El presidente Ch¨¢vez asegura que 'no hay riesgo de rebeli¨®n militar' en Venezuela
Los dos oficiales sublevados depondr¨¢n hoy su actitud ante la falta de apoyo en los cuarteles
El coronel de aviaci¨®n y el capit¨¢n de la Guardia Nacional sublevados el jueves contra Hugo Ch¨¢vez depondr¨¢n hoy su actitud despu¨¦s de haber comprobado que la actual correlaci¨®n de fuerzas impide el pretendido derrocamiento del presidente. El jefe rebelde, Pedro Soto, de 48 a?os, y el oficial que secund¨® su protesta, Pedro Jos¨¦ Flores, de 35, permanec¨ªan ayer protegidos por los civiles y militares en retiro que promueven la expulsi¨®n de Ch¨¢vez. 'No hay riesgo de rebeli¨®n militar', afirm¨® el jefe de Gobierno a la Televisi¨®n Nacional de Chile.
Las declaraciones de los portavoces oficiales, negando cualquier malestar en las Fuerzas Armadas, y el triunfalismo del extremismo opositor, que pronostica la inminente ca¨ªda del comandante de paracaidistas en el poder, no responden a la compleja realidad nacional. Venezuela contin¨²a dividida entre ricos y m¨ªseros, y una mayor¨ªa empobrecida progresivamente desencantada con la gesti¨®n gubernamental, pero poco dispuesta a secundar la rebeli¨®n de 'los oligarcas'.
Los jefes de las principales unidades de combate fueron designados por el presidente, militar a su vez, y le son fieles, de grado o fuerza, y las v¨ªctimas de la politizaci¨®n de los ascensos son estrechamente vigiladas por el espionaje civil y castrense.
No obstante, Soto y Flores continuaron convocando a la insurrecci¨®n y pidieron ser acompa?ados por la sociedad civil durante el trayecto hacia los despachos de sus superiores. Insisten a sabiendas de que el curso de los acontecimientos en los cuarteles, y en la calle, es imprevisible porque en su evoluci¨®n puede incidir el activismo de los sectores sociales y econ¨®micos m¨¢s influyentes de Venezuela, hartos de las pol¨ªticas y virulencia de Ch¨¢vez. 'Les digo a los oficiales, suboficiales, a los guardias nacionales, al Ej¨¦rcito, a todos los que est¨¦n con este malestar en la Fuerza Armada Nacional que me acompa?en para que este sacrificio merezca la pena', anim¨® Flores en su ¨²ltima declaraci¨®n.
El coronel y el capit¨¢n deben presentarse ante sus mandos naturales para no ser declarados desertores y sujetos de persecuci¨®n y encarcelamiento. La frecuencia y audacia de las movilizaciones de la clase media y alta, engrosada por quienes desde la izquierda votaron por Ch¨¢vez y hoy le dan la espalda, preocupa al Gobierno y a su Movimiento Quinta Rep¨²blica (MVR), cuyos delegados m¨¢s ultras amenazaron con azuzar en su contra a los cientos de miles de indigentes de las chabolas de Caracas.
Convocados por el alcalde del municipio Libertador, en Caracas, el radical Freddy Bernal, simpatizantes oficialistas se manifestar¨¢n a la misma hora en que Soto tiene previsto comparecer ante el Comando de la Fuerza A¨¦rea de la base de La Carlota, situada en la capital. 'Iremos con comparsas, con tambores, hombres, mujeres y ni?os, pac¨ªficamente', dijo el alcalde. Venezuela festeja estos d¨ªas los carnavales, aunque inquietada por los agitadores de uno y otro bando.
El coronel retirado Hidalgo Valero, abogado de Soto, advirti¨® de que su defendido puede replantearse la comparecencia ante sus mandos del arma 'si hay atropellos, que no creo que los haya porque el coronel est¨¢ bien resguardado, con muy buena salud, muy feliz y pensando en Venezuela'. 'Pero si es detenido arbitrariamente', precis¨®, 'vamos a llamar a la poblaci¨®n a que haga una vigilia frente a su centro de detenci¨®n hasta que sea puesto en libertad'.
Profundo descontento
El capit¨¢n Flores, por su parte, observa un profundo descontento en los institutos armados debido a 'la corrupci¨®n, la traici¨®n a la patria, la cubanizaci¨®n, la militarizaci¨®n o el rompimiento de los par¨¢metros constitucionales'.
El expeditivo acortamiento del mandato de Hugo Ch¨¢vez, ganador de todas las elecciones desde diciembre de 1998, excepto las sindicales del pasado a?o, es la meta ambicionada por sus adversarios.
El citado prop¨®sito exige una mayor¨ªa en la Asamblea Nacional, de la que carecen por un margen de seis esca?os, o la recogida de firmas y convocatoria de un refer¨¦ndum revocatorio, un objetivo nada f¨¢cil porque, entre otros factores, el Gobierno ejerce un evidente control sobre el Tribunal Electoral, que es el organismo encargado de validarlo. Lo arduo de la empresa alumbra soluciones a la brava, huelgas generales y llamamientos a una asonada.
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