El Liverpool y el Pensamiento ?nico
El objetivo prioritario del equipo ingl¨¦s no es jugar, sino impedir que el rival juegue
El Liverpool es un serio aspirante a ganar la Liga inglesa, pero un factor en su contra es que la mayor¨ªa de los partidos que le quedan los juega en su casa. En Anfield los jugadores de este Liverpool se pierden. Fuera lo tienen m¨¢s claro. Con lo cual ser¨ªa aconsejable que hoy el Barcelona no sacase las conclusiones habituales de aquella victoria en Inglaterra en el mes de noviembre.
Porque, aunque el Liverpool tenga que ganar en el Camp Nou para seguir en la Liga de Campeones, no va a cambiar de plan. No porque no quiera, sino porque no puede. El contrataque es para el Liverpool lo que el catolicismo es para el Papa o el comunismo para Kim Jong Il, l¨ªder m¨¢ximo de Corea del Norte: Pensamiento ?nico.
Las estad¨ªsticas son reveladoras. En la Liga inglesa, tras 30 partidos, el Liverpool es tercero, a dos puntos del Manchester. El Liverpool ha hecho, con mucha diferencia, m¨¢s entradas que cualquier otro equipo en la Premier League, 944 (el Manchester lleva 809); ha tirado a puerta 332 veces, lo mismo que el Ipswich (que est¨¢ a un puesto del descenso) y 108 veces menos que el Manchester; de los 59 puntos con los que cuenta, 33 los ha acumulado fuera de casa; de los 50 goles que lleva en la temporada, s¨®lo ha anotado 19 en Anfield, donde se ha impuesto en siete partidos, tres menos de los que ha ganado fuera. Todo lo cual ofrece pruebas cient¨ªficas de que el Liverpool no s¨®lo se siente m¨¢s a gusto, sino que consigue mejores resultados cuando el rival toma la iniciativa que cuando se defiende. Es un equipo cuyo objetivo prioritario no es jugar, sino impedir que el rival juegue.
Un vistazo a los jugadores que han sido titulares en el Liverpool con m¨¢s frecuencia esta temporada demuestra la asfixiante alternativa ideol¨®gica por la que ha optado Phil Thompson, director t¨¦cnico interino por la enfermedad de G¨¦rard Houllier.
Dudek, el portero polaco, ha sido quiz¨¢s el mejor jugador del curso. Los cuatro defensas -Risse, Hyypia, Henchoz, Abel Xavier- provienen de Noruega, Finlandia, Suiza y Portugal. Hyypia y Henchoz, los dos centrales, son las piezas clave, seg¨²n el mismo Thompson, cuya filosof¨ªa se resume en una frase: 'Con tal de que tus centrales est¨¦n en forma, no importa si el resto del equipo viva una pesadilla, porque lograr¨¢s sacar un empate'.
Por las dudas, Thompson ha puesto otra l¨ªnea defensiva de cuatro en donde es habitual que otros equipos coloquen centrocampistas. Carragher, un saludable pero torpe lateral derecho, ha sido premiado con un puesto en el centro del campo desde la llegada de Xavier del Everton. A su lado, est¨¢ el alem¨¢n Hamman, que hoy aplica con m¨¢s rigor que nunca las lecciones que aprendi¨® a los pies de su anterior entrenador, el matem¨¢tico Ottmar Hitz-feld, en el Bayern. Murphy es, antes que futbolista, un soldado ingl¨¦s. Gerrard, otro soldado con pretensiones de ascender a general, no ha dejado de ser la gran promesa. De lo dos delanteros con los que suele contar el Liverpool, s¨®lo uno marca goles: Owen, que no juega hoy por lesi¨®n, o Anelka, que tampoco jugar¨¢ por haber competido con el club que le ha cedido, el Par¨ªs Saint Germain. El puesto lo ocupar¨¢ esta noche Litmanen, cuya fina inteligencia y depurada t¨¦cnica le han condenado a jugar s¨®lo nueve partidos de titular esta temporada. El otro delantero, Heskey, es un defensa que opera, disfrazado, en territorio enemigo.
En Espa?a los aficionados de un club hist¨®rico, ganador de cuatro Copas de Europa, no soportar¨ªan un equipo que jugase de tal manera. El amor del aficionado del Liverpool, sin embargo, es tan simple, tan incondicional, como el de un pastor alem¨¢n. 'You'll never walk alone', reza el himno: 'Nunca caminar¨¦is solos; siempre os adoraremos, hasta que la muerte nos separe'.
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