Francia registr¨® en 2001 la mayor tasa de natalidad de Europa

Dos a?os consecutivos de natalidad elevada es el resultado del entusiasmo con que los franceses se han puesto a la tarea. El a?o pasado nacieron 774.800 beb¨¦s en este pa¨ªs, pr¨¢cticamente el mismo n¨²mero que en 2000. El 43% de los nacidos vino al mundo fuera del matrimonio. La media de hijos ha crecido hasta 1,9 por mujer (en Espa?a se sit¨²a en 1,23, una de las ¨²ltimas de la UE) en la franja de edad de los 15 a los 49 a?os, lo cual permite a Francia proclamarse campeona de Europa en natalidad.

Un periodo de dos a?os es corto para determinar si se ha producido un verdadero cambio de tendencia. La edad media a la que las mujeres tienen hijos sigue estabilizada en los 29 a?os. En todo caso, los expertos resaltan que las tasas de fecundidad registradas por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica no se produc¨ªan desde hace un par de decenios. Un aspecto de particular inter¨¦s es el elevado n¨²mero de ni?os que nacen al margen del matrimonio: en el a?o 2000 fueron 330.000, es decir, el 43%.

No hace falta casarse para que los ni?os vean reconocidos los mismos derechos que los nacidos en el seno de parejas casadas al modo convencional. Las realidades jur¨ªdicas se han acompasado a las sociales y por eso, lejos de los debates morales que la cuesti¨®n suscita a¨²n en otros pa¨ªses, tener un ni?o en Francia no lleva aparejado un compromiso para un determinado modo de vida. Si hablamos del primer beb¨¦ de cada mujer, los nacidos fuera del matrimonio suponen m¨¢s de cinco de cada diez, mientras en 1985 no llegaban a uno de cada cinco.

Que nazcan muchos ni?os al margen del matrimonio no quiere decir que la boda sea un recuerdo del pasado. Antes al contrario: se celebran m¨¢s de 300.000 matrimonios cada a?o. La instituci¨®n resiste, a pesar de la competencia del 'pacto civil de solidaridad' (Pac), que permite a una pareja declarar al Ayuntamiento su deseo de vivir juntos, accediendo as¨ª a una serie de derechos sin casarse. El matrimonio tiene m¨¢s ¨¦xito que los Pac -ocho de estos ¨²ltimos por cada 100 bodas-, pero el pluralismo de formas de uni¨®n sirve, una vez m¨¢s, de aliviadero de tensiones. Las dificultades materiales para atender a los hijos cuentan asimismo con ayudas legales. No es que les resuelva la vida, pero el Estado franc¨¦s subvenciona a los ni?os: la persona con hijos a su cargo puede contar con unos 250 euros mensuales si tiene dos hijos o casi 400 si tiene tres; cada reto?o suplementario da derecho a m¨¢s dinero.

La protecci¨®n social se extiende a ayudas de maternidad, otras para la persona con hijos a su cargo que deje de trabajar, el derecho a la reincorporaci¨®n profesional al cabo de cierto n¨²mero de a?os y, desde ahora, dos semanas de vacaciones pagadas para el padre. La gran mayor¨ªa de este pa¨ªs de 61 millones de habitantes contin¨²a utilizando el sistema de ense?anza p¨²blica -plenamente gratuita o concertada, seg¨²n los casos-, que conserva la calidad suficiente como para que la formaci¨®n b¨¢sica de los hijos no se convierta en una barrera a la hora de decidirse a traer al mundo un nuevo ni?o. A pesar de ello, la oferta de guarder¨ªas p¨²blicas sigue siendo escasa. El aumento de la natalidad tiene un cierto efecto pol¨ªtico, porque se ha producido bajo un Gobierno de izquierdas.