El Rayo remonta con un jugador menos ante la Real
La presi¨®n atonta o espabila, seg¨²n qui¨¦n la sufra. La Real y el Rayo compart¨ªan id¨¦ntico peso, pero el equipo vallecano se visti¨® de corto sin calentar: con los m¨²sculos fr¨ªos y la cabeza en la inopia, los madrile?os recibieron la primera bofetada a los tres minutos. Con un gol en contra, Bolic segu¨ªa en babia y se autoexpuls¨® tras caer en la provocaci¨®n del portero donostiarra. Entretanto, la Real se dedic¨® a desperdiciar goles hasta que marc¨® y decidi¨® cambiarse por el rival.
El cuadro de Toshack se puso tembloroso, se repleg¨®, tir¨® a la basura un par de contragolpes di¨¢fanos y se dej¨® empatar por un equipo que hasta mediado el segundo tiempo no hab¨ªa hallado la manera de cruzar el medio del campo. Nada nuevo para los blanquiazules, incapaces de enchufarse durante los 90 minutos.
REAL SOCIEDAD 2| RAYO VALLECANO 2
Real Sociedad: Westerveld; Tayfun, Kvarme, Luiz Alberto, Aranzabal; Xabi Alonso, Aranburu; Nihat (Khokhlov, m. 55), Idiakez (De Paula, m. 73), De Pedro; y Kovacevic. Rayo: Etxeberria; Ferr¨®n (Bolo, m. 59), Mainz, De Quintana, Graff; Pablo Sanz, Quevedo; Perag¨®n (Corino, m. 80), M¨ªchel, Arteaga (Vivar Dorado, m. 46); y Bolic. Goles: 1-0. M. 3. Nihat recoge un pase en diagonal de De Pedro y cruza ante la salida de Etxeberria. 2-0. M. 48. Luiz Alberto remata de cabeza, libre de marca, un c¨®rner. 2-1. M. 60. Pablo Sanz cabecea una falta. 2-2. M. 70. Bolo, de cabeza. ?rbitro: Puentes Leira. Expuls¨® a Bolic (m. 44) por lanzar un cabezazo a Westerveld. Amonest¨® a Xabi Alonso, Aranzabal, Kvarme, Idiakez, De Quintana, Quevedo y M¨ªchel. Unos 26.000 espectadores en Anoeta. Dos Personas saltaron al campo con sendas pancartas de apoyo al grupo radical juvenil Segi.
Sin norte el partido, el resultado qued¨® en manos de las defensas, a cual m¨¢s incompetente. En una y otra ¨¢rea cualquier bal¨®n al cielo provocaba un se¨ªsmo, sacudidas como las que prologaron los goles de cabeza de Luiz Alberto, Bolo y Pablo Sanz. El Rayo no daba para inventarse nuevos centros; la Real, s¨ª, pero no para enmendar sus dislates. De Paula estuvo a punto, pero su cabezazo se encontr¨® con el palo.
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