Gamesa atraviesa firme sus primeras turbulencias
Los trabajadores temen que la empresa vasca opte por la subcontrataci¨®n
Pocas empresas se pod¨ªan permitir predecir en verano un incremento del beneficio neto del 37% para 2001. El Grupo Auxiliar Metal¨²rgico (Gamesa), pese a la crisis a¨¦rea, va en la senda correcta. Los datos del tercer trimestre de 2001, con un alza del 59% respecto a igual periodo del a?o anterior, lo avalan. Sin embargo, el ¨¦xito no ha evitado que Gamesa pierda la virginidad con su primera huelga y genere desconfianza entre sus trabajadores, que temen que la firma comience a subcontratar sus nuevos pedidos.
Los sindicatos creen que Gamesa ocult¨® deliberadamente durante la huelga el nuevo contrato con Airbus
El negocio de Gamesa se reparte en un 35% en aeron¨¢utica con una plantilla de 2.000 personas y en un 65% en energ¨ªa con 2.700 trabajadores. En la ¨¢rea energ¨¦tica, desde su salida a Bolsa en octubre de 2000, la empresa no ha hecho sino crecer. Se ha convertido en el segundo suministrador mundial de aerogeneradores y ha sido capaz de romper con su aliado tradicional y socio tecnol¨®gico en este campo, la danesa Vestas, a la que compr¨® el 40% que ten¨ªa en Gamesa E¨®lica. Este acuerdo le permite atacar sin limitaci¨®n de ¨¢reas cualquier mercado.
Pero m¨¢s all¨¢ de la marcha constante del negocio energ¨¦tico, Gamesa se hizo popular por su incursi¨®n desde la nada en el negocio aeron¨¢utico. Los atentados del pasado 11 septiembre en Estados Unidos contra el World Trade Center, en Nueva York, y el Pent¨¢gono, en Washington, afectaron a todo el sector y para Gamesa fueron una buena excusa. As¨ª, anunci¨® la rescisi¨®n de 500 contratos que luego se cerr¨® con la salida de eventuales y una huelga que se prolong¨® en d¨ªas alternos durante un mes. Hasta entonces trabajar en Gamesa era un lujo, un trabajo para toda la vida.
Pero la decisi¨®n de la firma marc¨® un antes y un despu¨¦s. Ahora en la empresa existe esencialmente desconfianza a las propuestas de la direcci¨®n. Pocos d¨ªas despu¨¦s de resolverse el conflicto, Gamesa anunciaba un contrato al que hab¨ªa estado largo tiempo aspirando: una participaci¨®n en A380 de Airbus, el superjumbo. Hasta 2005 no se comenzar¨¢ la producci¨®n y en la empresa oficialmente se defiende que no se ha tomado a¨²n ninguna decisi¨®n sobre d¨®nde y c¨®mo se va a llevar el nuevo contrato. Este acuerdo supondr¨¢ para Gamesa una facturaci¨®n aproximada de 540 millones de euros (89.848 millones de pesetas) durante la vida del programa. Hasta ahora Gamesa trabajaba con tres empresas: Embraer, Bombardier y Sikorsky.
Supone la fabricaci¨®n de grandes componentes de la parte posterior del fuselaje del avi¨®n a riesgo compartido. Los prototipos se entregar¨¢n en 2003 y las entregas a clientes comenzar¨¢n en 2006. En un primer momento se especulaba con que el contrato pod¨ªa recaer en Easa, la planta de Sevilla que est¨¢ pendiente de ser trasladada al nuevo parque tecnol¨®gico de la ciudad andaluza y que se encuentra cerca de las instalaciones de CASA.
Sin embargo, la empresa no tiene prevista ninguna inversi¨®n a corto plazo en ning¨²n centro productivo. Fuentes de la sociedad aseguran que se busca la subcontrataci¨®n con proveedores a riesgo compartido, una modalidad de negocio muy frecuente en el sector aeron¨¢utico. As¨ª las cosas, los sindicatos consideran que Gamesa ocult¨® durante el conflicto de finales del pasado a?o deliberadamente el acuerdo con Airbus para forzar la salida de parte de los trabajadores de la empresa.
Los accionistas principales de Gamesa son la Corporaci¨®n IBV, participada al 50% por Iberdrola y BBVA, con un 38,5%; Nefinsa, propiedad de la familia Serratosa, con un 21,5%, y Tornusa, que agrupa a los fundadores, con un 6,53%. El resto est¨¢ en Bolsa.
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