'La poes¨ªa es inmortal, naci¨® con el hombre y vivir¨¢ lo que viva el hombre'
Roberto Fern¨¢ndez Retamar, cubano de 72 a?os, es un poeta con may¨²sculas, de los que trascienden la letra impresa para defender la inmortalidad de la poes¨ªa en todos los frentes. Fern¨¢ndez Retamar es, junto a Jos¨¦ Lezama Lima, Nicol¨¢s Guill¨¦n o Alejo Carpentier, uno de los escritores cubanos m¨¢s sobresalientes. Desde 1955, fecha de su primera visita a Espa?a y del encuentro con Vicente Aleixandre, el escritor siempre retorna. Hoy disertar¨¢ en Sevilla sobre dos conceptos que domina: El poder y la palabra.
'En Cuba, no somos antinorteamericanos, somos antiimperialistas'
Roberto Fern¨¢ndez Retamar naci¨® en La Habana en 1930 e, indiscutiblemente, iba para artista. Empez¨® a estudiar pintura y, despu¨¦s, arquitectura, para abandonarla tambi¨¦n. Su caudal creativo encontr¨® un medio de expresi¨®n en la palabra: curs¨® Letras en las universidades de La Habana, Par¨ªs y Londres. Profesor en la Universidad de Yale (EE UU), ha publicado numerosos libros de poes¨ªa y ensayo; adem¨¢s de dirigir la revista Casa de las Am¨¦ricas desde 1965.
Premio Nacional de Literatura en Cuba en 1989 y con un s¨®lido prestigio internacional, sus libros llegaron tarde a Espa?a. El primero se public¨® en 1970 y el ¨²ltimo se titula Aqu¨ª (Visor, 2001). El escritor, ligado a Espa?a desde que en 1955 visit¨® el pa¨ªs de su bisabuelo por primera vez y conoci¨® a Vicente Aleixandre, pronunciar¨¢ hoy en Sevilla, en la Casa de la Provincia a las 20.00, la conferencia El poder y la palabra. Con su intervenci¨®n finaliza el Taller de Creaci¨®n Hist¨®rica que organiza la Universidad Pablo de Olavide.
Pregunta. Hay muchas voces que han anunciado la muerte de la poes¨ªa, ?cree usted que necesita un epitafio?
Respuesta. No, yo no soy de los que piensan que la poes¨ªa ha muerto. La poes¨ªa es inmortal, naci¨® con el hombre y vivir¨¢ lo que viva el hombre. Adem¨¢s, la gente est¨¢ confundida. Muchas personas que dicen no gustar de la poes¨ªa son grandes consumidores de canciones. La palabra l¨ªrica viene precisamente de eso, de la poes¨ªa que se cantaba acompa?ada por una lira. El ser humano necesita la poes¨ªa como necesita respirar.
P. Usted es un poeta reconocido internacionalmente, ?tiene eso un paralelismo en las fuentes de las que se nutre su obra?
R. Por razones de lengua, mis maestros son hispanoamericanos, pero sobre todo espa?oles. Los cl¨¢sicos, como Gonzalo de Berceo, Garcilaso de la Vega, Juan de la Cruz o Quevedo, han sido decisivos para m¨ª. Por supuesto, Unamuno, Machado, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, y, claro est¨¢, casi toda la Generaci¨®n del 27. En ingl¨¦s me siento muy cercano a Whitman, T. S. Eliot; mientras que en la literatura francesa me ha influido mucho St. John Perse y, por supuesto, toda la creaci¨®n del alem¨¢n Bertold Brecht.
P. Aunque sus ensayos est¨¢n relacionados con la literatura espa?ola, aqu¨ª son la parte menos conocida de su obra...
R. Si, resulta curioso. Despu¨¦s de que la colecci¨®n El Bardo de Barcelona publicar¨¢ un primer libro de poemas en 1970, han salido Algo semejante a los monstruos antediluvianos, Historia antigua y varias antolog¨ªas. El a?o pasado se public¨® Aqu¨ª -un poemario que recibi¨® el Premio Internacional de Poes¨ªa P¨¦rez Bonalde de Venezuela-, el ¨²ltimo en editarse en Espa?a. Sin embargo, en prosa s¨®lo han salido tres.
