La empresa silenciosa
Tres personas sordas crean una academia de lengua de signos para oyentes
Al entrar en el 3?A del n¨²mero 6 de la granadina calle Alh¨®ndiga los o¨ªdos se hacen sordos. El intenso ruido del tr¨¢fico en el centro urbano se diluye en el silencio sepulcral de un lugar en el que hay m¨¢s de 20 personas comunic¨¢ndose entre s¨ª. La mayor parte de ellos atiende a las explicaciones de Francisco, quien les ense?a vocabulario de un nuevo idioma: la lengua de signos.
Inmaculada Porcel se convirti¨® en empresaria hace cuatro meses. Junto a Francisco y F¨¢tima cre¨® una academia privada de lengua de signos. Los tres son sordos y su vida da dado un giro completo desde entonces. 'La gente no nos ve¨ªa como personas normales, nos compadec¨ªa. Nadie se esperaba que fu¨¦semos capaces de crear una empresa', explica Inmaculada con una contenida sonrisa de satisfacci¨®n.
En noviembre comenz¨® a funcionar Comuniqu¨¦mosnos SL, una empresa que part¨ªa con un destino incierto ante las limitaciones de sus propietarios. 'No es com¨²n en Espa?a que personas sordas se conviertan en empresarios', seg¨²n reconoce Inmaculada. Pero unos meses despu¨¦s la academia casi se ha quedado peque?a. El par de aulas del c¨¦ntrico piso ser¨¢ incapaz de acoger a los alumnos de la academia si sigue creciendo al mismo ritmo.
Actualmente hay 90 alumnos y la mayor parte de ellos acude por curiosidad. Las ganas de comunicarse con un vecino, un amigo o un compa?ero con sordez son suficiente motivo para pagar un curso que puede costar 30.000 o 70.000 pesetas. Esto hace pensar a los propietarios que las posibilidades de expansi¨®n son infinitas si los profesionales se percataran de los beneficios que pueden obtener al abrir su mercado a la comunidad sorda mediante el aprendizaje de su lengua.
Inmaculada ha sufrido durante sus 34 a?os las limitaciones de la sordera. La dependencia de un int¨¦rprete durante las 24 horas del d¨ªa es un problema que se podr¨ªa paliar si la lengua de signos se hiciera m¨¢s extensiva. Pero reconoce que 'la sociedad no tiene ning¨²n inter¨¦s' en este idioma. Por el contrario, 'la mayor parte de la gente que lo aprende piensa que es una forma de hacer caridad con los sordos'. De modo que el ¨²nico camino para conseguir insertar este tipo de comunicaci¨®n en la sociedad es convenciendo a ciertos sectores de que puede ser rentable para el desarrollo econ¨®mico, social o educativo.
Al margen de los l¨®gicos intereses de negocio de esta empresa, los propietarios tienen un objetivo social: extender la comunicaci¨®n entre sordos y oyentes. Y no es por altruismo, sino porque viven en sus propias carnes la incomunicaci¨®n. Como los nativos para ense?ar otros idiomas hablados, nadie mejor que personas sordas pueden transmitir la ense?anza del lenguaje de signos. Pero llevar la empresa es otra cosa. Hay constantes trabas: desde llevar a cabo un tr¨¢mite administrativo hasta atender una simple llamada de tel¨¦fono.
Hacia la educaci¨®n biling¨¹e
El reconocimiento legal de la lengua de signos espa?ola es una de las principales reivindicaciones de la comunidad sorda. Andaluc¨ªa es una de las comunidades aut¨®nomas espa?olas que m¨¢s ha destacado en la ayuda y atenci¨®n de este medio comunicativo, el ¨²nico que puede sacar del ostracismo a miles de personas que padecen sordera. Pero esto no es suficiente para los sordos. Todas las asociaciones, incluida la Federaci¨®n Andaluza de Asociaciones de Sordos, reivindican la incorporaci¨®n de un sistema de educaci¨®n biling¨¹e para favorecer la incorporaci¨®n a la vida normal de estos discapacitados. Pero este cambio supondr¨ªa un coste excepcional a la administraci¨®n, por lo que no es f¨¢cil conseguir avances al respecto. El 90% de las personas sordas son analfabetas funcionales, seg¨²n informa la Confederaci¨®n Nacional de Sordos, cuyos representantes se han reunido en repetidas ocasiones con el presidente andaluz, Manuel Chaves, para pedir el cambio educativo que posibilite la desaparici¨®n de barreras de comunicaci¨®n. La empresa creada por estas tres personas sordas tiene como objetivo tambi¨¦n enfocar su negocio al sistema educativo, pues pretenden que su centro sirva para ense?ar a profesores de la educaci¨®n reglada, as¨ª como a otros profesionales, la lengua de signos. Inmaculada Porcel asegura que en otros pa¨ªses europeos como Francia, donde ha vivido, los sordos pueden trabajar en muchas cosas que aqu¨ª ser¨ªan inauditas, como la profesi¨®n de actor, porque su lengua est¨¢ mucho m¨¢s extendida gracias al reconocimiento que se le ha dado. 'Los contrastes con Espa?a y Andaluc¨ªa son enormes', asegura. Aqu¨ª ni siquiera hay apenas empresarios sordos, algo que se fomenta con la autoestima y el fomento de la identidad como personas. El analfabetismo, tan extendido entre las personas sordas, es una de las mayores limitaciones con las que se encuentran para cualquier tipo de actividad com¨²n y por ello reclaman facilidades para hablar su idioma.
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