¡®1934. Involuci¨®n y revoluci¨®n en la Segunda Rep¨²blica¡¯, de Eduardo Gonz¨¢lez Calleja: la Guerra Civil no empez¨® dos a?os antes
El profesor Eduardo Gonz¨¢lez Calleja interpreta las causas de los sucesos de revolucionarios de octubre de 1934 y la amenaza de la involuci¨®n republicana provocada por la extrema derecha
El autor ofrece en este libro un muy bien documentado relato del convulsivo 1934 de la Espa?a republicana. Tras la consideraci¨®n de los antecedentes de la crisis, estudia con detenimiento su desarrollo en Madrid, Asturias, Catalu?a y el resto de Espa?a, para concluir con una evaluaci¨®n final en que, entre otros asuntos, Gonz¨¢lez Calleja tiene inter¨¦s en negar la visi¨®n de la revoluci¨®n de 1934 como antecedente directo de la Guerra Civil iniciada en julio de 1936.
Particular inter¨¦s tiene la interpretaci¨®n que Gonz¨¢lez Calleja realiza de las causas de octubre del 1934 en el conjunto de Espa?a y en el caso espec¨ªfico de Catalu?a. Por lo que hace al conjunto de Espa?a, se subraya la combinaci¨®n de dos grandes motivaciones. De un lado, la que podr¨ªa calificarse de ¡°reformista¡± y que vendr¨ªa sustentada por el deseo de recuperar la orientaci¨®n de centroizquierda del r¨¦gimen republicano dominante en el bienio aza?ista, ahora amenazada por la involuci¨®n que se adivina en la alianza del centro radical con la derecha representada por la CEDA. De otro, una aspiraci¨®n abiertamente revolucionaria de inspiraci¨®n bolchevique, alimentada por el proceso de radicalizaci¨®n caballerista del PSOE a partir de 1933. Todav¨ªa se podr¨ªan se?alar dos excitaciones complementarias al proceso revolucionario. Una tendr¨ªa que ver con la actitud tacticista alimentada tambi¨¦n por el incipiente radicalismo caballerista de adentrarse en el proceso revolucionario a la espera de lo que los acontecimientos dieran de s¨ª, bien en la forma de una aut¨¦ntica revoluci¨®n, bien en la vuelta a los a?os iniciales de la Rep¨²blica. A¨²n habr¨ªa que sumar a estas motivaciones, la de intimidar con los preparativos del proceso revolucionario al presidente de la Rep¨²blica para que impidiera el paso a un gobierno de coalici¨®n de centro-derecha.
Por lo que hace al desarrollo de los acontecimientos en Catalu?a, se dar¨ªa una clara diferencia de motivaciones. Se manifestar¨ªa, en primer lugar, y en sinton¨ªa con la que podr¨ªa ser la actitud de Indalecio Prieto a nivel general de la pol¨ªtica espa?ola, el intento de defender la orientaci¨®n de centroizquierda del bienio aza?ista, de conformidad con la visi¨®n alentada por el propio Aza?a de Catalu?a como ¨²ltimo baluarte de la Rep¨²blica. Junto a esta motivaci¨®n que ir¨ªa unida a la pretensi¨®n de reforzar el autogobierno catal¨¢n, se har¨ªan visibles las pretensiones de un nacionalismo catal¨¢n radicalizado y la incidencia de una aspiraci¨®n revolucionaria compartida con la existente en el conjunto de Espa?a.
Una cuesti¨®n a dilucidar en torno al intento revolucionario de 1934 es el impacto que en su g¨¦nesis pudiera tener la amenaza de una involuci¨®n de signo fascista. La d¨¦bil justificaci¨®n de esa amenaza pienso que viene ilustrada por el desarrollo de los acontecimientos posteriores al fracaso de la revoluci¨®n de octubre. Es verdad que desde la extrema derecha del momento, desde los mon¨¢rquicos alfonsinos, el carlismo y el sector m¨¢s radical del fascismo espa?ol, se pretendi¨® una respuesta de signo dictatorial a los hechos de octubre. Pero lo cierto es que la derecha mayoritaria de la CEDA, dirigida por Gil Robles, opt¨® claramente por su proyecto de reforma del texto constitucional de 1931 como v¨ªa de acceso al poder, dejando a un lado la posibilidad facilitada por los acontecimientos de un asalto al mismo por una v¨ªa insurreccional. Y ese asalto al poder resultaba incompatible con el proyecto de centrar el r¨¦gimen republicano auspiciado por el partido radical. El balance final sobre la supuesta amenaza fascista como justificaci¨®n de octubre de 1934 parece diluirse entre un temor exagerado a los sucesos coet¨¢neos de Alemania, Austria y Francia y un pretexto para la aventura revolucionaria.
El autor, como antes de dec¨ªa, tiene inter¨¦s en salir al paso de la visi¨®n de los hechos de octubre de 1934 como antecedente directo de la Guerra Civil. En favor de su punto de vista juega la vuelta a la normalidad constitucional tras el intento revolucionario. Con todo, parece innegable que la ruptura del orden constitucional por parte de la izquierda radical y el nacionalismo catal¨¢n en 1934 supone una quiebra de los expedientes democr¨¢ticos de la que tomar¨¢n buena nota los protagonistas del golpe militar de julio de 1936.
1934. Involuci¨®n y revoluci¨®n de la Segunda Rep¨²blica
Akal, 2024
532 p¨¢ginas
26,50
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