P. El ¨²ltimo, En la Espa?a de la ? (Cexeci, 2001), tiene un t¨ªtulo muy curioso.
R. Re¨²ne una serie de estudios que he realizado a lo largo de los ¨²ltimos 40 a?os, cr¨ªtica de libros o ensayos como El espa?ol lengua de modernidades. Tambi¨¦n incluye una semblanza cr¨ªtica de Rafael Alberti.
P. ?C¨®mo fue su relaci¨®n con el autor de Marinero en tierra?
R. Coincidimos en G¨¦nova en 1965 en un encuentro de escritores latinoamericanos y europeos que organiz¨® el sacerdote Arpa. All¨ª conoc¨ª a Rafael y supuso una gran alegr¨ªa para m¨ª porque admiraba, y admiro, mucho su obra. Nos volvimos a encontrar varias veces, la ¨²ltima cuando le hicieron doctor honoris causa en la Universidad de La Habana. Lo le¨ª mucho, pero especialmente en mi adolescencia.
P. Sin embargo, usted reconoce que su gran deuda con la poes¨ªa espa?ola tiene otro nombre: Vicente Aleixandre.
R. Tengo un trabajo sobre ¨¦l que se titula Aleixandre: memoria, gratitud en el que he reunido toda la correspondencia que mantuvimos desde nuestro primer encuentro en 1955. ?l entonces ya era un poeta maravilloso y muy generoso. S¨®lo nos vimos ese a?o pero, desde entonces y hasta su muerte mantuvimos una correspondencia abundante. Cuando le concedieron el premio Nobel para m¨ª fue un momento de verdadera felicidad.
P. Usted dirige la revista literaria Casa de las Am¨¦ricas, una de las publicaciones m¨¢s prestigiosas en Hispanoam¨¦rica; pero desde 1986 es tambi¨¦n presidente de la instituci¨®n del mismo nombre en La Habana, ?cu¨¢l es su labor?
R. La revista es lo que he hecho con m¨¢s dedicaci¨®n a lo largo de toda mi vida y es un placer, la presidencia de Casa de las Am¨¦ricas es un deber que cay¨® sobre m¨ª. Es una instituci¨®n que funciona desde hace 43 a?os y que est¨¢ dedicada a promocionar todas las artes dentro y fuera de la isla.
P. ?Ha tenido algo que ver la instituci¨®n que usted preside con el ¨¦xito internacional que, desde mediados de los noventa, est¨¢ teniendo la m¨²sica cubana?
R. De Casa de las Am¨¦ricas sali¨®, hace varias d¨¦cadas, la Nueva Trova Cubana con voces tan grandes como Silvio Rodr¨ªguez o Pablo Milan¨¦s. Sin embargo, esta medalla m¨¢s reciente aunque nos llena de alegr¨ªa no nos corresponde a nosotros. Han sido los mismos m¨²sicos. Cuba forma parte del gran Caribe donde se han encontrado las culturas africanas y europeas. De ese encuentro ha nacido la m¨²sica m¨¢s popular de todo el siglo XX.
P. ?Es Cuba un pa¨ªs v¨ªctima de su mala prensa internacional?
R. Es un pa¨ªs satanizado por el imperialismo norteamericano. Los pol¨ªticos estadounidenses dec¨ªan que Cuba no era m¨¢s que un sat¨¦lite de la URSS, pero hace m¨¢s de 10 a?os que la Uni¨®n de Rep¨²blicas Socialista no existe y Cuba sigue ah¨ª. Para nosotros EE UU es un pa¨ªs querido, con el que compartimos muchas referencias culturales. No somos antinorteamericanos, somos antiimperialistas.
P. El individualismo se ha convertido en el gran motor de las nuevas generaciones, tanto en literatura como en las artes pl¨¢sticas o en otros campos de la creaci¨®n, ?ocurre lo mismo en Cuba?
R. S¨ª, especialmente entre los creadores m¨¢s j¨®venes. Siempre ocurren cosas que son necesarias y otras que no, pero tanto unas como otras pasan. Jorge Luis Borges dec¨ªa: 'Nada sabemos del futuro, excepto que ser¨¢ diferente al presente'.
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