Renovaci¨®n con mucha solera

En 1846 los ocasos diarios de sol y luna en Valencia se calcuban -'en horas de tiempo medio civil'- con arreglo al Observatorio Nacional de la Marina de la ciudad de San Fernando, que situaban la posici¨®n geogr¨¢fica de la capital del Turia en la longitud de 0 h. 23 m. 40 s. al Este de dicho observatorio y en la latitud de 39? 32' Norte. No ser¨ªa hasta octubre de 1868 cuando, nada m¨¢s aprobarse el Decreto de Instrucci¨®n P¨²blica, el rector de la Universidad de Valencia solicitara de inmediato, el 2 de noviembre, a la Diputaci¨®n que autorizara la creaci¨®n de la Facultad Libre de Farmacia.

El rector buscaba, con ello, revivir la 'continuidad' de unos estudios de Ciencias cuya primera existencia documentada data de 1329, logrando sobrevivir en medio de claroscuros pol¨ªticos y avatares centralistas que eclipsaron por un tiempo el esplendor renacentista que hab¨ªa alcanzado su cl¨ªmax en 1551, cuando se autoriz¨® el Real Colegio de Boticarios de la Ciudad de Valencia, cuyos fueros le fueron 'despose¨ªdos' en los opacos a?os del Absolutismo.

No ser¨¢, pues, hasta el florecimiento del racionalismo cient¨ªfico del XIX cuando el legendario Estudi General de Val¨¨ncia, transformado ya en Universidad, recupera su potestad de impartir unos estudios que le hab¨ªan sido vetados en persona por Fernando VII.

Con el positivismo decimon¨®nico naci¨® tambi¨¦n el emblem¨¢tico edificio dec¨® que acogi¨® la Facultad de Ciencias y la de Farmacia en las postrimer¨ªas del franquismo [trasladada en 1991 a Burjassot] -que conserva en su c¨²pula aquel Observatorio Astron¨®mico de Valencia.

Considerado una joya racionalista, este edificio proyectado en 1933 por el arquitecto Mariano Peset Aleixandre, ha sido rehabilitado para acoger el futuro equipo rectoral que saldr¨¢ electo el 26 de febrero con la misi¨®n de gestionar el destino de la secular instituci¨®n acad¨¦mica superior, en una de las etapas m¨¢s complicadas de la democracia tras la entrada en vigor el 20 de enero de la cuestionada y, al parecer, poco europe¨ªsta reforma universitaria emprendida por el Gobierno popular de Aznar.

Sobre un escenario de 8.500 metros cuadrados ¨²tiles se asentar¨¢n -en el modern¨ªsimo 'Nivel 4'- la Secretar¨ªa General, el Gabinete de Prensa, el de Traducci¨®n y el Tribunal de Greuges, as¨ª como el nuevo equipo que se har¨¢ cargo del Rectorado en sustituci¨®n del de Pedro Ruiz Torres, quien se trasladar¨¢ all¨ª s¨®lo por unas semanas y de manera casi 'simb¨®lica', el lunes 11 de febrero. Ser¨¢ una especie homenaje gr¨¢fico a quienes han hecho posible esta renovaci¨®n con mucha solera que comenz¨® el a?o pasado, una vez terminada la complicada redistribuci¨®n de los cerca de 40.000 universitarios que, a mediados de los noventa, al comienzo de su gesti¨®n, se agolpaban en las escaleras de los viejos aularios del c¨¦ntrico campus de Blasco Ib¨¢?ez con m¨¢s voluntad que espacio real.

Con una inversi¨®n de 15 millones de euros (unos 2.500 millones de pesetas), los trabajos de rehabilitaci¨®n han logrado devolver al edificio com¨²nmente conocido como el Observatorio, la nitidez original de una fachada que, seg¨²n ha citado el especialista Jorge Torres, combina diversos lenguajes arquitect¨®nicos que 'oscilan entre el clasicismo simplificado y la refinada yuxtaposici¨®n de vol¨²menes, heredada de la secesi¨®n y de los escalonamientos de inspiraci¨®n Wieter Werstate'.

A lo largo de esta semana se han ultimado los traslados de las unidades del Registro General y de Estudiantes que por primera vez y, parad¨®jicamente en tiempos en que la flamante Ley Org¨¢nica de Universidades (LOU) restringe considerablemente su participaci¨®n en los ¨®rganos democr¨¢ticos universitarios, ocupar¨¢n toda una planta: el 'Nivel O'. En ella se han distribuido el Aula de Inform¨¢tica, salas de reuniones y tres grandes espacios independientes, entre ellos uno para uso del Servicio de Estudiantes. En conjunto, los cinco niveles o plantas albergar¨¢n todos los servicios centrales, econ¨®micos y administrativos de la Universidad.