El rigor del fil¨®logo Jos¨¦ Antonio Pascual llega a la Real Academia
El coautor del 'Diccionario etimol¨®gico' ocupa la plaza de Rafael Lapesa
El ling¨¹ista Jos¨¦ Antonio Pascual (Salamanca, 1942) ingres¨® ayer en la Real Academia Espa?ola con un discurso titulado La historia como pretexto. El coautor, con Joan Corominas, del Diccionario cr¨ªtico etimol¨®gico castellano e hisp¨¢nico hizo un erudito repaso de las falsas etimolog¨ªas que pueblan el espa?ol y de los juegos de palabras que diversos autores utilizaron para profundizar en la lengua. El nuevo acad¨¦mico ocupar¨¢ el sill¨®n k, que perteneci¨® a Rafael Lapesa. Le recibi¨® Guillermo Rojo, que elogi¨® su rigor y capacidad de trabajo.
El lexic¨®grafo y ex director del Instituto Cervantes en Par¨ªs, Jos¨¦ Antonio Pascual, cuya candidatura fue presentada por Francisco Ayala, Fernando L¨¢zaro Carreter y ?ngel Mart¨ªn Municio, explic¨® antes de su acto de ingreso los motivos de su discurso: 'No soy historiador, soy ling¨¹ista, pero he intentado recuperar el pasado centr¨¢ndome en distintos hechos de etimolog¨ªas falsas'.
Pascual empez¨® citando a Tzvetan Todorov (en franc¨¦s), Alejo Venegas, Calder¨®n o Juan Marichal, para rendir tributo a su maestro y antecesor en el puesto, Rafael Lapesa, y entrar luego en los distintos malabarismos y juegos de palabras de diferentes escritores (Machado: 'el autob¨²s es un ob¨²s que se mueve por s¨ª mismo'), y en las artima?as de las que se valieron otros (Ortega, Unamuno) para profundizar en sus an¨¢lisis.
'La idea, en el fondo, es que cuando recuperamos la memoria, nos recuperamos a nosotros mismos. Y las palabras forman parte de nuestra historia', afirma Pascual, que hizo un recorrido por distintos ejemplos, unos m¨¢s divertidos y otros m¨¢s serios, desde Cervantes a Graci¨¢n y de Francisco Delicado a Fray Luis Escobar, hasta llegar a Baroja, Gald¨®s, P¨¦rez de Ayala o Rafael S¨¢nchez Ferlosio.
El discurso fue quiz¨¢ una especie de erudito pre¨¢mbulo a lo que ser¨¢ su labor b¨¢sica en la Academia: colaborar en la ingente construcci¨®n del Diccionario hist¨®rico. 'La estructura de la Academia est¨¢ muy trabada, y supongo que el sentido de mi trabajo all¨ª ser¨¢ como especialista de etimolog¨ªa', explica Pascual. 'Mi trabajo estar¨¢ integrado en el Diccionario hist¨®rico porque hay otros trabajos, como la Gram¨¢tica normativa, o el Diccionario de uso, en los que la Academia ha avanzado ya mucho'.
Su incorporaci¨®n a ese Diccionario hist¨®rico, a?adi¨® el nuevo acad¨¦mico, no supondr¨¢ un cambio radical en los planteamientos de la obra en curso. 'Las l¨ªneas maestras est¨¢n ya marcadas, y mi misi¨®n no tiene que ver con ning¨²n cambio de metodolog¨ªa. Se trata m¨¢s bien de acelerar un trabajo muy trabajoso. El desaf¨ªo es terminar el Diccionario hist¨®rico en unos quince a?os. Se trata de un trabajo de Estado, por su magnitud y complejidad'.
Pascual quiso tambi¨¦n recordar a Rafael Lapesa en el d¨ªa de su llegada (o regreso, pues ya trabaj¨® en la casa de las palabras). 'De los cuatro ling¨¹istas importantes del siglo XX, Lapesa es sin duda uno de ellos. Disc¨ªpulo de Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal, fue el hombre que supo unir lo que hizo ¨¦l y quienes trabajaron antes con los que vinimos despu¨¦s. Lapesa fue un fil¨®logo excepcional. Y no lo digo como una frase hecha, sino por la magnitud de su obra'.
Corominas
Respecto a Joan Corominas, Pascual record¨® su exilio tras el fin de la guerra: 'Lleg¨® a Argentina sin nada. All¨ª, en Mendoza, empez¨® a trabajar con un diccionario de la Academia y de esa labor, minuciosa y rigurosa, salieron los ocho vol¨²menes del Diccionario etimol¨®gico. Trabaj¨¦ ocho a?os con ¨¦l, de once de la ma?ana a doce de la noche. Y ¨¦l hubiera seguido. Era alguien que me superaba permanentemente, a quien me encontraba incapaz de alcanzar'.
'Conoc¨ªa unos 20 idiomas (ruso, ¨¢rabe, euskera, todas las lenguas rom¨¢nicas...)', prosigue Pascual. 'Y yo mismo vi c¨®mo empezaba a estudiar el gallego culto. Se puso a leer directamente a Castelao durante dos d¨ªas y, al tercero, decidi¨® escribir una carta en ese idioma. Le sali¨® perfectamente. Su diccionario es una obra monumental, realizada con mucha imaginaci¨®n'.
Un Sherlock Holmes
Guillermo Rojo destac¨® en su bienvenida a Jos¨¦ Antonio Pascual su amplia variedad de intereses ('ha penetrado en todos los componentes y dimensiones del espa?ol y otros romances', dijo), su coherencia y su entidad metodol¨®gica.
Tras subrayar la vinculaci¨®n a los maestros del pasado del autor de La idea que Sherlock Holmes se hubiera hecho de los or¨ªgenes del espa?ol americano, aludi¨® al detective de Conan Doyle para glosar la pasi¨®n y el rigor investigador de Pascual. Pascual trabaja 'al mejor estilo del m¨¦todo hipot¨¦tico-deductivo', dijo Rojo. 'Maneja inicialmente grandes cantidades de datos, aparentemente inconexos', y luego elabora 'una explicaci¨®n que d¨¦ cuenta de todos ellos'. Lo cual desemboca muchas veces 'en una teor¨ªa nueva, radicalmente distinta de la mantenida hasta ese momento'. Porque, concluy¨®, 'lo que cuenta no es haber llegado a nuestro destino, sino el camino que hemos recorrido hasta ¨¦l'.
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