S¨®lo el 26% de los inmigrantes pide plaza para sus hijos en colegios concertados
Los extranjeros explican que no pueden pagar las actividades de los centros subvencionados
La gran mayor¨ªa de los inmigrantes ha pedido este curso que sus hijos estudien en centros p¨²blicos. Los datos oficiales se?alan que tan s¨®lo el 26,42% de los 2.119 extranjeros que eligieron un determinado colegio para sus hijos entre el 3 de octubre y el 21 de diciembre (cuando el curso ya hab¨ªa comenzado) reclam¨® plaza en un centro concertado (de titularidad privada pero subvencionado con dinero p¨²blico). 'Es evidente que el deseo de los inmigrantes, por la raz¨®n que sea, es ir a un centro p¨²blico', concluye el viceconsejero de Educaci¨®n, Juan Gonz¨¢lez Blasco. Y a?ade: 'No hay raz¨®n, por tanto, para pensar que los centros concertados est¨¢n discriminando a este alumnado'. Los colegios p¨²blicos acogen al 65% de los hijos de inmigrantes en Madrid.
Pero la oposici¨®n (PSOE e IU) considera que existe una 'excesiva concentraci¨®n' de chavales extranjeros en centros p¨²blicos. En Madrid, el curso pasado hab¨ªa 27 centros que ten¨ªan ya m¨¢s escolares inmigrantes que espa?oles, y s¨®lo cinco de ellos eran concertados. A principios de este curso hab¨ªa 31.450 alumnos procedentes de pa¨ªses extracomunitarios en los colegios de la capital. Tan s¨®lo el 35,14 % estaba matriculado en centros concertados, a pesar de que ¨¦stos atienden al 60% del alumnado de la ciudad. Adem¨¢s, de los 2.350 ni?os que llegaron con el curso empezado, el 75% fue remitido por las comisiones de escolarizaci¨®n a colegios p¨²blicos.
Las asociaciones de inmigrantes denuncian que los extranjeros optan principalmente por centros p¨²blicos porque las familias no pueden afrontar los gastos que supone llevar a los hijos a colegios concertados, en los que, a pesar de que la ense?anza es gratuita, hay que pagar por diversos conceptos: desde el uniforme hasta las actividades extraescolares o complementarias. Los extranjeros musulmanes argumentan, adem¨¢s, que el ideario de estos centros, cat¨®licos en su mayor¨ªa, es una raz¨®n para optar por la ense?anza p¨²blica, que es aconfesional. Pero tambi¨¦n que, a veces, sobre todo en los centros donde las familias de clase media escolarizan a sus hijos, hay 'rechazo claro' por el temor a que cuantos m¨¢s inmigrantes haya en un aula menor sea el nivel educativo.
'Es casi imposible que un marroqu¨ª acceda a un colegio concertado', asegura Malika Abdelaziz, miembro de la Asociaci¨®n de Trabajadores e Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (Atime). 'El problema es que hay una total falta de informaci¨®n. Las familias desconocen que tienen derecho a elegir colegio y que ¨¦ste puede ser p¨²blico o concertado', a?ade.
Malika Abdelaziz cree que el precio de las actividades extraescolares de los centros concertados tambi¨¦n retrae a muchos inmigrantes a la hora de pedir plaza. 'Me gustar¨ªa a m¨ª saber qu¨¦ familia marroqu¨ª, siendo la mayor¨ªa inmigrantes econ¨®micos, puede aguantar tener que pagar actividades extraescolares, uniforme, material escolar... Porque, aunque la ense?anza sea gratuita en un centro concertado, en la pr¨¢ctica no lo es', subraya.
