Transparencia de los l¨ªderes sociales
En este comienzo de siglo observo una preocupante falta de transparencia en muchas de las informaciones y actitudes de los l¨ªderes sociales. Para los que siempre hemos defendido la transparencia como principio y condici¨®n indispensables para todos los que act¨²an en la vida p¨²blica -y creemos haber seguido personalmente esa pauta en el mundo empresarial y pol¨ªtico-, es sorprendente comprobar con qu¨¦ frivolidad y desfachatez algunos dirigentes interpretan sus obligaciones para con los accionistas, directivos, empleados, bancos, proveedores y clientes en el primer caso, y con los ciudadanos en general, en el segundo.
Se ha escrito mucho y bien sobre las irregularidades y esc¨¢ndalos del caso Enron, pero quisiera resaltar, y denunciar, la actitud fraudulenta de parte del equipo directivo que ha estafado a los empleados haci¨¦ndoles perder sus puestos de trabajo y volatilizando sus planes de pensiones; a sus accionistas, hinchando artificialmente las cotizaciones con falsos resultados y previsiones a base de filiales que absorb¨ªan las p¨¦rdidas; a sus bancos acreedores, present¨¢ndoles balances ama?ados para obtener cr¨¦ditos; a pol¨ªticos poco exigentes, republicanos y dem¨®cratas, enga?¨¢ndoles con sustanciosas aportaciones a sus campa?as electorales, y a clientes y proveedores, mientras todos ellos vend¨ªan las acciones de Enron con fuertes plusval¨ªas y se enriquec¨ªan ilegalmente. ?Qu¨¦ responsabilidad la de unos auditores que no s¨®lo han dado fe de una realidad contable inexistente, sino que muchos tenemos la sospecha fundada de que ayudaron a falsearla mediante la anestesia de unas soberbias minutas por trabajos de asesor¨ªa(?)! ?Qu¨¦ espect¨¢culo deplorable, aunque legal, el de esos ejecutivos acogi¨¦ndose a la Quinta Enmienda para no contestar y aguantando descalificaciones e insultos dur¨ªsimos!
Muchas veces leemos y escuchamos cr¨ªticas feroces contra el mundo empresarial que actitudes como las descritas -parece que compartidas por otros ejecutivos de algunas grandes empresas- avalan y justifican, pero me pregunto si somos conscientes de que una gran mayor¨ªa de empresas informan con absoluta transparencia al mercado de sus datos y evoluci¨®n. Tema distinto al de la transparencia absoluta en los datos es que algunos de ¨¦stos nos parezcan inexplicables, como las fort¨ªsimas indemnizaciones que reciben algunos altos ejecutivos por abandonar sus puestos de responsabilidad, pr¨¢ctica que est¨¢ generando fuertes pol¨¦micas con los accionistas institucionales, l¨¦ase los fondos de inversi¨®n, los peque?os accionistas y la opini¨®n p¨²blica. Todos los esfuerzos que realicen los organismos de vigilancia de los mercados para garantizar la limpieza de las transacciones burs¨¢tiles, perseguir la informaci¨®n privilegiada, promover la transparencia de las informaciones y erradicar de la vida econ¨®mica a los tah¨²res y fulleros de cuello duro ser¨¢ bienvenida y aplaudida por la inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos y, desde luego, por los empresarios aut¨¦nticos, que no deben ser confundidos con algunos ejecutivos que s¨®lo piensan en su propio beneficio.
Es curioso observar c¨®mo la clase pol¨ªtica denuncia abusos e irregularidades como los descritos y, sin embargo, se permite el lujo de no aplicarse el mismo grado de exigencia para sus propias actuaciones.
?Cu¨¢ntos de los dirigentes pol¨ªticos bajo sospecha, internacionales y espa?oles, pueden presentar una informaci¨®n transparente sobre sus ingresos, gastos y situaci¨®n patrimonial antes, durante y al abandonar su actividad pol¨ªtica? Siempre intent¨¦ -sin ¨¦xito, bien es cierto- que los pol¨ªticos admitiesen como normal el presentar, ante cualquier duda razonable sobre sus finanzas, un estado de origen y aplicaci¨®n de fondos. Nunca olvidar¨¦ las reacciones en el Parlamento cuando propuse actuar as¨ª en una comisi¨®n. Fue una triste experiencia.
?Nos hemos parado a pensar la ristra de esc¨¢ndalos por corrupci¨®n que han afectado y afectan a un n¨²mero importante de los m¨¢ximos dirigentes pol¨ªticos internacionales?
?Es posible asistir impasible a la ruina y miseria de millones de argentinos cuando se conoce que existen dep¨®sitos de ciudadanos argentinos en el extranjero -muchos de ellos injustificables- por un importe superior a la deuda total externa de la naci¨®n? ?Exigimos a los dem¨¢s algo que no estamos, cada uno de nosotros, dispuestos a desvelar?
Si la democracia, tan dif¨ªcilmente conquistada, quiere tener autoridad moral, debe basarse, a mi juicio, en una impecable transparencia de los dirigentes en la presentaci¨®n y an¨¢lisis de los datos que reflejen la realidad de un pa¨ªs, de una comunidad aut¨®noma, de un ayuntamiento, de las organizaciones sociales, c¨¢maras, patronales y sindicales incluidas, de la Iglesia, de las fundaciones y ONG, que permitan conocer su realidad econ¨®mica, el origen de sus ingresos, el destino de sus gastos y la situaci¨®n de sus inversiones.
En 2002, los ciudadanos queremos y exigimos saber si quien nos dirige, o aspira a ello, est¨¢ decidido a ejercitar la transparencia econ¨®mica, pues si no lo est¨¢ nos resultar¨¢ muy dif¨ªcil creer que posteriormente lo har¨¢ con los presupuestos p¨²blicos o sociales que eventualmente le encomendemos.
Jos¨¦ Antonio Segurado es empresario.
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