La ley les deja sin casa
La urbanizaci¨®n de una zona de Castell¨®n con la LRAU les echa del domicilio donde viven hace 20 a?os
A Pepe ya se lo advirtieron: 'B¨²scate un buen abogado', le dijeron, cuando la zona que rodea su casa se present¨® como una de las urbanizables con la aplicaci¨®n de la Ley Reguladora de la Actividad Urban¨ªstica (LRAU), conocida como ley valenciana del suelo. Jos¨¦ Alba y Carmen Amella comenzaron hace m¨¢s de 20 a?os con los tr¨¢mites para la construcci¨®n de su casa, en una zona cercana a la Bas¨ªlica de Lled¨® de Castell¨®n. Entre huertos y naranjos, escogieron ese lugar porque, pese a estar a pocos minutos del centro de la ciudad, se encontraban en el campo. Solicitaron la licencia de obras y, con todos los papeles en regla, construyeron el domicilio familiar. Ahora, las m¨¢quinas para la construcci¨®n de la carretera que, si nada lo remedia, lo atravesar¨¢, est¨¢n a sus puertas.
Ambos, al igual que sus dos hijos, mantienen todav¨ªa un hilo de esperanza despu¨¦s de que el Tribunal Supremo haya admitido a tr¨¢mite un recurso presentado por su abogado, Miguel Carceller, que alega que el programa urban¨ªstico en el que han sido incluidos contempla el derribo del domicilio familiar y 'omite toda previsi¨®n para preservar el derecho a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad de su domicilio'. ?ste constituye una novedad ya que es la primera vez que la tan recurrida aplicaci¨®n de la LRAU se fija en la posible vulneraci¨®n de un derecho constitucional como es el de la inviolabilidad del domicilio. El letrado ya recurri¨® ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Sin embargo, la sala desestim¨® el recurso por el momento en el que se present¨®, pero se?al¨® en su auto que la vulneraci¨®n pod¨ªa darse en momentos 'ulteriores'.
Seg¨²n se?ala Carceller, mientras la ley se ocupa de los inquilinos, que han de ser realojados en el proceso de urbanizaci¨®n de una zona, los propietarios se ven desamparados. Adem¨¢s, mientras que en el proceso de expropiaci¨®n forzosa la administraci¨®n s¨ª que atiende la existencia de una actividad profesional, la ley del suelo no lo hace.
La familia Alba califica la ley de 'perversa'. Para ello se basan en que la propiedad que han 'labrado' en los ¨²ltimos 20 a?os, 288 metros cuadrados de vivienda sobre 1.200 de parcela cuya contribuci¨®n es urbana, queda reducida a 375 metros de suelo en tres parcelas urbanizables, por las que, adem¨¢s, han de desembolsar varios millones para su urbanizaci¨®n. Con casi 60 a?os, el cabeza de familia no sabe de d¨®nde sacar las ganas y el dinero, y menos despu¨¦s del litigio, para levantar una nueva casa. En el caso de optar por la venta, la tasaci¨®n de sus pertenencias se ha fijado en 20 millones de pesetas, mientras que los pisos que se construir¨¢n sobre sus terrenos se venden por 36 millones y los adosados por una cifra cercana a los 50 millones. Con estos datos, parece claro que, por lo menos, se habr¨¢n de ir a vivir a otro lugar. Eso sin contar con que la principal fuente de ingresos de la familia quedar¨ªa sin lugar donde desarrollarse. 'Ser¨¢ legal, pero es un atraco', aseguran.
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