Pacto contra ETA

A medida que los sectores amenazados por los terroristas adoptan m¨¦todos de protecci¨®n, ETA elige v¨ªctimas m¨¢s insospechadas, m¨¢s desprevenidas. Ayer intent¨® asesinar en Sestao (Vizcaya) a un joven de 25 a?os que no ten¨ªa cargo institucional alguno y cuya ¨²nica actividad p¨²blica era la de dirigente de las Juventudes Socialistas de Euskadi. No consigui¨® quitarle la vida a Eduardo Madina, pero le ha mutilado de por vida.

Era su contribuci¨®n al debate sobre medidas de seguridad para los concejales que, en el marco del Pacto Antiterrorista, discut¨ªan ayer socialistas y populares. El mensaje tiene la forma de un desaf¨ªo: si proteg¨¦is a los concejales iremos a por los militantes sin cargo, y si tambi¨¦n, a por los de la rama juvenil o a por los hijos o los nietos de los militantes. Pronto har¨¢ un a?o de las declaraciones al diario La Repubblica de un dirigente de Haika, la rama juvenil del tinglado: 'Concejales del PP y del PSOE, por ejemplo, me parece que no caben dudas: son objetivos leg¨ªtimos a eliminar'.

Horas antes del atentado, el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, hab¨ªa calificado como 'estrategia de guerra' las reformas legales planteadas por el Gobierno para reforzar la lucha antiterrorista. Ayer no estim¨® oportuno condenar el atentado de Sestao; se limit¨® a considerarlo una expresi¨®n 'del conflicto'. Hace tres semanas, Batasuna present¨® su ¨²ltima propuesta de paz, en la que inclu¨ªa una declaraci¨®n de respeto al pluralismo vasco. Como ayer dijo el lehendakari, el atentado indica que para ETA y Batasuna pluralismo significa que los dem¨¢s acaten sus ideas o se atengan a las consecuencias.

Socialistas y populares son realistas respecto al papel de Batasuna, y de ah¨ª que est¨¦n de acuerdo en estudiar medidas que dificulten su utilizaci¨®n de la legalidad para realizar pr¨¢cticas il¨ªcitas. Lo son las destinadas a imponer el proyecto de ETA. Es una contradicci¨®n reclamar de la UE la inclusi¨®n del brazo pol¨ªtico de ETA en la lista de organizaciones terroristas y considerarla legal en Espa?a. Se trata de una intenci¨®n que habr¨¢ de plasmarse en reformas legislativas (Ley de Partidos Pol¨ªticos, Ley Electoral y Ley de Financiaci¨®n de Partidos) que deben ser consensuadas y compatibles con el precepto constitucional que atribuye a los partidos la funci¨®n de expresar el pluralismo y facilitar la participaci¨®n pol¨ªtica.

La ilegalizaci¨®n de Batasuna es una posibilidad que depender¨¢ de los jueces. Lo que ha desaparecido es la idea de que se evitaba dar ese paso por considerarlo inoportuno pol¨ªticamente. Ahora hay acuerdo en considerar que nada es tan oportuno como acabar con la impunidad de quienes, por ejemplo, se consideran con derecho a intimidar a los concejales o candidatos de partidos con los que compiten en las elecciones.