El cotilleo, una pasi¨®n sin l¨ªmites
Con Hola ya en los quioscos, su editor, Eduardo S¨¢nchez-Junco, al fin tuvo tiempo el pasado jueves para responder a las llamadas que le hab¨ªa efectuado este reportero. '?Qu¨¦ racha de separaciones, esto est¨¢ tremendo estos d¨ªas!', dijo S¨¢nchez-Junco. Su revista sacaba en portada las dos rupturas de pareja de las que media Espa?a o m¨¢s llevaba d¨ªas hablando: la de Norma Duval y Jos¨¦ Frade y la de Fran Rivera y la duquesa de Montoro, pero tambi¨¦n, de modo m¨¢s destacado, una tercera: la del actor Pepe Sancho y la cantante Mar¨ªa Jim¨¦nez. Esta ¨²ltima historia, se?al¨® el editor de Hola, era una exclusiva. Pepe Sancho y Mar¨ªa Jim¨¦nez llevaban 18 a?os casados; de hecho, se hab¨ªan casado dos veces. Lo suyo tampoco hab¨ªa sobrevivido a un invierno 2001-2002 devastador para tantos matrimonios, incluyendo el de Jos¨¦ Luis de Vilallonga, grande de Espa?a y bi¨®grafo del rey Juan Carlos, con la vasca Bego?a Aranguren, sucesora en su coraz¨®n de Sillianne.
La gran diferencia entre Espa?a y los dem¨¢s pa¨ªses es que aqu¨ª el 80% de los personajes del negocio del cotilleo no es nadie en realidad
4,9 millones de telespectadores siguieron el tramo dedicado por el programa de televisi¨®n 'Gente' a la separaci¨®n de Fran Rivera y Eugenia Mart¨ªnez de Irujo
Del exhibicionismo apenas se libran unas cuantas celebridades nacionales: Marisa Paredes, Ana Bel¨¦n, Antonio Banderas, Javier Bardem, Pedro Almod¨®var y otros
'Estamos pagando los 40 a?os de franquismo y la p¨¦rdida de esa oportunidad de oro en los 13 a?os de Gobierno socialista para levantar el list¨®n de cultura y civismo'
Un d¨ªa antes, Jes¨²s Mari?as, veterano periodista de la prensa del coraz¨®n y otras v¨ªsceras y protagonista destacado de los feroces escarceos ante las c¨¢maras de T¨®mbola, hab¨ªa respondido as¨ª al ser preguntado sobre la rareza de que la vedette Norma Duval hubiera anunciado simult¨¢neamente que se separaba del productor cinematogr¨¢fico Jos¨¦ Frade y estaba embarazada de ¨¦l: '?Vade retro!'. Y del caso del adi¨®s entre el torero Fran Rivera, hijo del fallecido Paquirri y de Carmina Ord¨®?ez, y Mar¨ªa Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, duquesa de Montoro e hija de la duquesa de Alba, Mari?as hab¨ªa comentado: '?sta es la cr¨®nica de una ruptura anunciada'.
Recochineo
M¨¢s expl¨ªcita fue con este reportero Lidia Lozano, tambi¨¦n inquisidora de T¨®mbola. De Norma Duval asegur¨® que 'se ha metido hormonas de fertilizaci¨®n en una cl¨ªnica del Viso como para convertirse en una coneja'. Y a?adi¨® con recochineo: 'Con lo de Norma Duval, la imagen del PP est¨¢ por los suelos. Ahora no la van a invitar a la boda de Anita Aznar y Alejandro Agag'. En cuanto a las razones de la ruptura del torero y la duquesita, Lidia Lozano dej¨® caer con retint¨ªn esta sentencia: '?Vidas paralelas!'.
