Max Perutz, una vida dedicada a la hemoglobina
El mi¨¦rcoles 6 de febrero, a primera hora del d¨ªa, muri¨® de c¨¢ncer Max Perutz, a los 87 a?os. Premio Nobel de Qu¨ªmica en 1962, Perutz fue uno de los cient¨ªficos fundadores de la biolog¨ªa molecular.
Nacido en Austria y de origen jud¨ªo, empez¨® su tesis doctoral en 1936 en el famoso laboratorio Cavendish, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido). El tema de su tesis fue nada menos que la determinaci¨®n de la estructura tridimensional de una prote¨ªna, la hemoglobina, que transporta el ox¨ªgeno por nuestra sangre y le confiere el color rojo. En 1936 tal cosa era poco menos que una locura: se trataba de utilizar la difracci¨®n de rayos X para resolver el rompecabezas de los miles de ¨¢tomos que forman una prote¨ªna. Hasta entonces esta t¨¦cnica, que precisa cristalizar las sustancias a estudiar, s¨®lo se hab¨ªan utilizado para determinar la estructura de peque?as mol¨¦culas, a lo sumo de una docena de ¨¢tomos.
Por su ascendencia germ¨¢nica, al estallar la II Guerra Mundial Perutz fue deportado por el Gobierno brit¨¢nico a un campo de concentraci¨®n en Canad¨¢, interrumpi¨¦ndose su trabajo. La influencia de sus colegas consigui¨® rescatarlo. De vuelta a Inglaterra y acabada la guerra, no fue hasta 1953 que Perutz tuvo la idea genial de introducir ¨¢tomos pesados en los cristales de hemoglobina. As¨ª consigui¨® localizar esas marcas primero y reconstruir despu¨¦s la estructura de la prote¨ªna entera. Ello, tras m¨¢s de 20 a?os de esfuerzo, le vali¨® el Premio Nobel junto a John Kendrew, que resolvi¨®, en el mismo laboratorio, la estructura de la mioglobina -una prote¨ªna similar, pero m¨¢s peque?a, que est¨¢ en el m¨²sculo-. Perutz, durante toda su vida, sigui¨® trabajando con la misma prote¨ªna de la sangre. Descubri¨®, entre otras muchas cosas, c¨®mo cambiaba su forma cuando transportaba ox¨ªgeno y as¨ª estableci¨® las bases moleculares de este crucial aspecto de nuestra propia respiraci¨®n.
Max Perutx siempre estuvo muy preocupado por las implicaciones m¨¦dicas de sus descubrimientos, pero su gran contribuci¨®n es la t¨¦cnica utilizada para resolver la estructura tridimensional de las prote¨ªnas. ?l abri¨® as¨ª un campo de la biolog¨ªa molecular que ha tenido una explosi¨®n extraordinaria en los ¨²ltimos a?os, con la determinaci¨®n de miles de estructuras y el inicio de lo que hoy se conoce como gen¨®mica estructural: la determinaci¨®n de todas las estructuras proteicas codificadas en el genoma.
Max Perutz estuvo varias veces en Espa?a y hoy quiero recordar su apoyo al nacimiento de la cristalograf¨ªa de prote¨ªnas en nuestro pa¨ªs, formando parte del tribunal que juzg¨® la primera tesis doctoral sobre ese tema. Ya era mayor entonces, pero recuerdo su vitalidad: apenas pod¨ªamos seguirle cuando bajaba las escaleras. Es extraordinario que Max Perutz siguiera trabajando y estando al d¨ªa de los avances cient¨ªficos hasta el ¨²ltimo momento. Hasta anteayer acud¨ªa a los seminarios y hac¨ªa preguntas como si fuera un estudiante reci¨¦n llegado. Incluso el a?o pasado public¨® un peque?o art¨ªculo en la revista Nature, de primer autor. ?Qu¨¦ no dar¨ªa cualquier cient¨ªfico por tener la cabeza as¨ª de despejada hasta el final y poder dedicar toda la vida a una pasi¨®n intelectual!-
, profesor de Investigaci¨®n del CSIC.
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