Diga lo que diga Nuno, jugar¨¢ Molina
El meta portugu¨¦s asegura que Irureta le prometi¨® ser titular y su colega espa?ol se encoge de hombros
Desde que tuvo su primer hijo, ya hay dos cosas en el f¨²tbol que Jos¨¦ Francisco Molina (Valencia, 1970) lleva muy mal: los viajes y el acoso medi¨¢tico. 'Antes era s¨®lo el foll¨®n de la prensa... ahora, ya ten¨¦is competencia', bromea el portero deportivista que, pese a sus palabras, acaba de atender pacientemente a la larga lista de informadores que le espera tras concluir el entrenamiento. Adem¨¢s de padre fervoroso, Molina es un tipo discreto, al que la fama le 'quema' y que, hace dos semanas, tras una heroica actuaci¨®n frente al Juventus, dedic¨® los d¨ªas siguientes a restarse m¨¦ritos. 'Como no le doy importancia a los elogios, tampoco se la doy a las cr¨ªticas, ya que ser¨ªa de mal gusto', dice.
Tras su heroica actuaci¨®n en Tur¨ªn, Molina se pas¨® dos semanas intentando quitarse m¨¦ritos
A Molina le buscaba ayer toda la prensa porque su te¨®rico suplente, Nuno, destap¨® una pol¨¦mica inesperada al airear que el entrenador, Javier Irureta, le hab¨ªa prometido semanas atr¨¢s jugar la final de Copa, en compensaci¨®n a que el portugu¨¦s fue el titular m¨¢s asiduo durante las eliminatorias. 'Sin comentarios', fue la respuesta de Irureta. Molina se limit¨® a encogerse de hombros, como si la cosa no fuera con ¨¦l.
Pero nadie duda que Molina ser¨¢ titular ma?ana. Se ha convertido en un jugador indispensable para el Depor, al que lleg¨® tras padecer uno de los momentos m¨¢s duros que puede vivir un futbolista: su fallo contra Noruega en la Eurocopa de Francia, que le convirti¨® en el chivo expiatorio del fracaso de Espa?a y le alej¨® para siempre de la selecci¨®n. Cuando se le recuerda el episodio, trata de pasar de puntillas, pero deja caer que en aquella ocasi¨®n no pudo inmunizarse ante las feroces cr¨ªticas: 'Hay algo que s¨ª duele: cuando sabes que alguna gente te est¨¢ esperando para hacerte da?o'. Molina nunca ha ocultado que le gustar¨ªa ser jugador de campo, que siente cierta envidia de sus compa?eros 'porque disfrutan m¨¢s' y porque su trabajo 'es m¨¢s f¨¢cil'. ?M¨¢s f¨¢cil porque se les perdonan m¨¢s los errores?: 'Sin duda. ?sa es una de las razones. Pero tampoco quiero quejarme. Cada uno vale para lo que vale, y las cosas son as¨ª'.
A Molina se le ve muy contento en A Coru?a, tal vez porque el alejamiento de los muchos focos que le apuntaban en Madrid le vaya mejor a su car¨¢cter. 'Es verdad que aqu¨ª vivo mucho m¨¢s tranquilo. Es que en el Atl¨¦tico un d¨ªa era la prensa; el otro, el presidente o el administrador judicial o cualquier jugador ...'. Molina huye de la pol¨¦mica tanto como de la fama: 'Soy bastante t¨ªmido y siempre me ha gustado pasar desapercibido. A¨²n me resulta muy inc¨®modo que la gente me pare por la calle. S¨¦ que es parte de mi trabajo y trato de no darle importancia, porque si no, me quemo y se me cruzan los cables'.
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