Proyectos para el siglo XXI
'Nos pidieron una casa, pero nosotros les dimos un jard¨ªn. Nos pidieron intimismo y nosotros hicimos del jard¨ªn algo secreto. Pero quer¨ªan una casa. Y la tapia de aquel jard¨ªn se hizo muro para tu casa'. As¨ª comienza la memoria del proyecto de la vivienda unifamiliar de Mutilva (Navarra) con la que el arquitecto Javier P¨¦rez Herreras ha obtenido el primer premio en la 6? Bienal de Construcci¨®n en Ladrillo Hispalit. Buena muestra de una concepci¨®n de la arquitectura que va m¨¢s all¨¢ del efectismo ef¨ªmero y concibe la construcci¨®n de la vivienda a partir del ser humano que vive en su interior y del mundo cambiante que le rodea.
Javier P¨¦rez Herreras (Gij¨®n, 1967) ama la investigaci¨®n. 'Creo en una arquitectura ideol¨®gica. Hay arquitectos que son m¨¢s admirados por la belleza de una obra concreta que por sus pensamientos, y eso a m¨ª no me interesa', comenta este doctor que en el libro Cajas del aire recorre la historia de siete viviendas unifamiliares de Am¨¦rica y Europa, con especial atenci¨®n a la relaci¨®n entre el interior y el exterior que establece el edificio y su habitante.
Este punto de partida se percibe claramente en el proyecto para una parcela cercana a la casa citada. Aqu¨ª el problema planteado era la construcci¨®n de ocho viviendas adosadas en una superficie reducida y con un presupuesto ajustado al sueldo de un profesor asociado de universidad. El resultado, ganador del premio del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro (COAVN) de 2001, rompe con la est¨¦tica trasnochada de los adosados con bastante radicalidad y no menos pol¨¦mica entre el vecindario.
La obsesi¨®n de este arquitecto es intervenir en la creaci¨®n de la ciudad contempor¨¢nea, la del utilitario, el tel¨¦fono m¨®vil y los servicios energ¨¦ticos (electricidad, gas) de acceso masivo. Pero sin olvidar la relaci¨®n con los ingredientes universales de la vida (el cielo o la luz del sol) ni las aportaciones de la tecnolog¨ªa o la accesibilidad para el uso de determinados materiales en la construcci¨®n. El resultado es una serie de edificaciones dentadas, con referencias a la arquitectura industrial de hace cien a?os, que supone un contraste con la vulgaridad de los adosados cercanos. En el interior, la luz: la casa es un pasillo que va de Este a Oeste, establecido alrededor de un patio cuadrado que se presenta como un sal¨®n de verano y que, gracias a sus tabiques de cristal, supone una aportaci¨®n de luz natural m¨¢s que necesaria, en invierno. Y al fondo, el jard¨ªn, como prolongaci¨®n de la vivienda y elemento de integraci¨®n en el entorno. Este es un jard¨ªn libre, con separaciones que no alcanzan 1,80 metros entre casa y casa, lo que supone continuar con el juego entre lo privado y lo p¨²blico que preocupa a Javier P¨¦rez.
'Considero la arquitectura como una forma de hacer ciudad, como una manera de crear un nuevo perfil, siempre con el cielo como referente ¨²ltimo', comenta quien ha firmado con Jos¨¦ Valdenebro, compa?ero de estudio, algunas de sus obras. El siguiente trabajo en el ¨¢mbito de la vivienda unifamiliar es un encargo especial -'como lo son todos, porque tratamos de proyectar lo que quieren nuestros clientes, que, tambi¨¦n es cierto, conocen nuestra sensibilidad'-: se trata de lo que P¨¦rez Herreras ha llamado la 'casa paraguas'.
En la memoria del proyecto se dice: 'Un joven matrimonio so?aba con espacios llenos de luz, habitaciones sin l¨ªmite, lugares abiertos a la sensualidad de la naturaleza m¨¢s viva (...). Un lugar habitado por los otros, los que nunca fueron ciudad: peque?os palacios rurales, casonas y alg¨²n horripilante artefacto de la m¨¢s imprudente modernidad. Supongo que de alg¨²n despistado de la ciudad'. Rotundo comienzo de un proyecto que parte de una habitaci¨®n donde el espacio se comparte con el resto de la comunidad, como la ten¨ªan aquellos palacios rurales. Es decir, la casa cuenta con una habitaci¨®n m¨¢s, la habitaci¨®n abierta: 'Una habitaci¨®n donde podr¨¢n dormir a la luz de las estrellas, disfrutar la fresca sombra de ese sol de agosto y, a su refugio, escuchar el silencio de la lluvia', se?ala la memoria.
Todo esto tambi¨¦n se podr¨¢ encontrar en el futuro Parlamento de Navarra, en el que tambi¨¦n ha trabajado este joven arquitecto nacido en Gij¨®n pero criado en Zaragoza. Su amor por los cielos abiertos y el sol radiante, se plasma aqu¨ª en un amplio patio, un gran vaso de cristal en el que se ubicar¨¢ el sal¨®n de plenos. Es quiz¨¢s la obra de mayor envergadura de quien comenz¨® su carrera profesional hace siete a?os. Sin olvidar, por supuesto, el edificio que levant¨® para la multinacional Ericsson en el parque tecnol¨®gico de Zamudio, muestra m¨¢s que sincera de lo que fue la fiebre de las puntocom.
Ahora, mientras los trabajadores luchan por su puesto de trabajo, la construcci¨®n encargada por la empresa sueca es el testigo inc¨®modo de aquel delirio por las nuevas tecnolog¨ªas. Pero quedar¨¢ el esfuerzo de construir una edificaci¨®n acorde con el tercer milenio por parte de Javier P¨¦rez Herreras. Un arquitecto que forma parte en ese grupo que busca 'una arquitectura de servicio, que resuelva los problemas, en la mayor parte de las ocasiones, con un grado de respuesta mucho mayor de lo que la propia sociedad les requiere', seg¨²n se?al¨® Patxi Mangado en la conferencia sobre la arquitectura en el Pa¨ªs Vasco de los ¨²ltimos 20 a?os que ofreci¨® en el ¨²ltimo congreso de Eusko Ikaskuntza.
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