Cuatro m¨¦dicos, penados por la muerte de una mujer tras una operaci¨®n est¨¦tica

Cuatro m¨¦dicos de una cl¨ªnica est¨¦tica madrile?a tendr¨¢n que indemnizar con 270.455 euros (45 millones de pesetas) a las hijas de Elizabeth C. C., de 37 a?os, que falleci¨® el 26 de febrero de 1997 tras someterse a una operaci¨®n para aumentar sus pechos en la cl¨ªnica Alpha Quir¨²rgica. As¨ª se recoge en una sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que declara a los facultativos 'autores criminalmente responsables' de una falta de homicidio por imprudencia leve. El tribunal anula otra sentencia de la Audiencia Provincial que hab¨ªa absuelto a los m¨¦dicos.

La secci¨®n 17? de la Audiencia Provincial juzg¨® en su d¨ªa el caso de Elizabeth C. C. y sentenci¨® el 27 de enero de 2000 que los m¨¦dicos Jos¨¦ Luis D¨ªaz, Sonsoles Mart¨ªn, Juan Luis Revuelta y Alberto Mart¨ªn, para los que el fiscal ped¨ªa tres a?os de c¨¢rcel por homicidio imprudente, no eran responsables de la muerte de la paciente. 'No se acredit¨® que el resultado fatal acaecido fuera debido directamente a una conducta il¨ªcita o reprochable penalmente de los acusados', afirmaba la sentencia. Para los jueces, sin embargo, resultaba 'inexplicable' que la cl¨ªnica, pese a la gravedad de Elizabeth, tardase tres horas en avisar a una ambulancia para llevarla a otro hospital m¨¢s cualificado para atenderla.

Tras un recurso de casaci¨®n interpuesto por los abogados de la familia, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo presidida por Carlos Granados P¨¦rez ha anulado la sentencia de la Audiencia Provincial y ha declarado a los cuatro m¨¦dicos 'criminalmente responsables' de una falta de homicidio por imprudencia leve y los ha condenado a la pena de dos meses de multa con una cuota diaria de 30 euros. Adem¨¢s, deber¨¢n indemnizar a las tres hijas de la fallecida, menores de edad, con 270.455 euros. Si hubiera insolvencia econ¨®mica, la cantidad tendr¨¢ que ser asumida por la cl¨ªnica Alpha Quir¨²rgica, SL, como responsable civil subsidiaria o, en su caso, por las tres entidades que tienen suscritas p¨®lizas de responsabilidad civil, tanto con la cl¨ªnica como con dos de los procesados.

El alto tribunal considera probado que Elizabeth C. C., de 37 a?os, fue sometida a una 'mamoplastia bilateral' para aumentar el tama?o de los pechos, a las nueve de la noche del 21 de febrero de 1997 en la cl¨ªnica Alpha Quir¨²rgica. La intervenci¨®n fue practicada por el cirujano Jos¨¦ Luis D¨ªaz, de 37 a?os, asistido por la anestesista Sonsoles Mart¨ªn, de 35 a?os.

Una vez concluida la cirug¨ªa est¨¦tica, Elizabeth fue trasladada a una habitaci¨®n de la cl¨ªnica y qued¨® bajo el cuidado de otro de los acusados, el m¨¦dico Juan Luis Revuelta, de 44 a?os. Cinco horas despu¨¦s de la operaci¨®n, la paciente 'present¨® un cuadro de opresi¨®n tor¨¢cica' que desemboc¨®, seg¨²n la sentencia, en una disnea (dificultad para respirar).

El m¨¦dico de guardia le suministr¨® el tratamiento que consider¨® adecuado y, a la ma?ana siguiente, avis¨® a la anestesista, quien sugiri¨® que se le aumentara la medicaci¨®n. Sonsoles Mart¨ªn se person¨® despu¨¦s en el centro y, tras comprobar el empeoramiento de Elizabeth, sugiri¨® su traslado a un hospital dotado de m¨¢s medios.

El m¨¦dico de guardia avis¨®, entonces, al coordinador de la cl¨ªnica, Alberto Mart¨ªn, de 45 a?os -otro de los acusados-, de la necesidad del traslado y ¨¦ste, a su vez, pidi¨® una ambulancia a la empresa Europa, que en ese momento estaba saturada y no dispon¨ªa de veh¨ªculos.

La paciente, en coma

'Los tres facultativos responsables de su salud [de Elizabeth] as¨ª como el coordinador de la cl¨ªnica no hacen nada, durante horas, para que se haga efectivo el traslado requerido. La situaci¨®n llega a degradarse de tal modo que se hace necesaria la intubaci¨®n de la paciente y s¨®lo cuando alcanza tan intensa gravedad se les ocurre llamar a una ambulancia del 061, que se presenta en pocos minutos y traslada a la paciente intubada y en estado de gravedad a otro centro hospitalario', se?ala la sentencia. La mujer entr¨® en coma en el hospital Ram¨®n y Cajal y falleci¨® cinco d¨ªas despu¨¦s.

Los forenses que practicaron la autopsia al cad¨¢ver manifestaron que debi¨® procederse de inmediato al traslado de la paciente a un hospital suficientemente dotado de medios de diagn¨®stico y de tratamiento, con lo que probablemente, indica la sentencia, 'se hubiera frenado el proceso evolutivo'. Los acusados, seg¨²n el tribunal, 'omitieron realizar la acci¨®n determinada que les era exigida cuando ten¨ªan plena capacidad para realizarla'.

Elizabeth C. C., divorciada, era una secretaria de alta direcci¨®n que manten¨ªa con sus ingresos a sus tres hijas menores.