. A la noche no le falt¨® su lluvioso adorno invernal, pero el f¨²tbol se visti¨® con ropas estivales y evoc¨® durante hora y media la c¨¢lida molicie veraniega. Javier Irureta, el t¨¦cnico del Deportivo, se hab¨ªa afanado en la v¨ªspera por realzar la dimensi¨®n hist¨®rica del partido de anoche. Desde la perspectiva de la estad¨ªstica, no le faltaba raz¨®n: el Deportivo acudir¨¢ a la final de Copa por segunda vez en sus casi cien a?os de vida. Pero a la hora de la verdad, el choque -toda una semifinal- fue lo que estaba condenado a ser: una pachanga que devolvi¨® a Riazor la memoria de las comodidades veraniegas. Que el Figueres diese la vuelta a la eliminatoria era tan quim¨¦rico como suspender la ley de la gravedad. Por eso result¨® tan meritorio que el improbable y modesto semifinalista defendiese su suerte con la dignidad que puso en el empe?o. Su actitud contrast¨® con el desinter¨¦s del Deportivo, castigado al final con un penalti y un empate deshonroso, que, eso s¨ª, no le dej¨® sin final.
DEPORTIVO 1| FIGUERES 1
Deportivo: Nuno; Scaloni, C¨¦sar, Donato, Capdevila; Jos¨¦ Manuel, Emerson, Duscher, Djalminha (Sergio, m.78); Diego Trist¨¢n (Amavisca, m.68) y Pandiani. Figueres: Caballero; Fernando, Salas (Serra, m.24), Dani Fern¨¢ndez, Ruano; Freixa (Eloi, m.75), Algar, Pep Pag¨¦s (Piti, m.46), Arnau; Juli y Pe?a. Goles: 1-0. M.5. Jos¨¦ Manuel remata a placer tras un centro de Diego Trist¨¢n en jugada iniciada por Djalminha. 1-1. M.91. Piti transforma por bajo un penalti decretado por P¨¦rez Burrull tras una acci¨®n de C¨¦sar sobre Pe?a. ?rbitro: P¨¦rez Burrull. Mostr¨® tarjeta amarilla a Pe?a, Ruano, Arnau, Scaloni, Emerson y C¨¦sar. Unos 15.000 espectadores en Riazor. El Deportivo se clasifica por un global de 2-1 y se clasifica para disputar la final de la Copa del Rey.
El gran m¨¦rito del Figueres fue que se mantuviese vivo despu¨¦s de que todas las circunstancias se hab¨ªan conjurado para sacarle del partido cuando no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar. Seguramente el Figueres hab¨ªa tenido un sue?o y a punto estuvo de materializarse en el minuto 4. Con el Deportivo a¨²n frot¨¢ndose los ojos para desperezarse, Juli se atrevi¨® con un sombrerito sobre la defensa local y permiti¨® a Pe?a encarar a Nuno. El disparo se fue desviado y la ley del m¨¢s fuerte se impuso de inmediato. El Deportivo respondi¨® al atrevimiento s¨®lo un minuto despu¨¦s con una pared entre Trist¨¢n y Djalminha que propici¨® el gol de Jos¨¦ Manuel. Parec¨ªa la puntilla para el Figueres, pasto f¨¢cil para la reconstituyente goleada de un Deportivo que anda necesitado de alegr¨ªas.
Pero el Deportivo, exquisito de modales, quiso comportarse con magnanimidad. Encomiable actitud moral, aunque fuese m¨¢s producto de la pereza que del respeto al contrario. Anoche era verano, estaci¨®n propicia a los buenos sentimientos. El Deportivo se dedic¨® al paseo y a medida que se iba recreando m¨¢s en su agradable deambular, el Figueres pudo reponerse del hachazo inicial. La mejor virtud del Figueres fue que nunca intent¨® ir m¨¢s all¨¢ de sus limitaciones. Se aferr¨® a su buena organizaci¨®n, se mantuvo acurrucado en su campo, entorpeciendo todas las acciones del rival, y cuando vio terreno por delante, lanz¨® el inevitable contragolpe. Y aunque la diferencia de calidad quedaba de manifiesto cada vez que el Figueres traspasaba el medio del campo, la fe y el aplomo le bast¨® para mantener vivo el choque.
Entre la dimisi¨®n deportivista y la irreprochable profesionalidad del Figueres, la incertidumbre sobre el marcador, que parec¨ªa tan sentenciado al inicio, se prolong¨® casi toda la noche. El Figueres hasta fue capaz de crear tres o cuatro ocasiones bastante decentes y provocar un penalti en el minuto final. Un m¨¦rito para el modesto, aunque tambi¨¦n es cierto que hay d¨ªas que la defensa del Deportivo conceder¨ªa ocasiones hasta al equipo de la polic¨ªa municipal. Al descanso del partido, los de Segunda B hab¨ªan lanzado tantos saques de esquina como los de Primera. Reveladora estad¨ªstica: el ganador, el Depor, no estaba en el partido, al que s¨ª dedicaban toda su atenci¨®n los que se sab¨ªan condenados a perder.
Las ¨²nicas alegr¨ªas para el Depor las trajo Diego Trist¨¢n, al que anoche le salieron sus primeros regates de los dos ¨²ltimos meses. El controvertido ariete no marc¨®, pero al borde del descanso envi¨® al poste una elegante vaselina. De los pocos momentos luminosos de la noche, que transcurri¨® entre los sobresaltos cada vez m¨¢s espor¨¢dicos de un Figueres que fue perdiendo fuelle y el notorio desinter¨¦s del Deportivo. Verano en enero: una pl¨¢cida pachanga que llev¨® a los de Irureta directamente a la final de Copa. Aunque con el sonrojo de un empate.
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