Rev¨¢lida

?Pa¨ªs ignorante! Es verdad lo que dice Aznar: ¨¦ste es el pa¨ªs del fracaso escolar. Expresi¨®n ambigua. ?Es el escolar el que fracasa, o es el pa¨ªs el que no le saca adelante? ?Desde cu¨¢ndo? No tiene raz¨®n en cambio Aznar cuando se defiende de la historia, como dijo en el homenaje a Altamira (me da apuro verle en la Residencia: hay incompatibilidades). La historia es torpe, est¨¢ mal escrita, deformada, pero de ella salen algunas lecciones. ?ste no fue siempre un pa¨ªs de ignorantes. Tuvo un siglo XIX enormemente vivo -tanto, que Franco dec¨ªa mucho 'el maldito siglo XIX'-, con impregnaciones de la Revoluci¨®n Francesa, intentos de anticlericalismo, ciertas luces de la Ilustraci¨®n, conspiradores republicanos. Sali¨® de ¨¦l el XX, que fue, en materia de cultura y de ense?anza, el mejor de toda la historia de Espa?a: un siglo de oro del pensamiento, las ciencias, la investigaci¨®n: el siglo de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza.

Pero Franco desterr¨® la cultura, la persigui¨®, la encerr¨®, la expuls¨® y la sustituy¨® por la falsa ense?anza: se falsific¨® la historia y la ciencia, y hasta los grandes matem¨¢ticos fueron mal mirados. Se prohibi¨® a los escritores, a los fil¨®sofos, a los poetas. Se hizo un cine bestial y un teatro ani?ado. Se formaron en las escuelas y las universidades, con paso por el Frente de Juventudes, las personas que hab¨ªan de llegar al poder: bancario o ganadero, cient¨ªfico y pol¨ªtico, empresarial. Salieron de sus escuelas y universidades, aunque algunos tuvieron la suerte de que en sus casas los pudieran limpiar de la suciedad acad¨¦mica (pero no han llegado a nada: sab¨ªan demasiado).

Es un acontecimiento biol¨®gico y sociol¨®gico: las generaciones se suceden, y ha llegado ahora una de las peores. Es la de Aznar y los chicos que jugaban con ¨¦l de ni?o, y los de las fincas y las cazas. Es natural que de esta generaci¨®n no ilustrada, no laica, no culta, est¨¦n saliendo escolares a los que se hace fracasar, sin ninguna creencia en lo que aprenden. Se ense?a lo incre¨ªble: no se lo creen. Su subconsciente les hace ver que todo va mal, y su instinto zool¨®gico los lleva al regreso. Aunque sea por lo mec¨¢nico, lo administrativo, lo m¨¢s tonto: la rev¨¢lida, la ense?anza privada, el regreso a los oficios. Por eso me causa cierta grima ver a Aznar en la Residencia. Llega con demasiados a?os de retraso y no a aprender, sino a ense?ar.