Un debate abierto

Las relaciones entre Madrid y Barcelona han sido objeto de un intenso debate reflejado en las p¨¢ginas de este diario. El pistoletazo de salida de su fase m¨¢s reciente lo dio un mano a mano entre el presidente de la comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n (PP), y el jefe de la oposici¨®n socialista en Catalu?a, el socialista Pasqual Maragall (v¨¦ase EL PA?S del 13 de mayo de 2001), arbitrado por Jos¨¦ Manuel Romero y Francesc Valls. Ruiz-Gallard¨®n destac¨® la vocaci¨®n de Madrid de mantener relaciones abiertas y fluidas con el resto de las comunidades aut¨®nomas, mientras que, seg¨²n ¨¦l, Catalu?a tend¨ªa al ensimismamiento por efecto del nacionalismo gobernante. Maragall coincidi¨® en ello, pero no dej¨® de destacar la escasa decisi¨®n inversora del Estado en Catalu?a en materia de infraestructuras.

El pasado octubre este debate se vio enriquecido con art¨ªculos de opini¨®n de Josep Ramoneda, Antoni Puigverd, Margarita Rivi¨¨re, Ant¨®n Costas y Francesc de Carreras, entre otros autores. La discusi¨®n hab¨ªa sido propiciada por una serie de informaciones de Andreu Miss¨¦ y Francesc Arroyo (suplemento Catalu?a, 12, 29, 30 y 31 de octubre) que pon¨ªan en cifras esta desigualdad, no s¨®lo debida a la falta de inversiones estatales, sino de la propia Generalitat. Las inversiones previstas por los Presupuestos Generales del Estado en Catalu?a en 2002 son de 2.063 millones de euros. La cifra, presentada por los nacionalistas como un logro de su Gobierno, en realidad representa el 14,5% de las inversiones totales del Estado, por debajo del peso de la econom¨ªa catalana (19%) y de su poblaci¨®n (15,5%) en el conjunto de Espa?a.

Pero a esta asfixia inversora contribuye igualmente la Generalitat, que en 2001 apenas dedic¨® el 11,8% de su presupuesto (de m¨¢s de 15.000 millones de euros) a inversiones, muy por debajo de otras comunidades con el mismo nivel de competencias: Galicia, el 21,7%; Canarias, el 19,6%; la Comunidad Valenciana, el 17,3%, y Andaluc¨ªa, el 15,6%. La comunidad madrile?a, que entonces no ten¨ªa competencias en sanidad, invirti¨® cerca del 20%.

D¨¦ficit cultural

Sucesivas informaciones ilustraron c¨®mo se resent¨ªan de esta tibieza inversora diferentes estructuras b¨¢sicas, como las l¨ªneas ferroviarias (Catalu?a tiene 600 kil¨®metros menos que Madrid), las v¨ªas de calzada ancha (500 kil¨®metros menos) y los aeropuertos (entre 1992 y 2001, las inversiones en Barajas sextuplicaron las registradas en El Prat).

Adem¨¢s un estudio de la Sociedad General de Autores indicaba que entre 1993 y 1997 la producci¨®n cultural represent¨® para Madrid el 44,4% del c¨®mputo total espa?ol, mientras que Barcelona gener¨® el 26,1%.