El banquero de los pobres
Muhammad Yunus, el inventor de los microcr¨¦ditos, visita el barrio m¨¢s pobre de Granada
Muhammad Yunus es un importante banquero que tiene m¨¢s de 2,5 millones de clientes en todo el mundo y acaba de llegar a Espa?a para recibir hoy un premio de manos de la reina Sof¨ªa. El economista ha aprovechado su viaje para mantener en Granada una importante reuni¨®n de negocios con clientes en potencia: gitanos, inmigrantes, amas de casa, pensionistas, ni?os de familias con dificultades y el resto de representantes de los 30.000 vecinos que viven en la zona norte de la ciudad, el barrio granadino m¨¢s deprimido.
Yunus, es un economista de Bangladesh que ha conseguido crear uno de los bancos de mayor arraigo en todo el mundo, el Banco Grameen, tambi¨¦n llamado Banco de los Pobres. Pero sus clientes no son pr¨®speros empresarios ni hombres ricos con cuentas multimillonarias, sino personas (en especial mujeres) sin ninguna posesi¨®n, gente que tiene proyectos y carece de dinero para llevarlos a la pr¨¢ctica. Este hombre ayud¨® a mujeres de Bangladesh hace m¨¢s de 25 a?os a comprar elementos tan imprescindibles para su despegue econ¨®mico como una cabra, o un m¨¢quina de coser. Ese fue el principio de los microcr¨¦ditos que hoy se est¨¢n implantando en muchos pa¨ªses del tercer mundo y zonas deprimidas del mundo desarrollado.
Yunus invent¨®, pues, esos pr¨¦stamos para pobres cuyo funcionamiento explic¨® ayer a los vecinos de la zona norte de Granada ante la mezcla de perplejidad y excepticismo que ¨¦stos demostraban. No se acababan de creer que una entidad diera dinero a personas que no ten¨ªan recursos para avalar su cr¨¦dito. Parec¨ªa el cuento de la lechera. Pero Yunus quiso demostrar a sus interlocutores que sus palabras eran realidad y pidi¨®, all¨ª, sobre la marcha, cinco personas que estuvieran dispuestas a obtener un cr¨¦dito de su banco. Incluso, dio la opci¨®n a ellas mismas para que establecieran la cantidad que necesitaban. Pero no hubo suficientes valientes, s¨®lo la representante de un colectivo de inmigrantes que pidi¨® 6.000 euros para montar una panader¨ªa en el barrio. Yunus explic¨® que la 'cultura de las subvenciones y del subsidio' mermaba mucho la capacidad de iniciativa de las personas en pa¨ªses desarrollados y que le gustar¨ªa poder pedir a los gobiernos que no dieran dinero a los desempleados. 'Pero pensar¨ªan que estoy loco', agreg¨®.
Yunus visit¨® un centro de atenci¨®n familiar del barrio, donde se atiende a 65 ni?os de 0 a 3 a?os. Yeni, una de esas ni?as, a¨²n no sabe andar ni hablar, pero parece saber distinguir de forma muy precoz donde est¨¢ el negocio. En cuanto vi¨® aparecer a Yunus se abraz¨® a su cuello y se resisti¨® de una forma inesperada a separarse de ¨¦l. Mientras el economista demostraba su orgullo, una de las monitoras del centro encontr¨® la explicaci¨®n: el rostro oscuro del padre es tan similar al de Yunus que los ha confundido.
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