Las manos prodigiosas
Los traumat¨®logos deportivos de Espa?a se unen y crean una red para coordinar tratamientos
No es f¨¢cil reunirlos a todos. Una cl¨ªnica sevillana lo consigui¨® ayer por primera vez. En ella se dieron cita las manos m¨¢s prodigiosas de la medicina deportiva. ?sas que consiguen que un deportista que cae lesionado, o sufre un aparatoso accidente, se recupere en 'un tiempo record', dicho as¨ª, en su argot y empleando sus propias palabras. Y es que, como dice Jos¨¦ Mar¨ªa Vilarrubias, reconocido traumat¨®logo y experto en cirug¨ªa de rodilla y cadera, 'el deportista de ¨¦lite ya quiere levantarse antes de haberse ca¨ªdo'.
Son m¨¦dicos. Discretos. Ninguno quiere dar nombres ni hablar de los deportistas que curan ni de sus m¨¦todos. Pero todo el mundo sabe que Jos¨¦ Ram¨®n Totay (Sevilla) Rafael Arriaza (A Coru?a) C¨¦sar N¨²?ez-Samper (Madrid), Mikel S¨¢nchez (Vitoria) y Sabino Padilla (Bilbao), adem¨¢s del citado Vilarrubias (Catalu?a), son los que cuidan de la salud y el estado de forma de la mayor¨ªa de los deportistas de ¨¦lite espa?oles.
Miguel Indurain fue durante su vida deportiva la joya de la corona en manos del mago Padilla. Padilla hoy se dedica a vigilar la salud de los jugadores del Atletic de Bilbao.
Totay acaba de recuperar, de un d¨ªa para otro, como suele decirse, al futbolista del Real Madrid, Roberto Carlos, de una tendinitis con sus milagrosas ondas de choque extracorp¨®reas. Vilarrubias recompone y vigila que motoristas como ?lex Crevill¨¦, puedan subirse a la moto a los pocos d¨ªas de haberse ca¨ªdo y roto en pedazos. El gallego Arriaza ha hecho un trabajo impecable con la tibia y el peron¨¦ a Manuel Pablo, futbolista del Deportivo de la Coru?a. 'Ya ha empezado a practicar con el pi¨¦ f¨²tbol-tenis', dice Arriaza, seguro de la recuperaci¨®n de este atleta.
N¨²?ez Samper es el que consigue que el automovilista Carlos Sainz siga en la brecha como si jam¨¢s le hubiese pasado nada, a pesar de los continuos y aparatosos accidentes que ha sufrido.
La lista podr¨ªa ser interminable. En Sevilla se han reunido 22 de estos traumat¨®logos; todos expertos en recuperar deportistas. El motivo de la reuni¨®n ha sido para crear una red de servicios, ¨²nica, mediante la cual, los deportistas que acudan a ellos van a tener a su disposici¨®n la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada, el traumat¨®logo m¨¢s experto y un diagn¨®stico coordinado sobre su lesi¨®n. De este modo, aseguran estos m¨¦dicos, la calidad de vida del deportista y su recuperaci¨®n cuando se lesione estar¨¢ mejor controlada.
Otras ventajas que ofrece esta red es la posibilidad de dise?ar dietas comunes para un grupo determinado de deportistas. Aunque, como dice Padilla, 'cada m¨¦dico, luego, deber¨¢ adaptarla a las especifidades que tiene el atleta que ¨¦l cuida'. Y es que la alimentaci¨®n, aseguran estos expertos, es como la gasolina. 'Sin una dieta adecuada el rendimiento de un deportista nunca ser¨¢ al cien por cien', concluye Padilla.
Psicolog¨ªa y agua milagrosa
Un deportista es un ser especial. Vive para competir al l¨ªmite. 'Medio segundo, para un atleta de velocidad, por ejemplo, puede suponer la gloria que da ser r¨¦cord del mundo, o pasar a ser un mediocre en una carrera de pueblo', comenta Vilarrubias. As¨ª pues, el deportista se exige y exige que su cuerpo funcione al cien por cien. Cuando esto no sucede, una simple lesi¨®n fibrilar aunque sea microsc¨®pica, requiere la intervenci¨®n del experto. Hoy, el traumat¨®logo especializado en medicina deportiva, ayudado de la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada (resonancia magn¨¦tica y otros sistemas de diagn¨®stico digital y por imagen) consigue recuperar en muy poco tiempo esas lesiones que en una persona corriente ser¨ªan insignificantes pero que a un deportista de ¨¦lite le suponen perderse la gloria. Al buen estado f¨ªsico hay que a?adirle la mejor actitud psicol¨®gica. Los traumat¨®logos lo saben. Todos ponen ejemplos (sin citar nombres) de futbolistas, atletas, ciclistas o jugadores de tenis que se recuperan sorprendentemente, incluso antes del tiempo estipulado para ello. Por el contrario, aseguran, hay otros que siempre est¨¢n lesionados o quej¨¢ndose de alg¨²n dolor. El anecdotario que cada domingo se gesta en los campos de f¨²tbol en torno a 'ese agua milagrosa' que vierte el masajista de turno sobre la zona dolorida del futbolista que cae sobre el c¨¦sped, no tiene m¨¢s truco que los gritos de ¨¢nimo que da el cuidador. 'No es el agua, sino las palabras de aliento, lo que hacen que el futbolista se recupere enseguida', aclara el traumat¨®logo catal¨¢n. Pero tambi¨¦n hay lesiones inevitables. Estas son de dos tipos: las relacionadas con el funcionamiento biol¨®gico del deportista que s¨ª, puede acelerarse su proceso de recuperaci¨®n con t¨¦cnicas espec¨ªficas, y las roturas de miembros y articulaciones, por ejemplo. En este caso 'la recuperaci¨®n es la que es', dice Arriaza. Y a?ade: 'Cuando un jugador se rompe una pierna, no sirve correr. Hay que esperar a que los huesos se suelden'. Precisamente Arriaza cuenta una an¨¦cdota personal sobre la importancia del factor psicol¨®gico en el deportista. 'Yo qued¨¦ campe¨®n de Espa?a de k¨¢rate compitiendo con una cadera rota. ?Y no me enter¨¦ del dolor!'
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