Las tierras del abuelo
El Ayuntamiento de El Coronil cede huertos para los mayores de 60 a?os
Antonio tiene 80 a?os y est¨¢ como un ni?o en la ma?ana de Reyes. Le ha tocado la parcela n¨²mero 63 en el sorteo de tierras para mayores de 60 a?os que celebr¨® ayer el Ayuntamiento de El Coronil (Sevilla), un pueblo de poco m¨¢s de 5.000 habitantes situado a 53 kil¨®metros de la capital. Acaba de entrar por primera vez en su huerto y ya sabe lo que va a sembrar: sand¨ªas, esp¨¢rragos, tomates, pimientos y 'lo que manden las ni?as', dice se?alando a sus dos nietas, que no han querido perderse la fiesta.
El Coronil es uno de los feudos hist¨®ricos del movimiento jornalero organizado alrededor del Sindicato de Obreros del Campo (SOC). Izquierda Unida prometi¨® en la ¨²ltima campa?a electoral que entregar¨ªa huertos a los mayores del pueblo y ayer, para celebrar el 28-F, el alcalde, Jos¨¦ Antonio Nu?ez, cumpli¨® con la promesa. 'Los abuelos se pasan el d¨ªa jugando al domin¨® en los bares o en la puerta del consultorio, aunque no les pase nada. Ahora seguro que se lo pasan aqu¨ª', contaba ayer Nu?ez.
Antonio Galbarro, el adjudicatario de la parcela 63, no tard¨® ni cinco minutos en empezar a arrancar la hierba de su terreno, labor obligada antes de empezar la siembra. Se hab¨ªa llevado hasta las herramientas y un candado para cerrar la taquilla de la que dispone cada huerto. 'Se le nota en la cara que est¨¢ gozando', dec¨ªa su hija Carmen.
El coraz¨®n ya le ha dado alg¨²n susto y su familia intent¨® persuadirle para que no se pidiera el huerto, pero no lo consigui¨®. 'Ha trabajado por cuenta hasta los 75 a?os y no se le puede quitar del campo', subraya la hija. 'Lo bueno es que ahora sabremos d¨®nde est¨¢ porque antes sal¨ªa a andar 10 o 12 kil¨®metros diarios y cualquiera lo encontraba', apunta.
Mientras, Antonio sigue descubriendo las virtudes de la parcela 63. 'Esta muy cerca de la carretera. Viene tu primo con el cami¨®n y me trae hasta aqu¨ª el esti¨¦rcol y lo que haga falta', le dice a Carmen.
Jos¨¦ Cabeza, de 69 a?os y alba?il jubilado, tambi¨¦n estren¨® terreno y no esper¨® ni a que pasara el d¨ªa de fiesta para empezar a trabajar: se llev¨® a su nieto Juan Jos¨¦, de 10 a?os, y una cinta m¨¦trica para comprobar si la parcela med¨ªa los 130 metros cuadrados que le hab¨ªan prometido. Al final, le salieron las cuentas y se qued¨® m¨¢s conforme. 'La tierra es blanda, est¨¢ muy buena para sembrar', afirma.
Casi todos prev¨¦n cultivar pimientos, tomates, patatas y remolachas, aunque Rosario Mart¨ªn, una de las tres mujeres que se apuntaron en la lista, tiene otros planes. 'Mi ilusi¨®n es tener limones, manzanas, naranjas agrias y zanahorias', asegura. Rosario, de 67 a?os, tiene una tienda de ropa en el pueblo, pero ya la ha puesto a nombre de su hijo para dedicarse s¨®lo al huerto en cuanto lo deje todo organizado. 'Empec¨¦ a trabajar en las tierras de mi padre con ocho a?os, pero siempre he querido un huerto', afirma. 'Ma?ana mismo compro esti¨¦rcol para que todo lo que siembre sea natural'.
Parcelas para todos
El Ayuntamiento de El Coronil compr¨® una finca hace tres a?os para albergar una escuela taller y, cuando ¨¦sta termin¨®, decidi¨® reservar una parte para nuevos proyectos municipales y dividir el resto en huertos sociales. Al final, salieron 72 parcelas de 130 metros cuadrados. Todos los mayores de 60 a?os que lo solicitaron obtuvieron ayer su terreno, en total 60 parcelas. De las 12 que quedan, los servicios sociales del ayuntamiento se han reservado tres para programas de rehabilitaci¨®n de drogadicci¨®n y alcoholismo y para las otras nueve se abrir¨¢ hoy mismo una nueva lista. De momento, se podr¨¢n apuntar los mayores de 59 a?os y, si no se adjudican todas, se ir¨¢ rebajando la edad, seg¨²n explic¨® ayer el alcalde, Jos¨¦ Antonio Nu?ez. Al margen de la edad, el ayuntamiento ha impuesto dos condiciones para poder optar a los huertos: que los adjudicatarios no vendan los productos que cultiven -'porque si no se nos echan encima los due?os de las tiendas', apuntaba el alcalde- y que sean ellos mismos los que cuiden y trabajen la tierra. 'Les pueden ayudar las familias, pero no vale d¨¢rsela al hijo o al nieto', dice el alcalde, que ya le ha advertido a los adjudicatarios que ¨¦l mismo se encargar¨¢ de controlar qui¨¦n trabaja en los huertos. Adem¨¢s, cuando el beneficiario enferme o fallezca la parcela volver¨¢ a manos municipales. Cada uno de los que hab¨ªa solicitado un huerto extrajo ayer de una caja una copia de la llave de la finca general con el n¨²mero de la parcela que le correspond¨ªa. Todas son iguales, aunque los adjudicatarios no tardaron en encontrar las ventajas y defectos de cada una. 'Unas est¨¢n m¨¢s cerca de la puerta, hay que andar menos y el agua para riego llega con m¨¢s presi¨®n. Otras est¨¢n m¨¢s lejos, pero m¨¢s a salvo de posibles trombas de agua', apuntaba uno mientras buscaba su parcela. Algunos intentaban intercambiar los terrenos para buscar uno m¨¢s cercano al de sus amigos. A esta peculiar celebraci¨®n del 28-F, precedida por un desayuno andaluz, le sigui¨® la inauguraci¨®n de una calle en honor al cantante Carlos Cano y otra Diamantino Garc¨ªa, el sacerdote fundador del movimiento obrero, varios conciertos y un almuerzo.
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