La ortorexia
Hacemos referencia al art¨ªculo publicado el domingo 27 de enero en EL PA?S, titulado La obsesi¨®n por la comida, de Vicente Verd¨².
En el mundo en el que vivimos se dan desequilibrios de todas clases, por tanto, no es de extra?ar que tambi¨¦n haya personas que se obsesionen de forma patol¨®gica en torno a la comida. Pero lejos de intentarle buscar tres pies al gato, deber¨ªamos centrarnos en el origen del problema. Estamos atravesando una grave crisis alimentaria: mientras en las dos terceras partes del mundo las personas mueren por desnutrici¨®n, en la otra parte enferma (incluso muere) por sobrealimentaci¨®n y/o contaminaci¨®n alimentaria (seg¨²n datos de la OMS, hasta el 60% de las enfermedades degenerativas tienen relaci¨®n con la alimentaci¨®n actual). La soberan¨ªa alimentaria de los pueblos est¨¢ imposibilitada en un mundo de intereses capitalistas como el nuestro. Y las enfermedades que trae consigo este sistema no s¨®lo para las personas, sino tambi¨¦n para los dem¨¢s seres vivos de este planeta, deber¨ªan ser motivo suficiente para, lejos de enfrentarse a todo esto con sensaci¨®n de esc¨¢ndalo y de rechazo, lo hici¨¦ramos con la mente fr¨ªa y sincera: no podemos continuar as¨ª.
El hecho de que haya personas que se preocupen por su salud, no s¨®lo es bueno sino necesario, ya que nos encontramos en un contexto de comida basura y, cuando no, de comida desnaturalizada, proveniente de cultivos y de procesos de transformaci¨®n donde se han usado cantidades de productos qu¨ªmicos peligrosos para la salud: insecticidas, herbicidas, semillas transg¨¦nicas, colorantes, conservantes, edulcorantes... As¨ª es que habr¨ªa mucho de que hablar.
Otro enfoque que lejos de catalogar a algunas personas de ortorexia y as¨ª ridiculizar una actitud m¨¢s generalizada y sana de responsabilidad, ser¨ªa el analizar el problema cogi¨¦ndolo justo por el extremo contrario: ?qu¨¦ ocurre con todas las dem¨¢s personas que se despreocupan de lo que comen?, ?c¨®mo le llamar¨ªamos a esta enfermedad tan extendida en nuestra moderna sociedad?, ?panorexia?
Se?ores, seamos serios, aparte de analizar fen¨®menos sociales, deber¨ªamos dedicarnos a averiguar qu¨¦ intereses hay detr¨¢s de publicaciones exc¨¦ntricas como Yonquis de la comida sana. ?Acaso los productos biol¨®gicos / ecol¨®gicos no son los deseables desde cualquier punto de vista que lo analicemos?, ?no ser¨ªa conveniente que, cuanto antes, todo el mundo pudiera comer alimentos sanos y descontaminados?
?No es esta forma tan ligera de enfocar un problema, adem¨¢s, una falta de respeto a los millones de personas que sufren enfermedades cada d¨ªa, incluso muy graves, debidas en gran medida a esta alimentaci¨®n contaminada?
Adem¨¢s de esta reflexi¨®n que les proponemos, quer¨ªamos reclamar por el hecho de la fotograf¨ªa que aparece en dicho art¨ªculo y su leyenda. En ella aparecen productos que utilizan fraudulentamente la menci¨®n 'bio', pues no provienen de la agricultura biol¨®gica/ecol¨®gica y, por tanto, no gozan de la certificaci¨®n oficial obligatoria. Adem¨¢s aparece como 'muestra de productos ecol¨®gicos' lo cual es falso y colabora todav¨ªa m¨¢s en confundir al consumidor. Queremos a tal efecto pedir que publiquen esta carta o rectifiquen su error.
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