'A los talibanes detenidos se les trata como prisioneros de guerra'
La guerra contra el terrorismo ha puesto el mandato del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR) -ayudar y proteger a las v¨ªctimas de los conflictos- bajo circunstancias hasta ahora desconocidas, comparadas con anteriores contiendas. El 11 de septiembre parece haber creado un nuevo tipo de guerra: el conflicto entre un Estado -en este caso una potencia mundial- y una organizaci¨®n terrorista mundial liderada por un ¨²nico individuo, Osama Bin Laden. Algunas son las voces que denuncian la p¨¦rdida de libertades civiles y el riesgo que corren los derechos humanos. 'A mi juicio, no hay ninguna raz¨®n objetiva para limitar los derechos humanos o el derecho humanitario a causa de esta lucha contra el terrorismo', declar¨® ayer Jakob Kellenberger, presidente del CICR, en conversaci¨®n telef¨®nica desde Ginebra con este peri¨®dico. 'Tengo serias dudas de que pueda hacerse un an¨¢lisis serio diciendo que tras el 11 de septiembre el respeto del derecho humanitario internacional es menor que antes'.
En opini¨®n de Kellenberger, antes del 11 de septiembre ya hab¨ªa muchos problemas en el mundo en cuanto a la falta de respeto al derecho humanitario internacional. 'La ¨²nica diferencia es que la opini¨®n p¨²blica no se fijaba mucho en eso. Ocurre adem¨¢s que part¨ªamos de una situaci¨®n no muy buena en el campo del respeto de los derechos humanos'.
Tras dos a?os al frente del cargo, Kellenberger ha asumido a la perfecci¨®n el esp¨ªritu del Comit¨¦, fundado en 1863. Guardar silencio antes que denunciar. El CICR se define como una organizaci¨®n imparcial, neutral e independiente, que tiene la misi¨®n exclusivamente humanitaria de proteger la vida y la dignidad de las v¨ªctimas de la guerra y de la violencia interna, as¨ª como de prestarles asistencia.
Bajo estas premisas, Kellenberger asegur¨® que Estados Unidos 'est¨¢ tratando a los prisioneros talibanes de Guant¨¢namo (Cuba) como si fueran prisioneros de guerra'. 'En Guant¨¢namo nos dejan trabajar seg¨²n las reglas que aplicamos a los prisioneros de guerra, les podemos prestar asistencia y podemos conversar con ellos sin testigos. La cooperaci¨®n sobre el terreno es correcta, pero queda la divergencia a nivel jur¨ªdico, el hecho de que formalmente EE UU todav¨ªa no los considere prisioneros de guerra. Y esta divergencia no s¨¦ durante cu¨¢nto tiempo se mantendr¨¢'.
Suizo, de 58 a?os, Kellenberger apel¨® entonces a un sentido pr¨¢ctico de la vida a la pregunta de si Washington viola la Convenci¨®n de Ginebra con la detenci¨®n de los presos en la base militar de Guant¨¢namo. 'Me importa poder hacer mi trabajo, porque tambi¨¦n en la vida hay que ser un poco pr¨¢ctico, y pensar en la perspectiva de los prisioneros, lo que importa mucho es que podamos hacer nuestro trabajo en Guant¨¢namo', recalc¨®.
Respecto a los informes sobre la situaci¨®n de los presos que est¨¢n elaborando los delegados del CICR enviados a la base en Cuba hace m¨¢s de 10 d¨ªas, el presidente del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja volvi¨® a ser contundente: 'Hay cosas que no podemos comunicar. No hacemos jam¨¢s comentarios p¨²blicos sobre lo que vemos en nuestrsa visitas. Esto es una regla muy importante. Ahora todo el mundo se fija en lo que ocurre en Guant¨¢namo, pero el CICR visita a m¨¢s de 200.000 detenidos en otros pa¨ªses -5.000 en Afganist¨¢n- y se aplican las mismas reglas de comunicaci¨®n en todos los casos'.
El CICR no va a hacer p¨²blicas las nacionalidades de los activistas de la red terrorista Al Qaeda detenidos en la base militar estadounidense de Guant¨¢namo. De hecho, como confirm¨® ayer Kellenberger, el CICR s¨®lo informar¨¢ en caso de que los Gobiernos afectados as¨ª lo reclamen. Respecto a la existencia de espa?oles entre los presos detenidos en la base, el Gobierno espa?ol tendr¨¢ oportunidad de conversar con el presidente de la organizaci¨®n internacional con sede en Ginebra el pr¨®ximo lunes d¨ªa 4, fecha en la que el suizo iniciar¨¢ su primera visita oficial a Espa?a.
Ante el nuevo escenario surgido tras los atentados contra Estados Unidos, Kellenberger se mostr¨® convencido de que 'el respeto de las reglas que existen en el derecho humanitario no es en ning¨²n modo un obst¨¢culo en la lucha contra el terrorismo. Este punto me parece muy importante. A mi juicio, no se puede decir que el respeto de las reglas que existen es un obst¨¢culo a la eficacia de la lucha contra el terrorismo'.
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