?Qui¨¦n cuida a la cuidadora?
La depresi¨®n mina la autoestima de aquellos que atienden a enfermos cr¨®nicos
Carmen Rosa Jim¨¦nez tiene 44 a?os y la paciencia que una persona puede acumular en 10 siglos. No hab¨ªa cumplido a¨²n los 27 cuando a su madre la sorprendi¨® una trombosis que la dej¨® paral¨ªtica. Hoy, con 77 a?os, la madre pasa el tiempo entre la cama y la silla de ruedas que la acerca a la camilla. Ya no tiene ni piernas; han tenido que amput¨¢rselas a causa de la inmovilidad.
Carmen cuida tambi¨¦n a su padre. A ¨¦l, hace 10 a?os, una compleja enfermedad lo dej¨® casi inv¨¢lido. Ahora con 81 cumplidos y 140 kilos de peso necesita de la hija una atenci¨®n permanente. Carmen lo levanta y lo acuesta cada d¨ªa. Y mientras recrea el gesto de tirar de ¨¦l se toca los hombros y explica que los tiene 'hechos polvo' de levantar y arrastrar a su padre para trasladarlo de un lugar a otro.
Carmen es de Alcal¨¢ de Guadaira, una localidad pr¨®xima a Sevilla. Ya no llora. Pero asegura que ha llorado tanto como agua puede llevar el r¨ªo que dan nombre al pueblo en invierno. 'Pero a todo se acostumbra una', resume. Hace 17 a?os que su madre enferm¨®. Carmen ten¨ªa entonces un peque?o negocio de tejidos y tres hijas de 5, 6 y 8 a?os. 'Una vida por delante, y muchos proyectos e ilusiones', rememora mientras sonr¨ªe tristemente. Pero todo se esfum¨® en un suspiro cuando se vi¨® sin apoyos cuidando a sus padres. Su hermano, que tambi¨¦n reside en el pueblo, hizo caso omiso de la situaci¨®n. Y su hermana, que vive en Barcelona, se encontraba demasiado lejos para venir a echarle una mano.
As¨ª que Carmen se fue retrayendo. Se vio sola. De encerr¨® en el silencio. Y en esta situaci¨®n ha vivido casi dos d¨¦cadas. '?Siempre en silencio!', recalca. 'Yendo de mi casa a la de los padres y de ¨¦sta a la m¨ªa sin pararme a pensar. Sin tiempo para mi familia. Menos mal que mi marido, al menos, no se mete en nada'.
Un d¨ªa enferm¨®. 'Estuve dos a?os en tratamiento en una Unidad de Salud Mental', comenta sin miedo. Luego, ya recuperada, ha hecho cursos de casi todo: Para mejorar la autoestima, de reforzamiento psicol¨®gico, para aprender trucos de c¨®mo mover y levantar de la cama a un enfermo.
Ha participado tambi¨¦n en talleres de manualidades y de ayuda mutua entre personas que tienen el mismo problema que ella. 'Juntas olvidamos mejor; aunque s¨®lo sea por un rato', se?ala. 'La verdad es que en estos cursos no te quitas el problema de encima pero aprendes a verlo de otra manera porque todas estamos en la misma situaci¨®n y nos desahogamos', explica.
La ONG Geron promueve estos cursos. Cuentan ya con una amplia red de colaboradores, repartidos por toda Andaluc¨ªa, que atienden a cientos de familias que sufren el mismo problema que Carmen. Entre las cosas que le ense?an est¨¢ la de c¨®mo entender mejor la enfermedad que padece el familiar. 'Y a reservar un poco de tiempo para ti. Algo que es fundamental', concluye Carmen.
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