?Qu¨¦ gran semana para la floreciente industria espa?ola del cotilleo! El lunes, a las 20.52 horas, 4,9 millones de telespectadores siguieron el tramo dedicado por el programa televisivo Gente, de La Primera, a la separaci¨®n de Fran Rivera y Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, tras tres a?os de matrimonio y rumores de infidelidades rec¨ªprocas. 'Debemos ser todos muy cotillas', dijo Alicia Fern¨¢ndez-Santolaya, presentadora de Gente, para explicar ese dato, el ¨¦xito de su programa y, en general, la extensi¨®n como un c¨¢ncer de lo rosa y lo amarillo por la prensa escrita y audiovisual espa?ola. Algo que comenz¨® hace una d¨¦cada larga y no lleva camino de terminar. Algo que, al contrario, ha sido reactivado en estas v¨ªsperas de primavera por lo de Norma Duval y la duquesa de Montoro.
'?Por qu¨¦ ocupa Gente un lugar tan destacado en la programaci¨®n de la primera televisi¨®n p¨²blica del pa¨ªs?', pregunt¨® este reportero a Alicia Fern¨¢ndez-Santolaya. 'Porque la audiencia lo demanda', respondi¨® sin complejos la colega. 'Al p¨²blico', a?adi¨®, 'le chiflan los sucesos y los romances, lo negro y lo rosa, el Eros y el T¨¢natos'.
Alicia Fern¨¢ndez-Santolaya, no obstante, es de los muchos que, incluso en el sector rosa, piensan que en los ¨²ltimos seis o siete a?os se 'ha ido muy lejos, se han traspasado barreras que no deber¨ªan haberse traspasado, se ha dado protagonismo a personajes cuyo ¨²nico oficio es ser famosos o famosillos a fuerza de esc¨¢ndalos, se han metido directamente las narices en las alcobas y los cuartos de ba?o. No hay c¨®digo ¨¦tico', prosigue, 'y yo tengo que hacer encajes de bolillos para interesar a la audiencia sin destruir la vida de otros'.
Esta deriva es 'bastante espa?ola', confirma S¨¢nchez-Junco, el editor de Hola, que conoce muy bien los mercados internacionales del coraz¨®n. 'El inter¨¦s por la vida de la gente rica y famosa', dice, 'es universal y tan antiguo como la humanidad, y en eso nuestra revista basa su negocio, buscando entretener al p¨²blico, pero con personajes que son alguien en s¨ª mismos y con buen gusto e informaci¨®n exacta'. ?Lo hacen as¨ª los dem¨¢s semanarios y programas radiof¨®nicos y televisivos rosas? S¨¢nchez-Junco responde diplom¨¢ticamente: 'Yo me ocupo de lo m¨ªo y no quiero comentar lo de los dem¨¢s'. A buen entendedor...
Carnaza para el p¨²blico
'No, el desmadre de Espa?a no tiene parang¨®n, ni siquiera en Italia', afirma Alejandro Pizarroso, profesor de la Facultad de Ciencias de Informaci¨®n de la Universidad Complutense y coautor del libro Corazones de papel. 'La gran diferencia entre Espa?a y los dem¨¢s pa¨ªses es que aqu¨ª el 80% de los personajes del negocio del cotilleo no es nadie en realidad. No son pol¨ªticos, actores, cantantes o toreros. Son tipos como Alessandro Lequio, Dinio Garc¨ªa, Tamara, el padre Apeles o Ricardito Bofill, puras fabricaciones para dar carnaza al p¨²blico, para poder hablar de la longitud de los miembros viriles o de las infidelidades y orgasmos de tales o cuales se?oras'.
El profesor de periodismo cree que ¨¦sta es 'la versi¨®n espa?ola del fen¨®meno planetario de la conversi¨®n de la informaci¨®n en show bussines, en puro espect¨¢culo, que s¨®lo busca la m¨¢s amplia audiencia y las mayores facturaciones'.
