Espectador
Vivo y trabajo en la zona Centro y soy espectador de las bandas de delincuentes que trabajan en ella: son siempre las mismas y trabajan con horario estipulado.
El s¨¢bado 23 de febrero atend¨ª a una forastera a la que acababan de vaciar su bolso en la plaza de Canalejas. La acompa?¨¦ a la comisar¨ªa de Retiro, en la calle de las Huertas, la m¨¢s pr¨®xima. Entramos a las 21.00, saliendo pasadas las 23.00. Aguardamos turno y, cuando por fin nos correspondi¨® entrar, soportamos un paro administrativo de 35 minutos.
Al dirigirnos al funcionario para que nos explicara la raz¨®n de la pausa -nuestra espera se acercaba a las dos horas- la justific¨® por su necesidad de poner en orden los papeles, apostillando que en la comisar¨ªa de Centro, en la calle de Leganitos, las esperas acostumbran ser de cinco horas. El tiempo real de la denuncia fue de cinco minutos, y Ariadna, que as¨ª se llama la chica, se enter¨® de que hab¨ªa sido v¨ªctima de un 'descuido' y de que se la atend¨ªa excepcionalmente, ya que la comisar¨ªa que le correspond¨ªa era la de la calle de Leganitos, la de las cinco horas de espera, donde sus funcionarios 'conocen' a los que la hab¨ªan hurtado.
Me desped¨ª de ella y regres¨¦ a la Carrera de San Jer¨®nimo, observando con estupor que, mientras las bandas segu¨ªan con total impunidad aplic¨¢ndose en sus trabajos, un ej¨¦rcito de gr¨²as municipales y guardias urbanos estaban limpiando, como cada s¨¢bado, la calzada de coches aparcados, e ignorando lo que estaba ocurriendo a escasos cent¨ªmetros de sus narices.
Desconozco a qui¨¦n corresponde velar por la seguridad de los ciudadanos, qui¨¦n fija las prioridades, el porqu¨¦ de la total impunidad que se dispensa a los delincuentes, si existen problemas de jurisdicciones o alguna raz¨®n oculta que los ciudadanos no debamos conocer.
Pens¨¦ que si los cuatro agentes municipales dedicados a poner denuncias a los veh¨ªculos estacionados patrullaran por la misma calle, advirtiendo a los coches de la prohibici¨®n de aparcar y controlando a la vez las bandas de delincuentes, su trabajo ser¨ªa m¨¢s efectivo para los bolsillos de los ciudadanos, aunque quiz¨¢s no tanto para las arcas municipales.
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