?Menuda 'celebration'!

Hay que rendirse a la evidencia: Operaci¨®n Triunfo ya no es lo que era. Por muy bien que lo hagan los tres protagonistas, no tienen el suficiente magnetismo para repetir la emoci¨®n de la anterior fase del concurso. Reiterativo hasta en las canciones, el programa se limita a caldear el ambiente para cuando llegue el dichoso festival y a potenciar la lucha antipirater¨ªa discogr¨¢fica. Uno de los recursos consiste en emitir im¨¢genes de ediciones que, con gran esfuerzo, hab¨ªamos conseguido olvidar. Bastan unos segundos de Betty Missiego para que te replantees toda tu existencia, y m¨¢s si va precedida de una interpretaci¨®n geopol¨ªtica de los votos firmada por Jos¨¦ Luis Uribarri.

El pasado lunes, OT se dej¨® de sosos especialistas en el festival y, adem¨¢s de mantener al consolidado tr¨ªo de jueces, Rebollo, Uribarri y Tabares, ech¨® mano de pesos pesados de nuestra historia eurovisiva: Sergio Dalma, Marcos Llunas y David Civera, tridente de lujo de nuestros cl¨¢sicos del karaoke que apela a esas escenas pat¨¦ticas que m¨¢s de uno hemos protagonizado con mucha menos voz y bastantes copas de m¨¢s. Todos tenemos un pasado. Sobre todo Uribarri.

Al repetir las mismas canciones que la semana pasada, la gala careci¨® de inter¨¦s, y no la animaron ni la presencia testimonial de Presuntos Implicados, ni la actuaci¨®n de Ni?a Pastori, ni la aparici¨®n de Natalia, convertida en un h¨ªbrido de Nika Costa y Shakira, ni el estreno de la canci¨®n del Mundial de f¨²tbol interpretada por el equipo acad¨¦mico habitual. Para entretenernos, tuvimos que fijarnos en la afinaci¨®n, la ropa de los concursantes o jugar a adivinar si el sim¨¦trico flequillo de Bustamante ser¨¢ imitado por P¨ªo Cabanillas. Quiz¨¢s por eso se cambiaron de ropa, para animarnos la cosa.

Bisbal cant¨® a medio gas, y acudir¨¢ a la final con su arr¨ªtmico Coraz¨®n latino, mucho peor que la injustamente eliminada Mi¨¦nteme. Bustamante mejor¨®, y competir¨¢ con La magia del coraz¨®n, pero es v¨ªctima de una asesor¨ªa de imagen que le est¨¢ domando su puntazo proletario para convertirlo en un previsible latin lover ideal para anunciar la campa?a de rebajas de unos grandes almacenes. Pese a todo, fue el m¨¢s espont¨¢neo: se atrevi¨® a romper el protocolo para charlar con Sergio Dalma, que, por cierto, se ofreci¨® a cantar uno de los muchos d¨²os que va a generar la onda expansiva discogr¨¢fica de Operaci¨®n Triunfo.

En cuanto a Rosa, se ha propuesto pesar lo mismo que Nina. Al principio de la gala parec¨ªa como si prefiriese hacer carrera como autora de libros sobre c¨®mo adelgazar que centrarse en esa m¨²sica que tan bien se le da. Pero cuando sali¨® a interpretar su Europe's living a celebration (un caso de spanish-bizarro avant-la-lettre) volvi¨® a ser la de antes. Aviso: esta canci¨®n es tan hortera y pachanguera que incluso podr¨ªa ganar.

[La gala de Operaci¨®n Triunfo fue seguida el pasado lunes por una media de 8.547.000 espectadores, con una cuota de pantalla del 52,8%].