La vida con ojos ins¨®litos
Con Margarita, est¨¢ linda la mar gan¨® en 1998 el Alfaguara de novela, pero Sergio Ram¨ªrez (Masatepe, Nicaragua, 1942) se mueve como pez en el agua en el dominio del relato, escribiendo cuentos que no se cansan de sacarle punta al l¨¢piz de la vida, adoptando enfoques ins¨®litos -que acaban convirtiendo en sorprendente un suceso banal- y aclimatando con suma habilidad el humor a las cat¨¢strofes cotidianas, como sucede en Gran Hotel, uno de los mejores relatos del volumen, en torno a las infidelidades de una esposa con un ajedrecista bebedor de Pepsi-Cola, desde la perspectiva de un marido abogado metido en un berenjenal de especulaciones y sospechas que convierten en melodrama burlesco -y cinematogr¨¢fico, como aquellos de Hollywood que Ram¨ªrez tuvo presente cuando escribi¨® su novela Castigo divino (1988)- un episodio de celos, entre un tuerto en bicicleta y otras amenidades. Vallejo constituye tambi¨¦n una buena muestra del talento de Ram¨ªrez, aqu¨ª puesto al servicio de una historia berlinesa en torno al libreto de ballet que un compositor le encarga al narrador sobre un tema ind¨ªgena, que acabar¨¢ acercando al lector a la mitolog¨ªa maya. Es Vallejo el m¨²sico estrafalario que detesta a Dal¨ª por farsante ('?c¨®mo puede llamarse arte a esos relojes desinflados que parecen pancakes de Aunt Jemima?') y no ve en Chaikovski sino a un tipo empalagoso, y es una suerte de ¨¢lter ego de Ram¨ªrez el escritor que nos explica la historia, porque cita como suya la novela ?Te dio miedo la sangre?, que el autor nicarag¨¹ense public¨® en 1977. La parodia de las artes esc¨¦nicas que sostiene el relato, a la que contribuye el contraste entre el Berl¨ªn del Checkpoint Charlie y el indigenismo disparatado del compositor, tiene poco desperdicio porque el humor ingenioso se adue?a enseguida del texto con ideas de chorlito como la que aporta el narrador comentando que 'el cine no son s¨®lo rostros. Si fuera por eso, se podr¨ªa representar el teatro tras una lupa colocada delante del escenario y se acab¨® el problema'. Atraviesa el volumen un inequ¨ªvoco sentido farsesco que destaca en La herencia del bohemio, texto a medio camino entre el ensayo folcl¨®rico y la ficci¨®n genuina, que se ocupa de una de esas mu?ecas gigantes de pasacalle y desfile carnavalesco, erigida en el objeto de la discordia del pleito por la herencia de Mart¨ªn Lindo Avell¨¢n, que antes de morir de cirrosis la hac¨ªa bailar por las barriadas de Managua, en una conjunci¨®n festiva de idolatr¨ªa, costumbrismo y absurdo como la que sostiene el cuento Aparici¨®n en la f¨¢brica de ladrillos, encomiable lectura burlesca de esa mitolog¨ªa que envuelve a los h¨¦roes del deporte como Casey Stengel, el bateador de los Yankees que se le aparece como la Virgen al narrador de la historia mientras orinaba en el patio de la ladriller¨ªa, poniendo de nuevo en evidencia que es una vocaci¨®n sat¨ªrica la que alienta esta gavilla de jugosos e impecables relatos.
CATALINA Y CATALINA
Sergio Ram¨ªrez Alfaguara. Madrid, 2001 248 p¨¢ginas. 14,72 euros
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