La ¨¦tica del clic
?Qu¨¦ papel han jugado las im¨¢genes en la historia de la humanidad y cu¨¢l es el papel espec¨ªfico que las im¨¢genes t¨¦cnicas desempe?an en la cultura contempor¨¢nea? ?stas son dos de las cuestiones fundamentales por las que ha discurrido el pensamiento de Vil¨¦m Flusser, un fil¨®sofo cuya vida qued¨® truncada por un fat¨ªdico accidente automovil¨ªstico hace poco m¨¢s de diez a?os. A pesar de sus ensayos originales y estimulantes, Flusser no ha llegado a merecer la atenci¨®n del gran p¨²blico ni el reconocimiento del mundo acad¨¦mico, y sin embargo un c¨ªrculo internacional de seguidores que le consideran un autor de culto publican p¨®stumamente sus escritos, recapitulan sus memorias, editan v¨ªdeos y DVD con sus intervenciones, y celebran simposios anuales sobre aspectos de sus contribuciones te¨®ricas.
UNA FILOSOF?A DE LA FOTOGRAF?A
Vil¨¦m Flusser Traducci¨®n de Thomas Schilling S¨ªntesis. Madrid, 2001 192 p¨¢ginas. 13,87 euros
Flusser naci¨® en 1920 en una Praga floreciente, de la que el acoso nazi le forz¨® a escapar en 1939. Vivi¨® m¨¢s de treinta a?os en S?o Paulo, donde ense?ar¨ªa comunicaci¨®n social, y en 1972 regres¨® a Europa para instalarse en la peque?a localidad provenzal de Robion. Desde entonces despleg¨® una intensa actividad como conferenciante y colabor¨® de forma regular en medios especializados en arte, filosof¨ªa y estudios culturales. Sus principales trabajos, publicados originariamente en alem¨¢n, ingl¨¦s, franc¨¦s o portugu¨¦s, han visto la luz sobre todo a lo largo de los a?os ochenta y noventa.
Una filosof¨ªa de la fotograf¨ªa, el texto que ahora nos ofrece en castellano la editorial S¨ªntesis (sum¨¢ndose a la edici¨®n mexicana de la editorial Trillas aparecida ya en 1990), es un t¨ªtulo crucial de la bibliograf¨ªa flusseriana. La amistad de Flusser con Andreas M¨¹ller-Pohle, editor de la revista European Photography (y hoy albacea de su legado intelectual), le hab¨ªa llevado a adentrarse en aspectos de la creaci¨®n fotogr¨¢fica contempor¨¢nea (dicho sea de paso, pronunci¨® conferencias en dos ediciones de la Primavera Fotogr¨¢fica en Barcelona). Pero contra lo que pueda parecer, este breve ensayo no pretende tanto analizar el medio fotogr¨¢fico, ni sugerir metodolog¨ªas de cr¨ªtica, como pensar la historia y la cultura con el pretexto de la fotograf¨ªa.
Para Flusser, a las herramien
tas y a las m¨¢quinas les han sucedido en la era posindustrial los 'aparatos'. M¨¢s que reducirse a extensiones de nuestro cuerpo para realizar ciertas tareas de modo m¨¢s eficaz, los 'aparatos' contienen unos 'programas' encaminados a tomar decisiones por nosotros. La fotograf¨ªa supone el primer caso de producci¨®n de im¨¢genes t¨¦cnicas, es decir, generadas por dispositivos que implican un saber tecnol¨®gico acumulado y, por ello, su aparici¨®n es emblem¨¢tica: la lucha del fot¨®grafo contra el 'aparato' representa por extensi¨®n la lucha del hombre por defender su libertad. Someternos al 'aparato' nos hace 'funcionarios', mientras que subvertirlo nos hace 'artistas'.
Pero, ?cu¨¢l es el origen de estas im¨¢genes t¨¦cnicas que nos confrontan con esta problem¨¢tica? Flusser aporta entonces una interpretaci¨®n que fluye como un caudal arrollador de reflexiones brillantes, expuestas con elegante heterodoxia, desprovistas de aparato acad¨¦mico, sin citas, sin pies de p¨¢gina, sin erudici¨®n innecesaria, como si arrastrado por el frenes¨ª de su propia inspiraci¨®n especulativa el autor no quisiera perder el tiempo en probar sus hip¨®tesis ni se molestara siquiera en intentar convencernos.
Para que el lector sepa a qu¨¦ atenerse, tal vez valga la pena proporcionar una muestra, por ejemplo, una s¨ªntesis del primer cap¨ªtulo: Flusser empieza definiendo la imagen como una superficie dotada de significado, y la imaginaci¨®n, como la capacidad de abstraer formas del mundo para reproyectarlas sobre una pantalla. Las im¨¢genes funcionan como mediaciones entre el hombre y el mundo. La relaci¨®n de la realidad con la imagen es propia de la magia. Las im¨¢genes pretend¨ªan ser mapas pero se convierten en pantallas. Ya no reaccionamos con el mundo, sino con sus im¨¢genes y, entonces, caemos en la idolatr¨ªa. Las im¨¢genes reemplazan m¨¢gicamente a la realidad. El hombre olvida que produce im¨¢genes para encontrar su camino en el mundo; ahora intenta encontrarlo en las im¨¢genes. La imaginaci¨®n deviene alucinaci¨®n. Se intenta entonces destruir las pantallas a fin de abrir nuevamente el camino hacia el mundo. El m¨¦todo consiste en romper los elementos de la imagen y alinearlos. El significado pasa de la superficie a la l¨ªnea: as¨ª se inventa la escritura lineal. Al hacerlo, se transcodifica el tiempo c¨ªclico de la magia en el tiempo lineal de la historia, creando de esta forma la conciencia hist¨®rica. Desde entonces, la conciencia hist¨®rica lucha contra la conciencia m¨¢gica, la textolatr¨ªa se debate contra la idolatr¨ªa.
Relegar al olvido y desaprovechar tal exuberancia te¨®rica ser¨ªa un error que la inteligencia no deber¨ªa permitirse.
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