Buena acogida a 'Piedras', ¨²nico filme espa?ol que concursa en la Berlinale

El festival berlin¨¦s es desde antiguo una rampa de despegue muy propicia para el vuelo de los cineastas espa?oles desconocidos que acuden a ¨¦l. Uno puede ser el novato Ram¨®n Salazar, si consiguen hacerse ver en toda su m¨¢s que notable altura las r¨¢fagas de buen¨ªsimo cine que hay -por desgracia, mezcladas con otras de cine torpe e inacabado- en Piedras, ¨²nica pel¨ªcula espa?ola que tiene un lugar en el escaparate del concurso y que ayer obtuvo una buena acogida por el p¨²blico de sus dos proyecciones en la gran sala del Berlinale Palast. Sigui¨® a la primera proyecci¨®n una conferencia de prensa, en la que las cinco actrices protagonistas del filme -Antonia San Juan, Najwa Nimri, Vicky Pe?a, M¨®nica Cervera y ?ngela Molina- defendieron con fuerza, junto a su director y escritor, a una pel¨ªcula con altibajos, pero compensados por momentos hermosos y que se dejan defender. Sobre todo, el entramado familiar que rodea a la mujer taxista que interpreta con facilidad y diafanidad asombrosas la magn¨ªfica Vicky Pe?a, que encuentra en Najwa Nimri un t¨² a t¨², un espejo de gran solvencia.

Ram¨®n Salazar: 'Hacer la pel¨ªcula fue un trabajo casi familiar, ¨ªntimo'

Dijo Ram¨®n Salazar en su encuentro con los periodistas que hizo la casa comenzando por el tejado, pues 'lo primero que hice fue una lista de las actrices con las que me gustar¨ªa trabajar, luego esboc¨¦ un personaje para cada una de ellas y finalmente escrib¨ª un cuento en el que estos personajes se entrelazaban. Y cuando todo esto comenz¨® a ocurrir de verdad, conservo la sensaci¨®n de que la pel¨ªcula casi se fue haciendo sola'.

'Me asombr¨®', prosigui¨® Salazar, 'que Piedras fuese elegida para competir en la Berlinale. Es la primera pel¨ªcula que hago y hacerla fue un trabajo casi familiar, ¨ªntimo, y me sorprendi¨® ver c¨®mo desde fuera la reclamaban y se nos escapaba de las manos. Llegu¨¦ el mi¨¦rcoles aqu¨ª y cuando ayer me despert¨¦ tuve la sensaci¨®n de ser un ni?o en una ma?ana de Reyes, pues he venido aqu¨ª a competir con hombres de cine que ayer mismo, en la escuela donde estudi¨¦ este oficio, eran para m¨ª territorios de estudio. Hay algo de irrealidad en esto, es como estar dentro de un sue?o'.

Es seguro que uno de esos cineastas, o territorios de conocimiento, a que se refiere Salazar, es el cine del georgiano, desde 1980 afincado en Par¨ªs, Otar Iosseliani, cuya excepcional obra es materia de estudio, asignatura necesaria en todos los lugares del mundo donde se estudian las arterias que alimentan al cine moderno. Trajo Iosseliani ayer aqu¨ª su ¨²ltima pel¨ªcula, Lundi Matin, que es otro despliegue magistral de su pronunciad¨ªsimo, distinto a cualquier otro, estilo. Un estilo que le permite el fascinante y parad¨®jico vuelo de convertir al 'no sucede nada' cotidiano en un suceso en toda regla.

Lundi Matin discurre como la seda por un trenzado de im¨¢genes de delicadeza e inteligencia deslumbradoras; y de una serie de inefables rituales de los comportamientos cotidianos. Son im¨¢genes y ritos que se deslizan sin palabras sobre la luz de la mirada de este poeta y profeta, due?o de un humor esc¨¦ptico y devastador, pero tierno y solidario. Es Iosseliani un hombre europeo que se sabe, en toda la dureza del t¨¦rmino, un superviviente del siglo XX en tiempo que le es ya ajeno; y anuncia sin rencor, con mudez llena de elocuencia, el fin de su mundo, la agon¨ªa de la Europa esperanzada, de cuya extinci¨®n es un testigo amable, no airado, pero radical.

Y, fuera del escaparate, en el ¨¢mbito cin¨¦filo de la secci¨®n Panorama, la actriz espa?ola Ingrid Rubio dej¨® ver una solvente y preciosa composici¨®n en la pel¨ªcula argentina Todas las azafatas van al cielo, dirigida por Daniel Burman. La pel¨ªcula fue ovacionada y se trata de una comedia muy bien hecha, que logra una aut¨¦ntica exhibici¨®n de eficacia y rapidez en la definici¨®n de los personajes, a los que esboza Burman con un trazo de humor muy original y vivaz. La pel¨ªcula est¨¢ llena de tipos singulares que pronto se hacen familiares. Tiene esa cosa tan imprecisa y sin embargo tan evidente que llamamos encanto. Y lo derrocha.