De acuerdo, ?pero por qu¨¦ la versi¨®n espa?ola adopta estas formas? 'Porque Espa?a es un pa¨ªs analfabeto funcional', responde Pizarroso, 'porque aqu¨ª hemos conseguido, afortunadamente, niveles de democracia, de desarrollo econ¨®mico y de infraestructuras semejantes a los de nuestro entorno, pero no ocurre lo mismo con los niveles de cultura y civismo, en los que hasta Portugal nos supera'. Pizarroso se embala y se indigna: 'Espa?a es culturalmente un vicepa¨ªs; el ¨¦xito fraudulento de programas como T¨®mbola o Cr¨®nicas marcianas no ser¨ªa posible en un pa¨ªs enteramente civilizado. En Espa?a, las ¨¦lites culturales ten¨ªan m¨¢s peso e influencia antes de la guerra civil que ahora. Estamos pagando los cuarenta a?os de -franquismo y la p¨¦rdida de esa oportunidad de oro para levantar el list¨®n medio de cultura y civismo que fueron los 13 a?os de Gobierno socialista, en los que lo que se predic¨® como principal valor social fue el pelotazo y se termin¨® con el esc¨¢ndalo Rold¨¢n'.
Dar ca?a
Jes¨²s Mari?as, que vive de dar ca?a, coincide con el airado profesor Pizarroso en que 'lo de aqu¨ª no pasa ni en Italia. En Espa?a', explica el veterano cronista, 'casi todos pasan por caja para contar sus falsas o verdaderas intimidades o miserias; ricos y pobres, famosos por su trabajo o famosos por la cara; en este tema se han borrado las diferencias sociales'. Del exhibicionismo, seg¨²n todos los especialistas consultados por este reportero, apenas se libran unas cuantas celebridades nacionales: Ana Bel¨¦n, Marisa Paredes, Antonio Banderas, Javier Bardem, Pedro Almod¨®var y otros. Pero, atenci¨®n: sus ejemplos demuestran que mantener la privacidad es posible, incluso en esta Espa?a de cotillas.
Mari?as, el bigotudo azote de los invitados de T¨®mbola, tiene su propia explicaci¨®n para el fen¨®meno de la tremenda curiosidad de los espa?oles por las vidas de los dem¨¢s. 'Desde nuestros cl¨¢sicos', dice, '¨¦ste es un pa¨ªs de mentideros. El prototipo de la vivienda cl¨¢sica espa?ola es la corrala, donde todo el mundo est¨¢ m¨¢s pendiente de lo que le pasa al vecino que de lo suyo propio. Ya desde Quevedo y V¨¦lez de Guevara, la literatura espa?ola recorre los tejados ajenos para ver qu¨¦ pasa en los dormitorios ajenos. Somos un pa¨ªs de mirones y criticones'. A ese poso hist¨®rico, 'gen¨¦tico casi', Mari?as a?ade: 'El fen¨®meno de la desilusi¨®n de la pol¨ªtica y de los pol¨ªticos; la gente ha decidido que lo del coraz¨®n nos afecta menos y nos hace re¨ªr m¨¢s'.
Para Jos¨¦ Miguel Contreras, productor de algunos de los productos televisivos m¨¢s exitosos desde la irrupci¨®n de las cadenas privadas, 'en Espa?a existe una gran industria organizada para hacer dinero con los esc¨¢ndalos de los famosos reales o de pacotilla, y eso porque hay p¨²blico'. ?M¨¢s p¨²blico que en otros pa¨ªses? 'S¨ª, en los pa¨ªses anglosajones o en Francia hay mucho m¨¢s pudor. ?Por qu¨¦? No lo s¨¦. A lo mejor tiene que ver con un voyeurismo consustancial a la cultura latina, y por eso en Espa?a, Italia e Iberoam¨¦rica la industria del cotilleo necesita alimentarse con nuevos personajes, lo que lleva incluso a fabricarlos de la noche a la ma?ana. Pero es verdad, y no tengo una explicaci¨®n, que, incluso en el ¨¢mbito latino, nadie nos supera ahora en en el culto a la caspa y lo cutre'.
