Reforma
?Necesita la situaci¨®n de la ense?anza secundaria en Espa?a alg¨²n tipo de reforma? Decir que no, es ignorar los fenomenales problemas que este nivel educativo padece. ?Es la v¨ªa adecuada la propuesta por la ministra Del Castillo? Seguro que no, por el fondo y por la forma de plantearla. Si algo necesita hoy el sistema educativo espa?ol son medidas consensuadas, reformas muy ajustadas, meditadas y graduales que no desencadenen una conmoci¨®n. Y, especialmente, necesita una fuerte voluntad de primar el gasto en este servicio p¨²blico. Ninguna de esas condiciones pol¨ªticas est¨¢n hoy presentes en el seno del partido de Aznar. La ley de Calidad Educativa (?qu¨¦ t¨ªtulo m¨¢s enga?oso!) cae sobre un terreno abonado. Muchos de los que antes aplaudieron, votaron y compartieron la LOGSE, hoy d¨ªa se sienten profundamente agredidos y afectados por dicha ley, empezando por el profesorado de secundaria, antes progresista y hoy inmerso en una profunda par¨¢lisis que no viene a ser sino la imagen corporativa de aquella izquierda pol¨ªtica de los a?os 80. Si, para colmo, el estilo y el contenido opositor es el que ha comenzado a desarrollar el propio Zapatero y la portavoz socialista en educaci¨®n -estilo repleto de lugares comunes y tics demag¨®gicos- mucho nos tememos que no va a ser comprendido por la base electoral que le deber¨ªa dar el gobierno futuro.
La ense?anza secundaria necesitaba desde hace tiempo de importantes reformas internas que frenasen el fracaso de la instituci¨®n educativa y que prestigiaran, en definitiva, la ense?anza p¨²blica. ?sta cada vez m¨¢s est¨¢ abocada exclusivamente a la socializaci¨®n y acogida de aquellos sectores adolescentes m¨¢s castigados por la sociedad de mercado. Si uno desea una opci¨®n de calidad para sus hijos, la ense?anza privada responde a esa demanda. Esa dualizaci¨®n, cada vez m¨¢s fuerte en Espa?a, pens¨¢bamos que iba a ser combatida desde un gobierno con marca de progresista, como el andaluz. Sin embargo, aqu¨ª las peras son las mismas: id¨¦nticos son los problemas, similares los conflictos y escasas las soluciones. Por eso es dif¨ªcil, ahora, movilizar desde Andaluc¨ªa a los propios interesados contra propuestas tan desequilibradoras y peligrosas como las que presenta el PP.
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