Vlad¨ªmir Pascual, encargado de los temas educativos de la asociaci¨®n hispano-ecuatoriana Rumi?ahui, le da la raz¨®n. 'Muchos centros concertados cobran por las actividades y las familias no pueden afrontar estos gastos', dice. 'Luego est¨¢ el problema de que los colegios en los que matriculan a sus hijos las familias de clase media no desean tener alumnado inmigrante. En general, existe la creencia de que el alumno inmigrante hace bajar el nivel. Por eso, cuando los extranjeros van a pedir plaza les responden que ya est¨¢ lleno y que lo intenten en otro lado'.
'Los estudios no son nada baratos en los centros concertados', insiste Gina Neira, miembro de Aesco, una asociaci¨®n de colombianos. Y apunta otras dos razones para que la mayor¨ªa de los inmigrantes acaben pidiendo plaza en un centro p¨²blico: 'Cuando llegan aqu¨ª corre la voz, de una u otra forma, y al final acaban todos en los mismos centros. Adem¨¢s, los ni?os en nuestros pa¨ªses van mayoritariamente a a la escuela p¨²blica'.
Mar¨ªa Jes¨²s Gonz¨¢lez, miembro por CC OO de la Comisi¨®n de Escolarizaci¨®n de Centro y Arganzuela -que se encarga de distribuir a los alumnos entre los centros una vez que el curso ha comenzado-, asegura que en la comisi¨®n hay un claro intento por ir equilibrando paulatinamente las dos redes. 'No es tanto que los centros concertados no los acepten en un primer momento, que al final no les queda m¨¢s remedio, sino que en estos colegios hay una serie de pagos que no pueden afrontar', explica.
Y relata que han tenido casos de ni?os extranjeros a los que enviaron a un centro subvencionado y que volvieron a la comisi¨®n diciendo que no pod¨ªan pagar el uniforme, la cuota de la asociaci¨®n de padres o las actividades extraescolares. 'A nadie se le puede obligar a hacer estas actividades, pero vete t¨² a explicar a un ni?o que ¨¦l no puede hacer esas actividades cuando todos sus compa?eros van', apostilla Gonz¨¢lez. La inspecci¨®n tuvo que mediar el curso pasado en cuatro centros que obligaron a alumnos inmigrantes a pagar estas actividades. Pero este a?o no ha recibido ninguna denuncia.
La concentraci¨®n de inmigrantes en determinados centros p¨²blicos no es un problema que preocupe ¨²nicamente a profesores y familias. 'Se est¨¢n organizando guetos escolares. Y es evidente que hay que distribuir a los alumnos. Nosotros notamos una inquietud en los padres, porque los ni?os, en esos centros-gueto, no tienen la posibilidad de relacionarse con el resto de la sociedad', dice Abdelaziz. Emilio D¨ªaz, secretario t¨¦cnico de la Federaci¨®n de Religiosos de la Ense?anza (Fere) (que agrupa a la mayor¨ªa de los centros concertados), asegura que muchos centros subvencionados est¨¢n 'asumiendo' los gastos de las actividades extraescolares cuando los inmigrantes no pueden afrontarlas. '?Qu¨¦ podemos hacer? ?Dejar de hacer estas actividades extraescolares?', se pregunta.
'Lo que deber¨ªa hacer la Administraci¨®n, si quiere que cada vez tengamos m¨¢s inmigrantes, es financiar estas actividades', agrega. D¨ªaz reconoce que el ideario de los centros y su proyecto educativo 'juegan a la contra a la hora de que, por ejemplo, un musulm¨¢n o un evangelista quiera ir' a un centro concertado. 'Pero tambi¨¦n juega a favor en el caso de otro tipo de inmigraci¨®n que es cat¨®lica'. El secretario general de la Federaci¨®n Madrile?a de Ense?anza de CC OO, Francisco Garc¨ªa, lo tiene claro: 'En la medida en que los centros concertados no garantizan la total gratuidad de la ense?anza, estos centros van a seguir siendo excluyentes', sentencia. Pero reconoce tambi¨¦n que 'los inmigrantes tienden a ir donde est¨¢n escolarizados otros ni?os de su pa¨ªs de procedencia'.
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