IES Mariana Pineda

Desde que comenzaron las movilizaciones en el IES Mariana Pineda de Montequinto (huelgas, concentraciones de padres, madres, profesorado y alumnado frente al Ayuntamiento de Dos Hermanas y frente a la delegaci¨®n provincial de Sevilla, encierros en el centro, etc¨¦tera) para lograr que se convierta, ya que es posible, en un centro de secundaria con bachillerato y ciclos formativos en igualdad de condiciones con el otro instituto de secundaria de Montequinto (IES Hermanos Machado), venimos escuchando o leyendo en diferentes medios de comunicaci¨®n el argumento esgrimido por la concejala de Educaci¨®n del Ayuntamiento de Dos Hermanas en el sentido de que dichas movilizaciones tienen su origen en los oscuros intereses de un grupo de profesores y profesoras que, al parecer, han logrado manipular al resto de la comunidad educativa del IES Mariana Pineda.

Es cierto que el profesorado del IES Mariana Pineda quiere trabajar en un instituto normal y no en el gueto en el que pretenden convertirlo cuando hayan logrado crear ese centro de ¨¦lite para Montequinto en el que solamente se impartir¨ªan ense?anzas postobligatorias.

Pero pretender que un grupo de profesores y profesoras manipulan al resto de la comunidad educativa de un instituto es, cuando menos, una falta de respeto hacia las familias de Montequinto: padres, madres, alumnos y alumnas del IES Mariana Pineda conocen muy bien cu¨¢les son sus propios intereses.

Adem¨¢s, ?c¨®mo es posible que esos oscuros intereses corporativistas del profesorado hayan recabado el apoyo de todos los sindicatos y de todos los partidos pol¨ªticos con representaci¨®n en el Parlamento andaluz, desde el PP hasta IU, excluyendo, como es l¨®gico, al partido socialista, responsable directo tanto en el Ayuntamiento de Dos Hermanas como en la delegaci¨®n provincial de Educaci¨®n de Sevilla del desprop¨®sito anti Logse que se pretende llevar a cabo en Montequinto?

Puestos ya, como somos profesores-educadores, es decir, transmisores de conocimientos, valores y normas, ?tendremos que recordarles a los socialistas andaluces, como a nuestros alumnos, la necesidad de asumir las propias responsabilidades y, en este caso, aplicar la ley que su propio partido promovi¨®?

Ese cuento de la manipulaci¨®n resucita el viejo fantasma del 'oro de Mosc¨²', tan utilizado por la dictadura para contrarrestar las acciones de los dem¨®cratas. Y es que cuando no hay mejores argumentos, vuelven los viejos fantasmas...-