'En Colombia respondemos a las balas y a la muerte con arte'
'El infierno est¨¢ aqu¨ª y ahora', dice Campo El¨ªas, uno de los personajes de Satan¨¢s (Seix Barral), la novela con la que Mario Mendoza (Bogot¨¢, 1964) ha ganado el Premio Biblioteca Breve. Campo El¨ªas fue un asesino en serie de carne y hueso, que, nacido en Colombia, combati¨® con los boinas verdes en Vietnam. En la novela tiene unos cuarenta a?os y se gana la vida dando clases de ingl¨¦s. Su lectura preferida es El extra?o caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde. Un d¨ªa de diciembre de 1986 inicia en Bogot¨¢ un viaje sin retorno, asesina a una alumna, a la madre de ¨¦sta, a su propia madre, a seis vecinas y culmina su carnicer¨ªa en la pizzer¨ªa Pozzetto. M¨¢s de 20 personas. Luego se pega un tiro.
'Conoc¨ª a Campo El¨ªas en la universidad. Luego, me enter¨¦ de la matanza que hizo'
Pregunta. ?C¨®mo conoci¨® usted a Campo El¨ªas?
Respuesta. Yo estudiaba letras y ¨¦l estaba matriculado en la Facultad de Educaci¨®n. Me lo envi¨® un profesor, porque estaba interesado en personajes literarios de doble personalidad. Nos vimos en tres o cuatro ocasiones y le pas¨¦ bibliograf¨ªa. De pronto, me enter¨¦ de la matanza, de que era un asesino en serie. S¨¦ que entre crimen y crimen estuvo preguntando por m¨ª en la universidad.
P. ?Qu¨¦ hubiera podido pasar si se hubieran visto ese d¨ªa?
R. Quiz¨¢ le hubiera ido bien conversar. Los periodistas dijeron entonces que sufr¨ªa el s¨ªndrome de Vietnam, pero creo, como dijo el psiquiatra Luis Carlos Restrepo, que en realidad fue a Vietnam porque le gustaba matar. Para Campo El¨ªas la guerra era el estado ideal. Cuando m¨¢s salvaje y bestia seas en la guerra, cuando m¨¢s matas, m¨¢s te condecoran.
P. Mar¨ªa, Ang¨¦lica, el padre Ernesto, Andr¨¦s, la ni?a endemoniada, pr¨¢cticamente todos los personajes que aparecen en su novela viven y se encuentran en la encrucijada fatal, viven una especie de dualidad.
R. O multiplicidad. No somos una unidad individual, estamos participados por el mal. En los primeros libros que escrib¨ª, la violencia era externa, ven¨ªa de fuera, dada por la inmediatez de Colombia. En el anterior, Retrato de un asesino, y, sobre todo, en ¨¦ste, la violencia es interna e incide en la externa.
P. Adem¨¢s de Campo El¨ªas, hay otros personajes basados en la vida real, como Mar¨ªa, Andr¨¦s o el padre Ernesto.
R. Casi todos son reales y yo los he convertido en narrativa. A Mar¨ªa la conoc¨ª en la c¨¢rcel de mujeres. Es sumamente dura, hu¨¦rfana de la violencia, abandonada por todos. Encarna la mayor violencia posible. Ella es Colombia. Andr¨¦s, que est¨¢ inspirado en un amigo, representa la fatiga de Occidente. Y el padre Andr¨¦s resume todas mis historias jesuitas, con los que estudi¨¦ m¨¢s de 10 a?os. Es tambi¨¦n un homenaje al sacerdote alcoh¨®lico de El poder y la gloria. Su problema es el sexo, pero cuanto m¨¢s se hunde m¨¢s humano es.
P. Usted es de origen liban¨¦s.
R. Mi abuelo se llamaba Simon Tebcheranny y se fue a Colombia huyendo de la violencia de L¨ªbano y cuando all¨ª se encontr¨® con la lucha entre liberales y conservadores, temi¨® ser perseguido y se cambi¨® el apellido. Busc¨® el que m¨¢s castizo le pareci¨®: Mendoza. Me duele no conservar el nombre de mi abuelo, es como si hubiera perdido parte de mis ra¨ªces.
P. ?Se siente parte de una generaci¨®n literaria?
R. Los anteriores y nosotros... Se ha hablado tanto de eso. Entre Garc¨ªa M¨¢rquez y los siguientes, y entre los siguientes y nosotros no ha habido cambio.
P. ?Qui¨¦nes son 'nosotros'?
R. Juan Carlos Botero, Santiago Gamboa, Abad Faciolince, Jorge Franco, Fernando Quiroz... y antes, Fernando Vallejo, R. H. Moreno Dur¨¢n, ?scar Collazos, Roberto Burgos, Germ¨¢n Espinosa. Es el flujo de un vigor literario ininterrumpido.
P. Hay mucha creatividad en Colombia.
R. Quiz¨¢ es el vigor de la inmadurez de un pa¨ªs que no tiene una democracia participativa y en el que hay mucha violencia. Hemos respondido a las balas y a la muerte con nuestro arte. Me siento orgulloso de pertenecer a la sociedad colombiana que defiende la tradici¨®n de su arte.
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