Sangre azul en IBM

'Sam sangra azul'. Lou Gerstner, el presidente de IBM, utilizaba hace poco esta met¨¢fora para demostrar el grado de dedicaci¨®n de su segundo, Sam Palmisano, a la compa?¨ªa inform¨¢tica, conocida en el sector como gigante azul o Big Blue. Gerstner anunci¨® el pasado martes que dejaba la presidencia de IBM en manos de Palmisano, despu¨¦s de una gesti¨®n casi m¨ªtica de nueve a?os, en la que sac¨® a la compa?¨ªa de un profundo agujero negro de p¨¦rdidas, despistes tecnol¨®gicos y errores empresariales. Las acciones de IBM han ganado ligeramente esta semana, pero algunos analistas creen que la sangre azul de Palmisano puede ser un obst¨¢culo para un gestor que, en teor¨ªa, deber¨¢ tomar decisiones dr¨¢sticas en una compa?¨ªa y un sector con problemas.

Palmisano, de 50 a?os de edad, es el octavo presidente de esta multinacional casi centenaria. Ha pasado toda su carrera en IBM, casi 30 a?os, y ha trabajado en la mayor parte de las divisiones de la compa?¨ªa. Ha dirigido IBM Global Services, el ¨¢rea de servicios de la empresa y, probablemente, la divisi¨®n m¨¢s importante de IBM desde que Gerstner tom¨® el mando. En este puesto, Palmisano ha logrado aumentar un 30% los ingresos por servicios de IBM -un tradicional vendedor de grandes m¨¢quinas- y tambi¨¦n fue el responsable de la venta a AT&T de la red de comunicaciones de IBM por 5.000 millones de d¨®lares. Palmisano trabaj¨® tambi¨¦n en el ¨¢rea de PC -que IBM ya ha dejado de fabricar, aunque no de vender- y en la de servidores empresariales. Fue en este puesto donde el sector comenz¨® a o¨ªr de ¨¦l por su decisivo apoyo al sistema operativo gratuito y libre Linux, frente al Windows de Microsoft. Ahora, todos los productos de IBM pueden funcionar con Linux, lo que ha abierto una brecha m¨¢s en las complicadas relaciones que siempre han tenido IBM y Microsoft.

Los colegas de Palmisano, que toc¨® durante un tiempo el saxof¨®n con los Temptations, le consideran abierto, dialogante y cercano, muy diferente a Gertsner, que ten¨ªa cierta fama de ogro. El problema es que tanto IBM, en particular, como el sector de la tecnolog¨ªa, en general, viven tiempos complicados, y los accionistas exigen medidas dr¨¢sticas para salvar sus inversiones. Los ingresos de IBM en el ¨²ltimo trimestre han descendido en todas las ¨¢reas, excepto el software, y el gasto de las empresas de tecnolog¨ªa cay¨® en 2001 por primera vez en 10 a?os.Tampoco ser¨¢ sencillo suceder al carism¨¢tico Gertsner, que aument¨® el valor de la empresa un 800% durante su gesti¨®n.