2.000 agentes para controlar una ciudad de 120.000 habitantes

Santiago de Compostela vivi¨® ayer entre el incesante traquetear de las aspas de los helic¨®pteros y bajo el escrutinio de una legi¨®n de 2.000 polic¨ªas, seg¨²n datos del Ministerio del Interior, para una ciudad de 120.000 habitantes. Un espectacular blindaje policial con el prop¨®sito de proteger a los ministros europeos de Interior y Justicia de las protestas convocadas por grupos nacionalistas y antiglobalizaci¨®n. La polic¨ªa, en todo caso, estuvo de los dos lados de la barricada: m¨¢s de 300 agentes aprovecharon la reuni¨®n europea para manifestarse tambi¨¦n en demanda de mejores condiciones laborales.

Entre ayer y hoy, se habr¨¢n celebrado en Santiago siete manifestaciones, todas con su correspondiente autorizaci¨®n. Pero los asistentes a las protestas no tendr¨¢n ocasi¨®n de acercarse a los ministros, protegidos a cal y canto en la plaza del Obradoiro, el coraz¨®n del casco hist¨®rico. Desde la entrada a la zona monumental, a unos trescientos metros del Obradoiro, la polic¨ªa s¨®lo dejaba entrar ayer por la tarde a los residentes o a quienes justificasen el motivo de su visita, previa identificaci¨®n y registro de bolsas.

La polic¨ªa tambi¨¦n acordon¨® la plaza de Vigo con furgonetas y agentes que ocupaban todas las aceras para vigilar al medio millar de personas que asisti¨® a las ocho de la tarde a la manifestaci¨®n convocada por grupos anarquistas. Los helic¨®pteros sobrevolaron la marcha lanzando sus focos de luz. Tres horas antes, eran los propios agentes de polic¨ªa quienes se encontraban con la barrera montada por sus compa?eros antidisturbios para impedirles acercarse a la comisar¨ªa de la ciudad. La protesta estaba convocada por todos los sindicatos policiales y tambi¨¦n asistieron esposas de guardia civiles. Los agentes portaban retratos del ministro Mariano Rajoy y del director general de la Polic¨ªa, Juan Cotino. Algunos de los manifestantes llegaron a forcejear con sus compa?eros uniformados para intentar traspasar la barrera.