Ahora los programas televisivos con mayores o menores contenidos relacionados con el coraz¨®n monopolizan en Espa?a la franja de la ma?ana dedicada a las amas de casa, las v¨ªsperas de los telediarios nocturnos y la medianoche, y al frente, Javier Sard¨¢ y sus Cr¨®nicas marcianas, en Tele 5. Sus rumores o informaciones sobre casorios, adulterios, gustos sexuales, embarazos, nacimientos, accidentes o peleas de gente como Ana Obreg¨®n, Bert¨ªn Osborne y Mar Flores -y hasta maltratos, como los supuestamente sufridos por Carmina Ord¨®nez de su ex marido, el bailar¨ªn Ernesto Neyra- se retroalimentan con los de los semanarios de mejor o peor papel cuch¨¦ y los programas radiof¨®nicos del mismo g¨¦nero. Con protagonistas cada vez m¨¢s cutres: heteras de lujo y gigol¨®s desvergonzados, lo que confirma lo que escribi¨® una vez Maruja Torres: 'Antes com¨ªamos sardinas y ped¨ªamos caviar para so?ar; ahora, comamos sardinas o caviar, nos conformamos con so?ar sardinas'.
Y, por supuesto, el semen y los flujos vaginales llegan a Internet, donde no pocas webs a?aden m¨¢s v¨ªsceras a la hoguera de las humillaciones en p¨²blico. En la de Karmele Marchante, una de las reinas del cotilleo, se lee esta semana que las razones de uno de los divorcios de la temporada es que 'el torer¨ªn se los pone (los cuernos) a la ni?a de Alba sin cesar'. Y se cuenta que Norma Duval cobr¨® 40 millones de las antiguas pesetas por contar su separaci¨®n y embarazo de Jos¨¦ Frade.
All¨ª y en muchas otras partes se difunden los rumores sobre que la vedette, de 47 a?os, se someti¨® a un tratamiento de fertilizaci¨®n sin conocimiento de Frade, y se da la noticia, cierta, de que Frade desminti¨® en un comunicado que se hubiera sometido a?os atr¨¢s a una vasectom¨ªa que le impide la paternidad. Por no hablar de las torpes irrupciones en la pol¨¦mica de la hija de ¨¦l y la madre de ella y el ginec¨®logo, que viola el secreto profesional. Aqu¨ª el que no habla es porque es muy raro.
El resultado es, como escribi¨® el jueves Miguel ?ngel Bastenier en este peri¨®dico, que Espa?a da la impresi¨®n de ser 'el pa¨ªs con peor gusto, con peores maneras, m¨¢s arrabalero del mundo occidental'. Y lo parad¨®jico es que sea la propia Karmele Marchante la que, tras sugerir esto y aquello en su p¨¢gina web, concluya: 'Ante tanto excedente defecatorio, es mejor detenerse'.
'?C¨®mo parar la frivolidad y el mercantilismo con los que se tratan en la peque?a pantalla y otros medios espa?oles los dramas privados m¨¢s tremendos?', se pregunta el productor televisivo Contreras, que reh¨²sa explotar ese fil¨®n. 'La ¨²nica soluci¨®n es pactar un c¨®digo ¨¦tico entre los medios, aceptar que en materia de vida privada se aplique la misma regla que en otras cosas, esa regla que dice que, aunque incrementen la audiencia, hay cosas, como la pornograf¨ªa o la agon¨ªa y muerte de una persona, que no se dan, o al menos no en horarios estelares de gran p¨²blico'. Pero Contreras es muy esc¨¦ptico al respecto. 'En este pa¨ªs', dice, 'hemos llegado tan bajo que hasta Operaci¨®n Triunfo es presentado como un producto fino y maravilloso'.
A Juan Manuel Mart¨ªn de Blas, que fue director de Programas de Televisi¨®n Espa?ola en la etapa socialista y autor de la serie ?sta es mi tierra, sobre escritores en sus lugares de origen o adopci¨®n, y ahora prepara otra sobre arquitectura, lo que m¨¢s le duele es que los canales p¨²blicos, los pagados en gran medida por los contribuyentes, hayan ca¨ªdo en 'la telebasura del color¨ªn, la estupidez y los personajes de baratija'. Citando al novelista norteamericano Scott Fiztgerald, Mart¨ªn de Blas dice: 'Hay que saber que las cosas no tienen remedio, pero hay que pelear por cambiarlas'. As¨ª que sigue so?ando con una BBC espa?ola, bastante aut¨®noma del Gobierno y la comercialidad, y concentrada en los productos de calidad. Pero, en vez de eso, el Canal 9, la televisi¨®n p¨²blica valenciana, sigue produciendo y exportando con ¨¦xito su producto m¨¢s c¨¦lebre: T¨®mbola.
Y a mucha honra, seg¨²n Lidia Lozano, una de las periodistas de T¨®mbola, que se enorgullece de que, al difundir este programa de despellejo de famosetes, la televisi¨®n local madrile?a La 7 haya superado al mism¨ªsimo canal auton¨®mico. Por cierto, el due?o de La 7 es Jos¨¦ Frade, convertido ahora en cazador cazado.
'El coraz¨®n', dice Lozano, 'es el g¨¦nero period¨ªstico que m¨¢s millones mueve en Espa?a; casi todo el mundo quiere salir para poder cobrar, y las tarifas oscilan y llegan a muchos millones de pesetas, y todos los anunciantes quieren aparecer en estos programas'.
Lidia Lozano, como los otros cronistas del coraz¨®n y dem¨¢s ¨®rganos humanos con los que ha hablado este reportero, parece adorar su trabajo. 'No nos cortamos nada, vamos a pelo, es muy divertido, disfruto much¨ªsimo', suelta de carrerilla. Y Jes¨²s Mari?as cuenta que, aunque le detesten, sus v¨ªctimas siguen invit¨¢ndole a saraos, salvo un par de excepciones: Beatriz de Orleans y los organizadores del concurso Miss Espa?a. Lo explica porque 'la vanidad humana supera al temor', y a?ade que los famosos o famosetes 'lo que m¨¢s odian, lo ¨²nico que odian de verdad, es que se cuente que repiten trajes'.
Decenas de informadores
Lidia Lozano s¨®lo deplora de su oficio que existan l¨ªmites a sus cotilleos, cuyas fuentes, afirma, son las llamadas telef¨®nicas y correos electr¨®nicos de 'decenas de informadores. La gente quiere m¨¢s y m¨¢s, pero seguimos teniendo dos grandes tab¨²es: los pol¨ªticos y la familia real'.
?Durar¨¢ mucho el tab¨² de la familia real espa?ola o terminar¨¢ convirti¨¦ndose, como la brit¨¢nica, en la gran protagonista del negocio del cotilleo? 'El pr¨ªncipe Felipe', dice Alicia Fern¨¢ndez-Santolaya, de Gente, 'va a tener grandes problemas para encontrar con discreci¨®n una pareja, porque ya hemos destripado entre todos su relaci¨®n con Eva Sannun'. Esta misma semana, Flor Valero P¨¦rez-Jim¨¦nez, amiga del pr¨ªncipe, ha pedido en una carta a Intervi¨² que la dejen en paz, que no la acosen como a la modelo noruega.
'Cuando en Cr¨®nicas marcianas, que convierte a T¨®mbola en Santa Teresita de Lissieux, sale Boris Izaguirre preguntando si el sexo anal hace da?o, podr¨ªamos pensar que hemos tocado el colmo de lo zafio y lo burdo', dice Mar¨ªa Eugenia Yag¨¹e, reportera de sociedad de Cr¨®nica, el suplemento de El Mundo. 'Pero mientras persista tanta ignorancia, tanta falta de cultura en este pa¨ªs, me temo lo peor. No se ha tocado fondo, podemos ver cosas peores'.
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